♦ El segundo accionista en importancia del fabricante de componentes accedió finalmente a vender su paquete de acciones al multimillonario aunque a un precio casi un 50 por ciento superior al ofrecido hace once meses
MADRID ─ Le ha costado casi once meses, pero al final Icahn Enterprises, la empresa que gestiona los intereses de Carl Icahn, el multimillonario estadoundiense, ha conseguido hacerse con la totalidad del capital de Federal-Mogul, el fabricante de equipos y componentes para el automóvil. En el transcurso de esos once meses, Icahn tuvo que ir aumentando progresivamente el dinero que ofrecía pagar por acción de 7 dólares (unos 6,51 euros al cambio actual), hasta los 10 dólares que llegó a ofrecer a comienzos del presente mes, un proceso del que hemos ido informando oportunamente en esta web-blog.
Tras abandonar en 2015 un proyecto que contemplaba la segregación de Federal-Mogul en dos divisiones independientes, una dedicada a la producción de elementos para cadenas cinemáticas que en buena medida eran vendidos a los fabricantes de automóviles como primeros equipos, y otra con todo lo relativo al mercado de posventa, en el que Federal-Mogul está presente con multitud de productos de marcas muy conocidas ─las bujías Champion, las escobilla para limpiaprabrisas Anco las pastillas para frenos Wagner, los productos para motores de las marcas AE, Fel-Pro, FP Diesel, Goetze, Glyco, Nüral, Payen y Sealed y Power, los componentes de chasis MOOG, y los productos de frenado de las marcas Ferodo, Jurid y Wagner, por citar los más populares─ a finales de febrero de 2016, Icahn lanzó una OPA para hacerse con el 18 por ciento del capital de Federal-Mogul que aún no controlaba.
En años previos, Icahn había ido comprando importantes cadenas de distribución de recambios para el automóvil como Auto Plus y Pep Boys, entre otras, con la idea de vender a través de ellas los productos fabricados por Federal-Mogul, haciéndose de ese modo con el margen de beneficio que esas cadenas de tiendas de recambio libre restaban al precio que conseguía Federal-Mogul en las ventas que les hacía. Básicamente, era eliminar un intermediario.
Como los fabricantes de automóviles, Icahn sabe que el negocio no está en la venta de los vehículos nuevos, sino en su posventa. Se estima que la facturación de la posventa del automóvil alcanzó la cifra de 500.000 millones de dólares en 2016 y era natural que Carl Icahn quisiera aumentar la rentabilidad de la parte de esa cifra que pasa por las manos de Federal-Mogul.
Pero los 7 dólares por acción de Federal-Mogul que ofreció Icahn en febrero de 2016 no parecieron un precio muy interesante a los propietarios de las acciones que aún no estaban en poder del multimillonario y éste tuvo que subir a 8 dólares por acción allá por junio de 2016.
Gabelli se resiste
Entre los accionistas que se resistían a vender su parte de Federal-Mogul se encontraba la compañía Gabelli Assest Management, que gestiona los intereses de Mario Gabelli, otro multimillonario estadounidense al que parecen encantar las pugnas financieras con Icahn. Y no cabía duda de que otros de los accionistas de Fedral-Mogul esperaban a ver qué hacía Gabelli, si aceptaba o no aceptaba la nueva oferta de Icahn. Y Gabelli no aceptó: aquellos 8 dólares le parecían un precio demasiado bajo.
Por eso, a comienzos de septiembre del año pasado, Icahn volvió a elevar su oferta: 9,25 dólares por acción. Y parecía que Icahn se había alzado con su propósito y que Gabelli tiraba finalmente la toalla. De hecho, así lo decíamos por entonces en nuestra web-blog dando por hecho que Icahn había conseguido hacerse con al menos el 90 por ciento del capital de Federal-Mogul, lo que legalmente forzaba a los propietarios del 10 por ciento restante a venderle a Icahn las acciones del proveedor que tenían en su poder.
Pero Gabelli se volvió vinagre y terminó rechazando también el precio de 9,25 dólares por acción, arrastrando con él a otros pequeños accionistas. Icahn, pese a prolongar esta nueva oferta otras dos semanas más, en total cuatro, sobre la fecha límite anunciada inicialmente para ella, sólo consiguió captar un 28 por ciento de las acciones que aún le faltaban, lo que no le permitía llegar al ansiado 90 por ciento.
Así pues, parece que a comienzos de 2017 Icahn decidió hacer a Gabelli una proposición a la que no iba a poder resistirse: 10 dólares por acción. Y efectivamente, Gabelli no se ha resistido y ha aceptado ese precio. El lector quizá se extrañe de que una decisión así pueda dependr de sólo 75 centavos de dólar por acción, pero conviene que sepa que Gabelli tenía en su poder un paquete de al menos 7 millones de acciones, lo que lleva la transacción a 70 millones de dólares.