• Muchas ganas de Albacete, pero el piloto español sólo logró quedarse a las puertas del podio en tres de las cuatro carreras de la cita italiana, con lo que se sitúa en quinto puesto del campeonato europeo
Aunque parezca una forma descarada de chupar rueda, fue la solución que encontraron los servicios de seguridad del circuito de Misano para ahorrar tiempo sacando los dos vehículos que se vieron implicados en un accidente ya terminada la sesión de entrenamientos del sábado (Foto cortesía de www.truckrace.org) |
Sin lluvia, pero con la pista anegada y el viento racheado levantando nubes de agua, discurrieron los entrenamientos libres, jalonados de trompos y salidas de pista protagonizados por diversos pilotos ─Robineau, Lohr, Rodrigues (padre)... Cuando acababan de terminar los entrenamientos libres, el portugués Sousa hizo un trompo a la entrada de la última recta, y el francés Reinert que iba pegado a él tuvo que hacer una frenada de emergencia, buscando eludir al portugés por su derecha pero situándose justo en medio de la trayectoria de la alemana Lohr que embistió al francés haciendo que el Renault de Sousa y el MAN de Reinert terminaran empotrándose juntos contra las barreras de neumáticos.
El portugués Sousa conseguiría apañar su vehículo para poder tomar la salida en las dos carreras del sábado, pero no así el francés Reinert, que necesitó todo el día para que el suyo pudiera participar en la sesión del domingo. Así las cosas y con apreciable retraso, comenzaron las mangas de clasificación de la primera jornada.
Trazado del circuito italiano de Misano, al que se ha dado el nombre de Marco Simoncelli, en recuerdo del malogrado piloto de motocicletas |
El tercer puesto que el español Albacete había conseguido pocos días antes en la última carrera del circuito austriaco patrocinado por Red Bull, unido a que en los entrenamientos del sábado había logrado situarse también tercero para la parrilla de salida de la primera carrera de ese día y a sólo tres décimas de segundo de Han que le precedía, hacían pensar a los aficionados españoles que nuestro compatriota había conseguido encontrar el buen camino, dando por sentado que en la cabeza iban a estar Kiss o Hahn, que para eso habían marcado los mejores tiempos de la primera superpole. Pero pronto veríamos que esas esperanzas iban a desvanecerse.
El diluvio que vuelve
Con Kiss y Hahn en la primera línea, Albacete y Lacko en la segunda, Vrsecky y Körber en la tercera, Teodosio y Janiec en la cuarta y Rodrigues (hijo) y Lenz en la quinta, se configuraron los diez primeros clasificados para la primera carrera del sábado. Pero apenas terminadas las mangas de clasificación, volvió el diluvio, lo que originó una apreciable desorganización del programa. Finalmente y tras dos vueltas de formación ─las antiguamente llamadas vueltas de reconocimiento─ se dio el banderazo de salida con una hora de retraso y con las banderas amarillas agitadas frenéticamente por los comisarios para que ningún lanzado intentase adelantar a nadie y diera lugar a un desastre, lo que según estaban las cosas era más que probable.
Todo apuntaba a que la carrera iba a ser una procesión de los vehículos que llegarían al final en el mismo orden en que habían tomado la salida. Pero un fallo de Kiss, que se pasó un poco de frenada al final de recta permitió a Hahn y Lacko adelantar al húngaro. El alemán aprovechó entonces que el checo tenía suficiente entretenimiento con evitar que Kiss le pasara, algo que el húngaro buscaba con frenesí, para alzarse con la victoria, aunque con Lazco a sólo 1,2 segundos y Kiss a sólo 8 décimas del checo.
Albacete llegó cuarto, mucho más retrasado, a casi 10 segundos de Hahn, seguido de Vrsecky y Janiec. Meritorio séptimo puesto de Rodrigues (hijo), pese a que entrase a 33,4 segundos de Hahn. Robineau fue octavo, con lo que se garantizaba, por el sistema de parrilla inversa, la pole de la segunda carrera del sábado, acompañado de Rodrigues (hijo) en la primera línea de salida. El mismo sistema situaba a Albacete en el quinto puesto de esa segunda parrilla.
