- Mercedes quiere convertir a los nuevos Vito en su segunda furgoneta global, siguiendo el camino de su hermana mayor, la Sprinter
Mercedes quiere que sus Vito sean la segunda furgoneta global de la compañía, siguiendo los pasos de la Sprine |
En un itinerario que apostamos había sido diseñado por la Consejería de Turismo del gobierno vasco, dado que iba recorriendo uno a uno los edificios emblemáticos existentes entre el aeropuerto de Bilbao y el Parador de Argómaniz, cerca de Vitoria, tuvimos oportunidad de verificar las cualidades de algunos de los modelos de la nueva gama que Mercedes-Benz presentó en Berlín a muy finales del mes de julio último, con una visita a la remozada fábrica de Vitoria, en la que se han invertido 190 millones de euros para adecuar las instalaciones a la producción de los nuevos modelos.
Durante esa visita, Klaus-Jürgen Benzinger, director del proyecto estratégico del nuevo Vito, se mostró orgulloso de la cartera de productos con que contaba la división Mercedes-Benz Vans, cuyas ventas durante los ocho primeros meses de 2014 se habían incrementado un 10 por ciento respecto al mismo período de 2013, alcanzando 180.000 unidades. Nunca habíamos contado con una oferta tan atractiva, manifestó Benzinger.
Emilio Titos, el granadino que dirige la planta de Mercedes-Benz en Vitoria |
Por cierto que, antes de que ninguno de los periodistas se lo plantease, Benzinger salió al paso subrayando las dificultades que plantea introducir un modelo como éste en Estados Unidos y Canadá. Enviaremos en régimen CKD los monovolúmenes para pasajeros por un lado y los de transporte de carga por otro, debido al distinto tratamiento arancelario que unos y otros tienen en Estados Unidos. Es un tema complejo pero que conozco bien, pues no en vano me he pasado 10 años trabajando en el área de comercio exterior y la experiencia que nos ha brindado la Sprinter, la hermana mayor de la Vito, nos ayudará mucho a conseguir que la Vito sea la segunda furgoneta global de Mercedes, comenta el director del proyecto estratégico de la nueva gama Vito.
El impuesto de los pollos
El escollo arancelario a que se refiere Benzinger data de hace del orden de 50 años, cuando Alemania estableció un arancel para frenar las importaciones de pollos procedentes de Estados Unidos. En represalia, los norteamericanos establecieron por su parte un arancel desmesurado para las importaciones de vehículos comerciales fabricados en Alemania (al parecer pensando en penalizar concretamente al Volkswagen Bus o Volkswagen T1), de manera que si a los turismos se les aplica un gravamen del 2,5 por ciento, a los vehículos comerciales el impuesto se multiplica por 10 y llega al 25 por ciento.
Esta barrera arancelaria se utilizó después para frenar las importaciones de los vehículos comerciales procedentes de Japón y en un estado de semilatencia sigue estando en vigor, pensando siempre y sobre todo en los japoneses, pero con el inconveniente de que como su aplicación no parece seguir un criterio uniforme, dado que en la actualidad la globalización de la industria del automóvil hace que todos los fabricantes estadounidenses construyan vehículos en todos los sitios ─salvo en Japón, claro─ de vez en cuando alguna autoridad de las aduanas de Estados Unidos decide desempolvarla y darle un disgusto a algún fabricante.
La formación del personal de la planta de Vitoria para el montaje de los nuevos Vito ha requerido 300.000 horas |
Naturalmente, Ford recurrió el asunto sin que sepamos si consiguió finalmente verse eximida del pago del 22,5 por ciento que le reclamaban los carabineros estadounidenses. Inicialmente al menos, sí tuvo que satisfacer el 25 por ciento de impuestos en las unidades del Transit Connect importadas posteriormente desde Turquía. De ahí que, en parte, Ford tomase la decisión de trasladar la producción de ese modelo desde Turquía a Valencia, y que haya sido uno de los paladines en la consecución de un nuevo tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Europa, el cual se está negociando aún, habiendose abierto hace sólo unos días la segunda ronda de conversaciones.
