lunes, 15 de marzo de 2021

UN MAN TGM TOTALMENTE ELÉCTRICO PONE EN EVIDENCIA LAS VENTAJAS DEL REPARTO NOCTURNO

🔸 El problema es que los comercios minoristas no podrían abastecerse de mercancías mientras están abiertos al público, lo que puede suponer un aumento de los costes



MADRID ─ Al igual que muchas otras grandes ciudades europeas, la ciudad alemana de Múnich viene sufriendo desde hace años un considerable aumento del tráfico y de la contaminación atmosférica. Una forma de luchar contra ello consistiría en modificar la forma tradicional de proveer de bienes y mercancías al centro de la ciudad, entregándolos a los minoristas fuera de las horas punta, preferentemente en horario nocturno, pero eso plantea un grave problema: la generación de ruido en los períodos de descanso, inconveniente que podría paliarse en gran medida utilizando camiones con motor eléctrico. A tal fin, MAN, el constructor alemán de vehículos industriales, ha estado realizando pruebas con un camión de reparto totalmente eléctrico, un MAN eTGM, que han demostrado que realizando las entregas en las horas de menor actividad podría conseguirse un ahorro de tiempo de entre el 15 y el 30 por ciento, amén de casi duplicarse la puntualidad en el reparto.
La entrega de la mercancía a esas horas con camiones eléctricos viene también a reducir las molestias que el ruido puede ocasionar en el vecindario ya que estos vehículos rebajan la percepción del ruido hasta en una cuarta parte y, en ocasiones, hasta casi la mitad que cuando los camiones de reparto van impulsados por un motor de explosión, especialmente a velocidades inferiores a 30 kilómetros por hora.

Las pruebas que comentamos fueron llevadas a cabo por MAN en el marco del proyecto ZEUS, acrónimo de Zero Emission off-peak urban deliverieS o Repartos urbanos de cero o bajas emisiones, que lleva a cabo el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología para la Movilidad Urbana.

Un reto peliagudo pendiente aún de superar es el hecho de que los comercios minoristas tendrían que reestructurar la recepción de sus mercancías a las horas de menor afluencia, lo que puede suponer un aumento de los costes para dichos comercios, al tener estos que disponer de personal en horario nocturno para aquella recepción.