♦ Después del caso de Volkswagen, que reconoció haber falseado las emisiones de sus turismos con motor Diesel, esta semana se ha sabido que Fiat Chrysler en Estados Unidos y Renault en Francia están siendo investigadas por lo mismo
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| Desde el primer momento, el Captur ha sido el modelo más señalado de Renault en relación con los excesos de NOx |
En septiembre de 2015, se destapó el caso de Volkswagen (VW), el más grave hasta ahora en relación con el uso de sistemas para camuflar las emisiones reales de sus vehículos por el que este grupo alemán lleva acumuladas ya sanciones e indemnizaciones por valor de casi 21.000 millones de euros sólo en Estados Unidos.
Hace aproximadamente un año, las autoridades francesas registraron algunos establecimientos de Renault, a raíz del escándalo desencadenado por VoW cuatro meses antes y el país vecino creó una comisión para investigar las emisiones de los motores Diesel que fabricaba la firma francesa e incorporaba a sus vehículos. Al final del pasado verano, dicha comisión presentó un informe en el que señalaba que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los motores Diesel usados por Renault rebasaban ampliamente los límites establecidos por la legislación vigente cuando los controles de tales emisiones se llevaban a cabo en condiciones normales de conducción, llegando en algunos modelos concretos a ser 10 veces superiores a dichos límites.
Hace un par de meses, el gobierno francés entregó el mencionado informe a la fiscalía. Ahora, pasadas las fiestas navideñas, parece que esta última ha decidido entrar en acción. Desde Renault han reconocido que, efectivamente, la fiscalía les ha comunicado que ha abierto una investigación sobre la materia pero niegan haber hecho uso de sistemas que permiten falsear las emisiones reales de los motores Diesel de sus vehículos.
Algún tiempo atrás comentábamos en este misma web-blog que en el informe elaborado por la oficina francesa antifraude se ponía el foco sobre todo en el crossover Captur que la firma francesa fabrica en España.
El caso Fiat Chrysler
Por lo que respecta al caso de FCA, que también ha negado la existencia de esos dispositivos en los 104.000 vehículos puestos bajo sospecha por la EPA, Sergio Marchione, presidente ejecutivo de FCA, aseguró que éstos no se habían vendido en Europa. Sin embargo, la prensa especializada estadounidense ha señalado que el motor de 3 litros de cilindrada y seis cilindros en V EcoDiesel que ha levantado las sospechas de la EPA fue desarrollado por la compañía italiana VM Motori, hoy propiedad del grupo Fiat, en los años 2008-2009 y que se había usado en Europa para propulsar los Lancia Thema, algunos Maserati y los Chrysler 300C y Jeep Grand Cherokee que se traían al Viejo Continente.
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| El gobierno alemán ha pedido información al italiano sobre el motor Diesel del Fiat Doblò, al parecer sospechoso también de superar los límites legales de emisiones de NOx |
De hecho, hay más vehículos de FCA bajo sospecha, pues el gobierno alemán ha solicitado al italiano que colabore en la investigación abierta por los teutones a otros modelos de FCA sospechosos de llevar dispositios para falsear sus emisiones, como son el Jeep Renegade, el Fiat 500X y hasta el pequeño comercial Fiat Doblò.
En cuanto al caso VW, la noticia más reciente es ya sabida. El grupo alemán se ha declarado culpable en una nueva negociación con las autoridades estadounidenses y ha aceptado pagar 4.300 millones de dólares (unos 4.000 millones de euros al cambio actual) con lo que, hasta la fecha y con montones de denuncias pendientes sólo en Estados Unidos, lleva acumulados casi 21.000 millones de dólares entre sanciones e indemnizaciones.
Las investigaciones y sanciones no llegarán muy lejos en Europa
En Europa y pese a lo que podría pensarse a raíz de la reciente actuación de la fiscalía francesa con Renault y los tira y afloja entre VW y las autoridades alemanas, nuestra opinión es que todo terminará diluyéndose o, como mucho, traduciéndose en alguna sanción simbólica, habida cuenta de la evidente connivencia entre los gobiernos de la Unión Europea (UE) y los fabricantes de automóviles.
Las autoridades francesas se encuentran en una situación complicada pues no pueden estar poniendo las cosas difíciles a los franceses en ciudades como París, donde se persigue a los motores Diesel para tratar de rebajar la contaminación del aire de la capital francesa donde con un invierno tan gélido como el que tenemos este año, las calefacciones domésticas vienen a complicar notablemente las cosas.
Para colmo de males, el gobierno francés tiene un 20 por ciento del capital de Renault, así que no es previsible esperar sanciones económicas ejemplares a este fabricante de automóviles. Otra cosa es que se maree la perdiz y se haga el paripé. ¿Alguien imagina al permanentemente inestable gobierno italiano pidiéndole cuentas a Fiat o al español haciendo lo propio con SEAT?. No, ¿verdad?. Ni siquiera al alemán poniéndose duro con VW.
También son los primeros que se han lanzado a pedir información a FCA sobre las acusaciones que la EPA acaba de formular al otro lado del Atlántico contra los Dodge RAM y Jeep Grand Cherokee del grupo italoamericano.