Klaus-Jürgen Benzinger, director del proyecto estratégico del nuevo Vito |
Obviamente, en Mercedes-Benz Vans han descubierto otra forma de sortear el problema y desde luego no van a exportar las Vito españolas completamente montadas para quitarles en Norteamérica los cristales de las ventanas laterales y los asientos, de ahí que se vayan a exportar en régimen CKD (conjuntos desmontados para su ensamblaje en destino)... o confían en que, para dentro de un año, estadounidenses y europeos hayan firmado por fin el tratado de libre comercio que ahora negocian y el problema del impuesto de los pollos pueda darse por olvidado.
El primer modelo de su segmento con todo tipo de tracción
Volviendo a las características de la nueva gama Vito, desde Mercedes se asegura que es el primer modelo de su segmento que cuenta con unidades de tracción delantera, de tracción trasera y de tracción a las cuatro ruedas. Es precisamente en el modelo de tracción delantera, por su menor precio y su baja tara, donde el fabricante alemán tiene puestas todas las esperanzas de alcanzar sus ambiciosos objetivos de venta para la gama Vito.
La tradicional propulsión trasera es la solución para llevar las cargas más pesadas o para tirar de pequeños remolques y en las aplicaciones que requieren una conducción más dinámica. La tracción total es lo recomendable para circular fuera de carretera, por sendas forestales, caminos sin pavimentar o en condiciones de poca adherencia, señala el director del proyecto estratégico del nuevo Vito, quien recuerda que este último tipo de tracción no se lanzará al mercado hasta el año próximo.
Un instante de la fase inicial del montaje bruto de los Vito |
En cuanto a la transmisión, la oferta básica es una caja manual de 6 velocidades, pero existe la opción de una caja de cambios 7G-Tronic Plus automática ─cuyo mando al volante es, por cierto, el mismo que usan los camiones más pesados de la marca─ la cual se ofrece para los Vito 114 CDI y 116 CDI. En los Vito 119 BlueTEC, dicha caja automática es el equipamiento de serie.
Los ingenieros de Mercedes subrayan la notable reducción conseguida en el consumo, que, según las normas NEDC, es un 20 por ciento inferior al que tenían los Vito anteriores. El consumo normalizado del Vito 116 CDI con el paquete BlueEFFICIENCY se asegura que es de sólo 5,7 litros a los 100 kilómetros.
Mucha dotación complementaria de serie
En el plano de la seguridad, la variante Tourer Select, la más equipada, cuenta con ocho airbags para conductor y pasajeros. Como dotación de serie, los nuevos Vito llevan un sistema de control de atención que avisa al conductor de que puede estar quedándose dormido, al tiempo que se ilumina un testigo en el tablero de mandos con una taza de café, como sugerencia muy recomendable. Asimismo se dispone de serie de un sistema de monitorización de la presión de los neumáticos y del Crosswind Assist, capaz de compensar casi completamente los bandazos originados por rachas de viento lateral. Como opción o en los equipamientos más completos también puede contarse con el sistema de aviso de abandono de carril, con vibración al volante, la ayuda activa al aparcamiento con visión posterior a través de la pantalla del navegador, y un sistema de prevención de alcances o de eliminación de ángulos ciegos.
El acabado Tourer Select es el de mayor empaque de los nuevos Vito |
Los nuevos intervalos de mantenimiento se han alargado un 25 por ciento, siendo ahora cada 40.000 kilómetros o cada dos años. Por el contrario, los costes de mantenimiento y reparaciones se han reducido un 6,4 por ciento, lo que, según Benzinger, faculta ofrecer a los clientes del Vito contratos de mantenimiento mucho más interesantes desde el punto de vista económico.
El director del proyecto estratégico del nuevo Vito subrayó el notable esfuerzo que se había hecho en el plano de la formación del personal con vistas a la producción de la nueva gama: En total, nada menos que 300.000 horas, el equivalente a 30 años de producción, dijo. Sin embargo, a este respecto, Emilio Titos se lamentaba del nulo apoyo prestado por el gobierno vasco, que había denegado o dado la callada por respuesta a todas las solicitudes de ayuda económica para financiar dicha formación.