🔸 Pese al descenso de la demanda de transporte debido a la pandemia COVID-19, una nueva encuesta de la IRU así lo hace suponer
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La IRU resalta la importancia que tendría la incorporación de la mujer a la profesión para frenar la escasez de conductores |
MADRID ─ La Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU, por sus iniciales en inglés) ha hecho públicos los resultados de una nueva encuesta sobre la escasez de conductores profesionales que pone en evidencia que el problema continúa afectando a los transportistas de todo el mundo. Al encuestar a 800 empresas de transporte por carretera de 23 países, la IRU descubrió que en 2020 la escasez de conductores se agudizó en Eurasia, donde no se cubrieron el 20 por ciento de los puestos de conductores profesionales. China fue el país menos afectado con solo el 4 por ciento de los puestos de trabajo sin cubrir. En otras zonas geográficas, la escasez de conductores fue menos grave en 2020 que en 2019 debido a la pandemia. Por ejemplo, en Europa, los puestos de conductor sin cubrir se redujeron en alrededor de tres cuartas partes, pasando del 20 por ciento a sólo el 5 por ciento para los conductores de autobuses y autocares y del 24 por ciento al 7 por ciento en el caso de los conductores de camiones.Sin embargo, las empresas de transporte pronostican que la escasez de conductores se intensificará nuevamente en 2021 a medida que las economías se recuperen y la demanda de servicios de transporte aumente. Las empresas europeas esperan un déficit de conductores del 17 por ciento en 2021. Se estima que este déficit alcanzará el 18 por ciento en México, el 20 por ciento en Turquía, el 24 por ciento en Rusia y casi un 33 por ciento en Uzbekistán.
La encuesta de la IRU también investigó las razones de la escasez de conductores, y encontró que la falta de conductores capacitados era la causa principal en todas las regiones, según el 38 por ciento de los encuestados.
En cuanto al acceso de más mujeres a la profesión de conductor, la encuesta apunta que los esfuerzos de la industria del transporte por atraer a más mujeres en todas las partes del sector han dado resultados variopintos. Solo el 2 por ciento de los conductores de camiones en todo el mundo son mujeres y todos los países encuestados vieron caer el porcentaje de conductoras de camiones. Sin embargo, sí se registraron señales alentadoras en Europa donde la proporción de mujeres conductoras de autocares y autobuses pasó del 10 por ciento al 16 por ciento en 2020.
Más frustrantes parecen los resultados de cara a atraer a la profesión conductores jóvenes. En efecto y aunque dado que el desempleo juvenil supera el 30 por ciento en algunos países, atraer a los jóvenes al sector debería ser sencillo. Pero la realidad es tozuda y según la encuesta de la IRU, el porcentaje de conductores de camiones menores de 25 años cayó desde niveles ya bajos en casi todo el mundo durante 2020, hasta, por ejemplo, el 5 por cieno en Europa y Rusia, el 6 por ciento en México y el 7 por ciento en Turquía. Estando la edad promedio de los conductores profesionales de camiones a nivel mundial cercana a los 50 años, la IRU subraya que esta bomba demográfica de tiempo solo empeorará si no se toman medidas para reducir la edad mínima del conductor.
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Umberto di Pretto, secretario general de la IRU |
Los gobiernos deben actuar sobre la seguridad en las zonas de estacionamiento y en mejorar las condiciones de trabajo, la capacitación y la reducción de la edad mínima del conductor, especialmente para ayudar a que los jóvenes y mujeres desempleados ingresen a la profesión, reclama Umberto di Pretto, secretario general de la IRU.Una mayor inversión en la seguridad de las áreas de descanso para solucionar el enorme déficit global actual haría más atractivas las condiciones de trabajo de los conductores de larga distancia y contribuiría a que más personas se pusieran al volante, especialmente mujeres.
El hecho de que la edad mínima para poder ser conductor profesional sea de 21 años o más en muchos lugares, crea, en opinión de la IRU, una gran brecha entre la salida de las escuelas y el momento de poder sentarse al volante. Los gobiernos deberían establecer la edad mínima para los conductores capacitados en 18 años, con capacitación a partir de los 17, con el fin de desbloquear todo el potencial de la profesión como motor de trabajo global, insisten desde la IRU.
La IRU no ha pasado por alto el deficiente trato que los conductores profesionales reciben en los lugares donde deben entregar la mercancía que transportan en sus camiones, obligándoles a descargar estos.
Para colmo de males, los controles fronterizos que se han impuesto durante 2020 para, supuestamente, frenar la extensión de la pandemia han venido a acrecentar la insatisfacción de los conductores.
Las soluciones están ahí, pero si los gobiernos no actúan ahora para facilitar el acceso a la profesión, mejorar las condiciones de trabajo y mejorar la fuerza laboral, la escasez de conductores continuará perturbando y eventualmente dañando irreparablemente las redes de movilidad vitales y las cadenas de suministro, concluyó Umberto di Pretto.