viernes, 28 de abril de 2017

NISSAN OPTA POR DEJAR DE HACER CAMIONES EN ESPAÑA

Su planta de Ávila se convertirá en una fábrica de piezas estampadas para recambio de los coches que la Alianza Renault-Nissan fabrica en Europa y sus trabajadores tendrán que aceptar un recorte salarial de entre el 15 y el 20 por ciento si quieren seguir en el nuevo proyecto


El NT400, antes Cabstar, definitivamente dejará
de fabricarse en septiembre de 2019
MADRID ─ Cuando Nissan llegó a España hace 40 años, la actividad de Motor Ibérica, la compañía en que desembarcó la firma japonesa era sobre todo la producción de camiones, contando con una red comercial y de servicio posventa envidia de todos los fabricantes de vehículos industriales entonces establecidos en nuestro país pues no en vano sus camiones Ebro dominaban apabullantemente los segmentos de tonelaje ligero y medio del mercado español. Ahora, 40 años después ─un tiempo mucho más corto cuando se mide con los relojes orientales─ todo eso ha llegado a su fin.

Sólo dos meses y unos pocos días, incluyendo las vacaciones de Pascua, ha requerido el estudio en profundidad que Nissan prometió a los trabajadores en su planta de ensamblaje de camiones de tonelaje ligero y medio en Ávila para encontrar una solución que permitiera mantenerla abierta y evitar el despido de los 471 trabajadores que aún conserva hoy.

En efecto, el estudio había sido prometido el 16 de febrero de este mismo año por Alan Johnson, vicepresidente de operaciones industriales de Nissan España. Ahora, José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España y máximo representante de la Alianza Renault-Nissan en nuestro país, como vicepresidente ejecutivo global de producción y logística de dicha Alianza, ha anunciado a los trabajadores de Ávila que el montaje del camión NT400 (antiguo Cabstar) ─el único que se sigue realizando en esas instalaciones después de que el montaje de su hermano mayor NT500 (antiguo Atleon) se interrumpiera abruptamente a finales del año pasado─ se abandonará definitivamente en septiembre de 2019 y que la planta abulense será reconvertida en un centro de producción de recambios de estampación para el mercado de posventa de los coches montados por la Alianza en Europa, los cuales irán destinados a en una proporción del 70 por ciento a Renault y del 30 por ciento a Nissan.

Un acuerdo de intenciones con letra pequeña

La solución es la única alternativa que ven en la Alianza para que los trabajadores de Ávila puedan mantener sus puestos de trabajo, pero De los Mozos subrayó que el compromiso de empleo es sólo una intención, ya que la producción del NT400 hasta septiembre de 2019 sólo necesita 379 puestos de trabajo, una forma de advertir que hay un centenar de puestos de trabajo en el aire.

Alan Johnson, vicepresidente de operaciones industriales de Nissan
España y, a la derecha, José Vicente de los Mozos, máximo representante
de la Alianza Renault-Nissan en nuestro país
Pero la oferta presentada al comité de empresa de Nissan Ávila tiene también una parte de letra pequeña en la que se indica que, para continuar trabajando con la Alianza, Nissan requiere que los trabajadores de Ávila se adhieran al acuerdo laboral Renault-Nissan para la región de Castilla y León, lo que en la práctica significa adherirse al acuerdo laboral de Renault, que tiene tres plantas en esa región ─dos en Valladolid y la otra en Palencia─, mientras que Nissan sólo tenía la de Ávila. No puedo tener en una misma Comunidad Autónoma (Castilla-León) unas plantas con un convenio y otras con otro, subrayó De los Mozos. En cualquier caso, la planta de Ávila seguirá siendo gestionada por Nissan,

Pero, según el comité de empresa de Nissan en Ávila, esa oferta perjudica mucho al trabajador porque significa una reducción de entre el 15 y el 20 por ciento de su salario. La empresa ha ofrecido un bono de compensación de dos años y medio de esa diferencia y, en el caso de que los empleados prefieren dejar la fábrica, un incentivo de 50 días de salario por año trabajado.

La parte laboral ha acogido muy mal la decisión de abandonar la producción de camiones y ha acusado a Nissan España de haber favorecido desde hace mucho tiempo la línea de negocio de los coches y de no tener suficiente interés por los camiones. La empresa ha tomado decisiones incomprensibles y erráticas en los últimos años en relación con el montaje de camiones, como la contratación del suministro de componentes para camiones en China cuando se fabricaron en España, con el fuerte impacto que esto tiene en los costes logísticos, apuntan desde el comité de empresa.

No es rentable seguir haciendo camiones en Ávila

Nissan justifica el abandono de la producción de camiones señalando que aunque habían considerado la posibilidad de seguir ensamblando el NT400 más allá de 2019, pero que ello obligaba a la compañía a actualizar los motores de los mismos para cumplir con la normativa europea de emisiones, cuyo calendario de aplicación había sido adelantado de 2023 a 2019. Pero esta opción no es económicamente viable, advirtió De los Mozos, que añadió que los componentes y repuestos para el mercado de posventa son una actividad muy importante que genera el 10 por ciento de la facturación anual de un fabricante de automóviles , destacando que la planta de Ávila construirá unas 80.000 piezas al mes, .

Pero en el comité de empresa no acaban de ver las perspectivas de futuro de una fábrica de tales características dado que sería la única de su tipo que la Alianza tendría en Europa.

La posible transformación de la planta de Ávila para producir piezas de recambio para carrocerías también ha generado cierta inquietud en el parque de proveedores de las fábricas que Renault tiene en Valladolid y Palencia, dada la proximidad de Ávila, pero De Los Mozos ha asegurado que la futura instalación no tendrá impacto alguno en el empleo de Castilla-León.

Vista aérea de las instalaciones de Nissan España en Ávila, que dejarán
de fabricar camiones para convertirse en una planta de estampación de
piezas de chapa... o serán cerradas y despedidos sus 471 trabajadores
Si el comité de Nissan Ávila acepta la propuesta presentada por la parte empresarial, Nissan España invertirá alrededor de 40 millones de euros con el fin de transformar la planta, lo que conllevará la construcción de dos nuevos edificios, uno de estampado ─que albergará cinco prensas de estampación─ y otro para almacenar lo producido. En total, las actuales instalaciones cubiertas se verían ampliadas en unos 35.000 metros cuadrados a costa fundamentalmente del terreno que ahora ocupa la pista de pruebas de camiones.

Nissan España dice que el Gobierno regional de Castilla y León ha manifestado a la empresa su disposición a financiar la construcción del edificio de estampación, pero el gobierno español, por orden de la Comisión Europea (CE) se supone que está verificando que Nissan ha cumplido todos los compromisos de inversión adquiridos con respecto a la planta de Ávila para acceder a las ayudas financieras que el gobierno autónomo de Castilla-León había otorgado a las instalaciones abulenses.

La CE teme que las inversiones anunciadas por Nissan para convertir la planta de Ávila en una fábrica de componentes puedan ser parte de las inversiones comprometidas pero no realizadas para impulsar la producción de camiones, pero desde la compañía aseguran haber cumplido todos sus compromisos a este respecto y estar muy tranquilos porque esa investigación demostrará que ha sido así.