♦ Roush CleanTec, una compañía estadounidense que transforma motores de gasolina para el uso de este combustible alternativo, asegura que es una solución mucho mejor que el gas natural comprimido (GNC)
Roush CleanTec lleva vendidos 14.000 motores de gasolina transformados para que consuman GLP (gas licuado del petróleo) |
En su deseo de abrirse a nuevos mercados, Jack Rouse, presidente de Roush Enterprises, y su equipo directivo, decidieron firmar un acuerdo con Ford en 2010 para transformar el motor de gasolina de 10 cilindros en V y 6,8 litros de cilindrada producido por el fabricante de automóviles de manera que pudiese utilizar GLP como combustible, algo que requería la incorporación al motor de gasolina de 170 piezas por parte de Roush CleanTec.
Para los lectores más jóvenes, diremos que el GLP es un gas que se obtiene en la extracción de GNC y que está formado por una mezcla de propano, butano y algunos derivados de cada uno de ambos hidrocarburos. Esa mezcla tiene la propiedad de licuarse en cuanto se la comprime un poco, por lo que el GLP se distribuye habitualmente en bombonas a presión.
En España y Portugal y a raíz de las crisis del petróleo, alcanzó bastante difusión en el sector del taxi y también en algunas flotas municipales de autobuses urbanos en la segunda mitad de los años 70 y durante buena parte de los años 80, llegando a existir una red de distribución en bombonas bastante tupida, sobre todo en las grandes capitales. Durante los años 90 y posteriores, aunque la red de suministro portuguesa se mantuvo en buena medida, la española prácticamente desapareció.
El principal inconveniente del GLP es que, al ser más pesado que el aire, si se produce un escape tiende a depositarse en el suelo, donde podría inflamarse por una chispa o llama accidentales. Por eso, las cocheras de vehículos propulsados por GLP requieren una instalación especial de seguridad que renueve las capas de aire más inferiores.
Autobuses escolares
Roush CleanTec firmó también un acuerdo con Blue Bird, uno de los grandes fabricantes de autobuses estadounidenses para el uso de su motor transformado para GLP en los autobuses escolares fabricados por éste.
También otros dos fabricantes de autobuses: IC Bus (Navistar International) y Thomas Built Buses (Daimler Trucks and Buses) también ofrecen vehículos propulsados por motores transformados para el consumo de GLP.
Hasta ahora, se han vendido 14.000 vehículos así transformados, entre camiones de tonelaje medio y autobuses escolares y el objetivo es llegar a los 20.000 en 2017, algo a lo que puede contribuir el encarecimiento progresivo del petróleo, tras unos años de bajos precios con los que la OPEP trató de contrarrestar el avance del GNC procedente del fracking.
Jack Rouse asegura que el GLP es un combustible alternativo mejor que el GNC porque en Estados Unidos existe una importante red de distribución de aquél y porque las bombonas que necesita son más reducidas que las que requiere el GNC, ya que puede almacenarse a una presión mucho más elevada que el GNC. En este sentido, hay que decir que el gas natural licuado (GNL) no precisa bombonas tan grandes, si bien es cierto que la red de distribución del mismo es todavía incipiente en Estados Unidos.
Además, la densidad energética del GLP es más del doble que la del GNC y la construcción de los surtidores del GLP es más económica que la de los de GNC y no consumen tanta electricidad, subraya Roush, quien lógicamente acaricia la idea de llegar a acuerdos similares al alcanzado con Ford para transformar motores de General Motors y Fiat Chrysler Automobile.
De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, en ese país hay un parque de más de 143.000 vehículos propulsados por GLP, mientras que, según la asociación Natural Gas for America, hay 153.000 propulsados por GNC.