• Seguimos sin saber qué ha sido de los 2,7 millones de vehículos que hace seis meses el organismo reconocía tener en el limbo, es decir, que aunque estaban contabilizados no se sabía si realmente existían o no
María Seguí, directora general de Tráfico, durante su intervención en el Congreso 2015 de FACONAUTO |
La afirmación de Seguí de que pese al importante incremento de las matriculaciones de vehículos durante los dos últimos años no se percibe una reducción de la edad media del parque ─aunque el parque fuese de 22 millones de turismos en 2013, últimos datos publicados por la DGT, cabe pensar que algo debería notarse─ tiene una fuerte componente demagógica.
Semejante aseveración ante un colectivo que espera ansiosamente el anuncio de una nueva edición del plan de ayudas PIVE, siempre será recibida con aprobación y hasta sonoros aplausos. Pero en la DGT están obligados a depurar los datos que figuran en sus registros sobre los vehículos en circulación, algo que, pese a los tres años que llevan monitorizando la antigüedad del parque, según aseguró en el mismo acto la propia María Seguí, aún no han logrado mas que bastante parcialmente.
En efecto, en octubre de 2013, la DGT reconocía que en sus archivos figuraban en circulación 3,5 millones de vehículos de los que tenían que reconocer que ni siquiera sabían si existían. Tras lanzar una campaña para depurar esos vehículos, al cabo de algunos meses la DGT anunció ─nosotros lo escuchamos en un Foro organizado por GANVAM─ que habían conseguido esclarecer la situación real de 800.000 de tales vehículos, dando de baja directamente la propia DGT a la mitad de ellos y convenciendo a los propietarios de la otra mitad de que los dieran de baja. ¡Ya es casualidad que coincidan ambas cifras!, decimos nosotros.
Pero dejando eso al margen, cuando preguntamos hace seis meses al subdirector general de Gestión de la Movilidad, Javier Moreno García-Cano, qué pensaban hacer con los 2,7 millones de vehículos cuya situación quedaba por aclarar y que, en buena lógica debían estar sesgando la antigüedad del parque al estar cargados de años, nos respondió que la DGT no iba a abandonar sus esfuerzos por depurar al máximo los archivos de vehículos registrados en el parque español de automóviles.
Una labor de hormigas
Pues bien, a ver cuándo nos aclara la DGT cómo va esa depuración que entendemos se trata de una labor de hormigas, pero que consideramos imprescindible realizar. Sólo con datos reales pueden lanzarse afirmaciones sobre la evolución de la antigüedad del parque sin que uno inmediatamente sospeche que hay en ellas intenciones demagógicas o electoralistas.
María Seguí llegó a afirmar que cada año que pasa el parque envejece un año, para subrayar el poco impacto que la matriculación creciente de vehículos nuevos en estos tres últimos años tenía sobre la edad de los vehículos que ya figuran censados en nuestro parque.
En una intervención previa a la de Seguí, José Luis Gata, responsable de mercado posventa en AUDATEX, una consultora del sector de seguros del automóvil, admitía, en contra de lo dicho por Seguí, que desde 2013 se venía apreciando una reducción de la antigüedad de nuestro parque, hasta el punto de detectarse un tímido incremento del número de vehículos con menos de cinco años.
Sin embargo, Gata, que presentaba el informe Presente y Futuro del Sector de la Posventa, terminaba luego por coincidir con las tesis de envejecimiento del parque expresadas por la directora general de Tráfico al asegurar que, en estos momentos, el 53 por ciento de aquél tiene más de 10 años de edad, para luego decir que en 2017 todavía habrá 16 millones de vehículos (un 63 por ciento del total) con más de 10 años de edad. Es decir, que de aquí a 2017, nuestro parque envejecerá.
Primero, una reducción de la antigüedad; luego, un envejecimiento del parque. ¿Cómo puede ser eso?. ¿A qué se deben las contradicciones de unos y de otros?. Pues o los informes y datos que nos llegan no tienen ni pies ni cabeza o, lo que nos parece más probable, todos los cálculos y estimaciones terminan por ser incongruentes al realizarse sobre una base falsa, que es la que la DGT debe depurar cuanto antes.