- Asegura que lo dejará cuando complete su actual plan estratégico quincenal, pero casi nadie se lo cree
Sergio Marchione, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) |
Sergio Marchione ─Sergio El Grande─ como le llaman en algunos sitios web estadounidenses─ ha demostrado ya una enorme capacidad para decir en poco plazo de tiempo una cosa y su contraria sin inmutarse los más mínimo. Así, ha dicho en el Salón de París que la siguiente generación del Jeep Wrangler abandonará la carrocería sobre chasis para pasar a la carrocería autoportante, que muy probablemente estará hecha de aluminio, y que irá propulsado por motores más pequeños pero turboalimentados. Todo ello encaja perfectamente con las tendencias actuales tanto en el frente producto como en el frente mercado. Pero también ha dicho que si se construye en aluminio, el Jeep Wrangler no podrá seguir haciéndose en la planta de Toledo (Ohio), cuna del modelo, porque allí los costes de fabricación de una carrocería autoportante son prohibitivos. Justamente a primeros de año, en Detroit, a Marchione se le había llenado la boca al declarar a Automotive News: Nunca se producirá un Wrangler fuera de la planta de Toledo; no al menos mientas yo sea responsable de FCA.
El plan estratégico a 2018 no sólo incluye completar la fusión de Fiat y Chrysler, algo que parece bastante al alcanze de la mano, ya que el propio Marchione cree que dicha fusión podría completarse el próximo día 12 del mes en curso, sino también consolidar y reorganizar las distintas marcas de la nueva FCA y racionalizar la oferta de modelos y multiplicar por cinco la facturación anual de ésta, llevándola a unos 5.000 millones de euros. No está la coyuntura económica mundial en unas condiciones demasiado favorables para que Marchione cumpla este último objetivo.
Aunque las acciones de la nueva FCA empiecen a cotizar en la bolsa de Nueva York el día 13 de este mismo mes, la lista de tareas pendientes para Marchione es aún muy abultada. No sería la primera vez que Marchione no alcanza los objetivos de un plan estratégico y hasta ahora la cosa se ha solventado presentando otro con unos objetivos un poco más ambiciosos. La diferencia ahora es CNH, la compañía norteamericana que parece estar poniendo patas arriba el Arzobispado de Turín y, lo que es peor, parece que quisiera dejarlo en un mero Obispado, puede que hasta sólo una Parroquia. Quizá sea eso lo que más preocupa ahora a Marchione con vistas a 2018.
En mayo último, John Elkann, presidente corporativo de Fiat, admitió que se había discutido un plan para la sucesión de Marchione, pero que ese no era un tema de urgencia. Según Bloomberg, las posibles alternativas a Marchione que se pusieron sobre el tapete fueron Richard Tobin, presidente ejecutivo de CNH Industrial, Mike Manley, presidente ejecutivo y corporativo de Jeep, Alfredo Altavilla, director ejecutivo de operaciones de Fiat para Europa, Africa y Oriente Medio (EMEA) y responsable de desarrollo de negocio, y Cledorvino Belini, responsable de Fiat de Brasil.
De cualquier manera, incluso siendo reemplazado al frente de FCA, no cabe duda de que Marchione seguiría siendo una figura apetecible para otros fabricantes de automóviles e incluso no se podría descartar que alguno de ellos de origen chino se plantease contar con el italo-canadiense en sus planes de desembarco en los mercados occidentales. No le vemos dando conferencias y pescando en un lago.