- El gobierno anuncia otros 175 millones de euros en ayudas para la compra de vehículos más eficientes, con lo que el suma y sigue desde 2012 se eleva ya a 890 millones... ¿Y los demás, qué?
MADRID ─ El gobierno español acaba de anunciar una nueva edición ─será ya la séptima─ del Plan PIVE de ayuda a una supuesta renovación del parque con vehículos más eficientes y ecológicos, que estará dotada con 175 millones de euros. El anuncio se produce cuando aún no se han agotado los fondos asignados al Plan PIVE 6 ─otros 175 millones─ los cuales se cree que podrían consumirse por completo a mediados del mes que viene, aunque los datos que se manejan para argumentar esa fecha son un tanto dispares. Así, según Europa Press, que cita a GANVAM, hasta este momento se habrían hecho 125.493 reservas, lo que supondría un consumo del 75 por ciento de los fondos asignados, pero tan sólo 52.777 expedientes, un 42 por ciento, habrían sido validados y un 93 por ciento de estos últimos (49.083), abonados. Parece pues que la estimación sobre la fecha de agotamiento de los fondos del PIVE 6 está bastante en el aire. IDAE no coincide con GANVAM y estima que, hasta el lunes 13 de este mes, sólo se habría consumido el 72 por ciento de los fondos del PIVE 6. Y, nuevamente, surge la pregunta crítica. ¿Por qué el automóvil sí y los demás no?. ¿Es que ya no se pueden vender automóviles en España sin contar con subvenciones?
Rafael Prieto, director general y vicepresidente ejecutivo de Peugeot para España y Portugal, dijo hace no demasiado que esperaba que la industria española del automóvil podría prescindir de las ayudas e incentivos a la venta en 2016. Nosotros nos tememos que nuestra industria del automóvil se ha acomodado de tal manera a las subvenciones que ya nunca volverá a vender sus vehículos como el frutero vende sus tomates o el zapatero sus zapatos. Y la prueba es que ya han comenzado las lamentaciones respecto a qué va a pasar en diciembre, que el gobierno tiene que dar continuidad a las ayudas para que no haya semanas que se queden al descubierto de la subvención, etc., etc. ¡Pobrecitos!.
¿Y por qué la industria del automóvil sí tiene derecho a esas ayudas y otras muchas industrias y pequeñas empresas no?. En este punto, el lobby automovilístico ─que, naturalmente, ha aplaudido hasta con las orejas el anuncio del PIVE 7─ nos soltaría las letanías y los estribillos acostumbrados de que si se inducen muchos ingresos en las arcas del estado que pueden ser aplicados a otros menesteres, etc., etc. Puede ser, pero hasta ahora no hemos visto que eso suceda en lo que se refiere a ayudar de manera explícita a otras ramas de actividad.
Lo que sí está claro es que, desde 2012, ya van nada menos que siete planes de ayudas que, en conjunto, suman 890 millones de euros, que, esos sí, podrían haberse dedicado a esas otras olvidadas ramas de actividad.
El lobby automovilístico también esgrime para justificar la necesidad de las ayudas a la compra de automóviles el tremendo efecto positivo que los planes PIVE han tenido en la renovación del parque automovilístico español y el incremento asociado de la seguridad del mismo. Como ya hemos dicho en alguna otra ocasión, eso está aún por demostrar, y los del lobby parecen haberse olvidado por completo de dos hechos clave que echan por tierra ese supuesto aumento de la seguridad y reducción de la edad media de nuestro parque.
El primero de esos dos hechos es que, hasta el PIVE 5 ─en el actual PIVE 6 se incluyeron algunas normas par evitarlo─ como quedó demostrado, se estuvieron presentando como vehículos a desguazar, vehículos que ya llevaban mucho tiempo en los desguaces. Es más, es muy probable que algún vehículo fuese utilizado más de una vez con esos mismos fines. ¿Dónde está pues la tan importante renovación?.
El otro hecho es que la Dirección General de Tráfico (DGT) no tuvo más remedio que reconocer a finales de 2013, que en sus registros de parque figuraban más de tres millones de vehículos de los que no podía asegurar realmente que existieran. Que sepamos ─la DGT no ha divulgado demasiada información al respecto─ apenas si se ha podido aclarar la situación real de menos de medio millón de vehículos en una reciente campaña destinada a ello. Es lógico suponer que precisamente esos tres millones y pico de vehículos que se encontraban en el limbo fuesen precisamente los más cargados de años, con lo que su repercusión ponderada en la edad media del parque debería ser muy importante.
¿Cómo nos pueden seguir mareando todos los días muchas agencias de comunicación con montones de argumentos y conclusiones construidos sobre una edad media del parque automovilístico que no se tiene?
Para terminar, sólo decir que el PIVE 7 ahora anunciado para 2015, se articulará sobre los mismos esquemas de la edición precedente: 2.000 euros de ayuda por vehículo (hay dotaciones algo más amplias para familias numerosas y personas de movilidad reducida) de los que la mitad los pone el fabricante y la otra mitad el contribuyente. Los vehículos a entregar para su desguace ─esperemos que de verdad y que los vivos de siempre no hayan encontrado otro agujero legal por donde acabar con la intención de rejuvenecer y mejorar el parque─ deberán tener un mínimo de 10 años de antigüedad.