A poco de dar la salida a la segunda carrera del sábado, Robineau fue rápidamente víctima de Janiec, Vrsecky y Kiss, pero plantó cara durante algunas vueltas a Lacko, Hahn, Albacete y Körber. Este último, por cierto, va estando cada vez más fino, demostrando que el que tuvo, retuvo. La cuestión es si su montura estará en consonancia.
No es el MAN del español Albacete, sino el del francés Robineau el que aparece aquí un tanto desbrujulado en el transcurso de la segunda carrera del sábado (Foto cortesía de www.truckracing.de) |
En la cabeza, Kiss consiguió rebasar a Vrsecky. Poco después, este último se vería también superado por Lacko, su compatriota y compañero en el equipo Buggyra, que en lo que va de campeonato se está mostrando más agresivo que Vrsecky, el cual, dicho sea de paso, no podía ni plantearse dar la batalla a su compañero, ya que bastante tenía con contener a Hahn que venía tras él dispuesto a adelantar al checo en la primera oportunidad. Albacete, que venía pegado al alemán, ocupando el sexto puesto, parecía esperar a que Hahn rebasara a Vrsecky para luego hacerlo él.
Janiec, que había logrado defenderse durante un tiempo, sucumbió finalmente a Kiss y Lacko, pero pudo entrar tercero y ocupar un puesto en el podio. Tras este trío, cruzaron la línea de meta Vrsecky, Hahn, Albacete, Körber y Lohr, en este orden.
El bueno de Rodrigues (hijo) que se había colocado segundo en la parrilla inversa para esta segunda carrera, no hizo una salida demasiado brillante, perdiendo un montón de puestos, aunque luego consiguió con gran esfuerzo retornar a los puntos, aunque no tuvo suerte y se vió obligado a abandonar a mitad de carrera por un fallo mecánico.
La jornada del sábado se cerraba con la clasificación siguiente para el Campeonato Europeo de Carreras de Camiones: 1º) Kiss (177 puntos); 2º Hahn (124); 3º Lacko (123); 4º Vrsecky (100); 5º Albacete (90); 6º Reinert (58).
Más agua para comenzar el domingo
Al día siguiente y como si lo que fuera a disputarse en Misano fuese un partido de fútbol, alguien decidió en el cielo volver a regar el césped en las playas del Adriatico. Por eso y aunque había dejado de llover para cuando comenzaron las sesiones libres de calentamiento, los pilotos circularon con mucha prudencia, lo que se reflejó en unos tiempos muy altos, que se reducirían sensiblemente al llegar las mangas de clasificación.
El húngaro Kiss fue marcando el mejor cada vez que alguien superaba su anterior registro. Al final, Hahn tuvo que conformarse con el segundo puesto en la parrilla de salida, al lado de Kiss, aunque entre ambos pilotos sólo hubo una diferencia de 176 milésimas de segundo ─menos de dos décimas de segundo, que es más inteligible por el humano normal─ quedando el resto de la parrilla de salida de la primera carrera del domingo configurada con las parejas: Lacko-Albacete, Vrsecky-Körber, Reinert-Janiec, Teodosio-Lenz, etc. Una parrila que, como veremos más adelante, perfilaba casi por completo el orden de llegada a la meta.
