🔸 El constructor sueco reconoce que el problema, que ya había aparecido en febrero último, se va a agravar en el segundo trimestre de 2021
El problema reviste ya tal importancia que se estima que sus consecuencias tengan un impacto negativo apreciable en los beneficios y el flujo de caja del grupo Volvo, que asegura estar trabajando duramente junto con sus socios comerciales para minimizar la cantidad de vehículos afectados y el impacto en los clientes manteniendo la flexibilidad para poder aumentar la producción cuando sea posible.
Ya a mediados del mes de febrero de 2021 la escasez de semiconductores (chips) había provocado paros de hasta semanas completas en la producción de camiones en la fábrica que Volvo tiene en Gante (Bélgica).
Claes Eliasson, portavoz de Volvo, manifestaba entonces su esperanza de que los problemas de producción no fueran más allá del primer trimestre de 2021, pero como vemos, van a continuar al menos durante el segundo trimestre.
La escasez de semiconductores viene afectando desde hace meses a muchos de los fabricantes de automóviles de todo el mundo, obligándolos a recortar o detener la producción mientras la industria productora de chips lucha por mantenerse al día con la recuperación en el sector del automóvil.