🔸 El organismo considera que las pruebas obligatorias de COVID-19 en las fronteras de acceso a Alemania rompen los compromisos adquiridos por el gobierno de este país en materia de vías verdes y libre circulación de mercancías
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Ángela Merkel, presidenta del gobierno alemán |
Para la IRU, tener a los conductores de camión haciendo cola durante horas y horas a temperaturas bajo cero en centros de pruebas improvisados junto a la cuneta de la carretera sin un control físico adecuado de la distancia no solo no tiene sentido, sino que es peligroso.
Solos en su cabina y trabajando con estrictas medidas de higiene, los conductores de camiones suponen un riesgo mínimo para la propagación del virus, recalca el secretario general de la IRU, Umberto de Pretto.
Desde la IRU se subraya que Alemania ha sido durante mucho tiempo adalid del libre comercio en el mercado único europeo y ruegan a la canciller Merkel que reconozca el daño que la decisión de su gobierno está causando, especialmente en los países vecinos, y que exima de inmediato a los conductores de camiones de las pruebas obligatorias de COVID-19 para que puedan hacer su trabajo y mantener las cadenas de suministro en movimiento.