Hahn, Lacko, Albacete (apenas si se ve su MAN rojo) y Vrsecky en un momento de la primera carrera del domingo. Kiss ya se ha salido del campo de la cámara por la derecha (Foto cortesía de www.truckracing.de) |
Tras éstos, la lucha entre Janiec y Reinert subió tanto de tono que el primero fue sancionado por los jueces con un paso por boxes que lo dejaba fuera de los puntos. En una batalla entre portugueses, Teodosio y Rodrigues (hijo) mantenían un duelo personal en el que todo parecía valer ─los jueces no intervinieron, desde luego─ por el octavo puesto, sin darse cuenta de que Janiec no se había resignado y tras cumplir su sanción, empezó a apretar, recuperando puestos e interrumpiendo el duelo a la portuguesa, intercalándose entre Rodrigues (hijo) y Teodosio a la hora de cruzar la línea de meta. Lo cierto es que si la carrera hubiera tenido 200 metros más, seguramente el francés también habría rebasado a Rodrigues (hijo) del que sólo le separaban cuatro décimas de segundo al cruzar la meta.
De esta forma, si la parrilla inversa había situado a Rodrigues (hijo) en la primera de línea de salida de la segunda carrera del sábado, aunque en el segundo puesto, esa misma parrilla inversa otorgaba al portugués la pole en la segunda carrera del sábado. Si los aficionados que habían acudido a Misano esperaban que Rodrigues (hijo) volviese a repetir la pifia de la salida de la segunda carrera del sábado se quedaron con las ganas. De hecho, hasta el sol brilló en el cielo para animar al portugués en la última carrera del fin de semana.
Bandera roja
En efecto, Rodrigues (hijo) salió zumbando para dejar al pobre Reinert, que le acompañaba en la primera línea de parrilla, que lidiase con las fieras que venían detrás. Pero la alegría duró poco al portugués, ya que, de repente, las pantallas de evolución de la carrera en tiempo real se apagaban repentinamente y cuando volvían a encenderse poco después, situaban a todos los participantes en boxes. ¿Qué había sucedido?. Pues los jueces habían sacado la bandera roja debido a que Körber, que trataba de adelantar a Reinert desde hacía rato, había terminado embistiendo al MAN de éste y enviándolo a la grava, viendo como su Iveco se quedaba atravesado en medio de la pista sin poder moverse.
La carrera se reanudaría media hora después, una vez que las asistencias habían conseguido despejar la zona en que se había producido el incidente entre Reinert y Körber, empujando el MAN del primero y remolcando el Iveco del segundo hasta los boxes. Como los daños del primero no eran importantes, pudo tomar la segunda salida en última posición desde la línea de boxes.
Esta vez, Rodrigues (hijo) no estuvo fino en la salida y el checo Vrsecky le adelantaba antes de llegar a la primera curva. El resto de los perseguidores de las primeras líneas de la parrilla de salida harían otro tanto poco después.
Pero nuevo sobresalto, esta vez en la parte de atrás de la carrera: el MAN de Lenz y el Renault de Teodosio se tocan y el primero se sale de pista seguido por el segundo que lo termina embistiendo con gran violencia, saltando por los aires y terminando ambos camiones volcados en las inmediaciones de la pista. Todo hacía temer una nueva bandera roja pero los comisarios optaron por una doble amarilla para evitar otra demora excesivamente larga.
La carrera iba entonces encabezada por los dos Freightliner de Vrsecky y Lacko, tras los que marchaban los MAN de Kiss, Albacete y Hahn, en este orden. El español contenía el ataque de Hahn, mientras Kiss intentaba una y otra vez subir algún peldaño del podio a costa de los dos checos, pero fueron éstos los que intercambiaron sus posiciones. Finalmente, los pilotos pasaron la línea de meta de un agitadísma carrera en el orden siguiente: Lacko, Vrsecky, Kiss, Albacete, Hahn, Janiec, Rodrigues (hijo), etc.
La clasificación del Campeonato Europeo queda como sigue: 1º Kiss (209 puntos), 2º Lacko (155), 3º Hahn (147), 4º Vrsecky (121), 5º Albacete (110), 6º Reinert (63), 7º Janiec (44), 8º Körber (38), 9ª Lohr y 10º Rodrigues (hijo).
La próxima cita es en el circuito de Nogaro (Francia), el fin de semana del 20-21 de junio de 2015.