♦ Aunque el consumo de gas natural crecerá mucho más deprisa que el de crudo, el de carbón continuará aumentando a razón de un 1.6 por ciento anual
MADRID ─ La demanda mundial va a continuar creciendo por lo menos hasta más allá de 2040 y los combustibles fósiles continuarán siendo los que impulsen el crecimiento de la economía mundial, aportando aproximadamente un 60 por ciento del aumento de las necesidades de energía y representando casi el 80 por ciento del suministro total de energía estimado para 2035. Las reservas extraíbles de petróleo ─estimadas en la actualidad en unos 2,6 billones de barriles─ se consideran suficientes para satisfacer el doble de la demanda prevista en 2050. El gas natural es el combustible fósil cuyo consumo experimentará el mayor crecimiento, impulsado por el creciente aprovechamiento de los yacimientos de gas de esquisto y le expansión del gas natural licuado (GNL).
Estas son algunas de las previsiones que hace la petrolera BP en un informe sobre las perspectivas del mercado energético de cara a los años 2035-2040 publicado recientemente y en el que, entre otras muchas cosas, se pone de manifiesto que, en contra de lo que piensa el ciudadano normal que siempre que oye hablar de petróleo empieza a ver ruedas flotando en torno a él, será el crecimiento de la producción de plásticos uno de los procesos que sostendrá el aumento de la demanda de crudo.
Spencer Dale, responsable del área de economía de BP, señaló durante la presentación de este nuevo informe que la abundancia de petróleo podría desencadenar una batalla a largo plazo entre productores de bajo coste, al estilo de las compañías estadounidenses de arenas pizarrosas, los miembros de la OPEP, Rusia y los productores que afrontan un coste de extracción más elevado, como es el caso de Brasil, Mar del Norte y Asia.
Dale indicó que el crecimiento de la demanda de petróleo se irá frenando progresivamente de manera que del actual millón diario de barriles, aproximadamente, caerá a sólo 400.000 en 2035, momento en que el consumo diario se situará en 110 millones de barriles diario. No obstante, no esperamos que la demanda alcance un pico antes de la década de 2040, matizó Dale.
El consumo de petróleo por el automóvil crecerá un 21 por ciento
Pese a que en BP admiten que aumentará el parque de vehículos eléctricos, ese aumento no tendrá más que una repercusión marginal en la evolución de la demanda de petróleo, ya que la petrolera británica calcula que para 2035 habrá ya 100 millones de vehículos de ese tipo en el parque mundial de automóviles, cifra que, sin embargo, sólo representará de un 5 a un 6 por ciento del total. Y eso que BP ha aumentado sensiblemente sus previsiones de expansión del vehículo eléctrico, ya que el año pasado sólo hablaba de 70 millones de unidades en el parque mundial para 2035.
El informe de BP no deja claro, aunque parece que así es, si el previsto crecimiento de la demanda de crudo para el automóvil incluye también la que origina la fabricación de componentes en material plástico para esos vehículos. Y decimos que parece que sí porque por un lado se dice que desciende la demanda de crudo para el transporte ─éste podría incluir también otros modos aparte del automóvil como el barco, el ferrocarril, etc.─ mientras que por otro se indica que el desarrollo de la economía en Asia, África y Oriente Medio, ayudará a mantener la evolución al alza de la demanda de crudo a través de la producción de plásticos.
Previsible impacto del car-sharing y los coches autopilotados
Sin llegar a evaluar evaluar en qué medida, los técnicos de BP advirtieron de que fenómenos como la economía compartida (car-sharing) o el coche autopilotado que en principio deben contribuir a elevar el uso diario de cada automóvil, pueden tener un impacto en las ventas totales de vehículos, lo que lógicamente repercutiría en el consumo de combustible y, por ende, en la demanda de crudo, rebajando ambos.
Aunque en medios especializados ha causado cierta sorpresa el anuncio por parte de BP de un crecimiento sostenido de la demanda de combustibles fósiles ─en Royal Dutch Shell creen que la misma se estabilizará a principios de la década de 2030─ sí hay que señalar que la petrolera británica, ha reducido en casi un 1 por ciento el crecimiento que preveía el año pasado, como consecuencia de la desaceleración de la economía china.
También avisa BP de una suavización del ritmo de crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de aquí a 2035, el cual bajaría del actual 2,6 por ciento anual a sólo un 0,6 por ciento. Un nivel de emisiones tan bajo no se registra desde 1965.
En cuanto a las energías renovables como la solar o la eólica, BP cree que su producción se cuadruplicará en el período considerado en su informe.