miércoles, 12 de abril de 2017

LOS FABRICANTES DE CAMIONES PIDEN QUE SE PROHÍBA LA VENTA O PUBLICIDAD DE LOS DISPOSITIVOS FALSEADORES DE EMISIONES

ACEA reclama a las autoridades nacionales y comunitarias fuertes sanciones para los propietarios de los vehículos que los lleven e incluso la inmovilización de éstos



MADRID ─ Ante las noticias aparecidas últimamente en los medios de comunicación sobre el uso por ciertos conductores o flotistas ─con frecuencia originarios de algunos países de Europa del Este─ habían instalado en sus camiones dispositivos que saltaban o emulaban la inyección de AdBlue en los sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) que monta el fabricante de esos vehículos para que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) no superen los límites establecidos en la normativa vigente (Euro VI) en la Unión Europea (UE), DAF Trucks, Daimler Trucks, Iveco, MAN Truck & Bus, Scania, Volkswagen Vehículos Comerciales y el grupo Volvo (Volvo Trucks y Renault Trucks) a través de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) de la que forman parte, han pedido a las autoridades comunitarias que prohíban la publicidad y la venta de esos dispositivos y persigan el uso de los mismos.

Erik Jonnaert, secretario general de ACEA, ha recordado que el sistema SCR es crucial para eliminar, mediante la pulverización del aditivo AdBlue (una solución de urea en agua al 20 por ciento de cencentración) sobre los gases procedentes de la combustión del gasóleo en los cilindros, los NOx, convirtiéndolos en nitrógeno molecular y agua.

Con el uso de tales dispositivos falseadores de las emisiones, los transportistas se benefician de los incentivos económicos que algunos países ofrecen con ánimo de promocionar la renovación de vehículos viejos por otros modernos menos contaminantes, incentivos entre los que se cuenta una importante reducción del peaje en ciertas autopistas.

Hay muchos sitios de Internet de países comunitarios y no comunitarios en los que se anuncian y venden los dispositivos falseadores con una gran variedad de precios y prestaciones, lamenta Jonnaert.

El gobierno de Dinamarca fue el primero en manifestar su preocupación por el asunto y aunque algunos años después, en 2012 concretamente, la propia ACEA expresaba ante la Comisión Europea su temor de que se extendiera el uso de los mencionados dispositivos, lo cierto es que aún no se ha tomado medida alguna desde los estamentos oficiales europeos para acabar con el problema, alegándose que se trataba de una cuestión de régimen interior de los gobiernos de los países miembros de la UE.

Además de que se prohíba la promoción y venta de estos dispositivos, ACEA pide ahora a las autoridades comunitarias y a los gobiernos de los países miembros de la UE que se autorice a la policía a realizar controles aleatorios en carretera para detectar el uso de semejantes dispositivos y que se sancione con una fuerte multa a los que hagan uso de ellos así como que se proceda con los vehículos como cuando se detecta en ellos un fallo grave de seguridad, es decir, inmovilizándolos hasta que el sistema de inyección de AdBlue funcione normalmente y sea eliminado el artilugio fraudulento.

Todo eso está muy bien, pero ACEA podría alzar mucho más la voz si en su división de turismos no se hubieran usado dispositivos para falsear las emisiones de NOx como es el caso comprobado de Volkswagen y otros pendientes de verificación en Renault, Citroën, Peugeot y Fiat, por ejemplo.