miércoles, 12 de octubre de 2016

¡QUE ERA UNA BROMA, HOMBRE!, ¡QUE ERA UNA BROMA!

Daimler dice ahora que ellos no van a dejar de invertir en el desarrollo del motor de explosión El Ministerio de Industria prepara un nuevo Plan Movea de ayudas a la compra de vehículos propulsados por combustibles alternativos


Los EQ eléctricos presentados por Mercedes en el Salón
del Automóvil de París, contribuyeron a disparar este año
las inversiones del grupo Daimler, que asegura que no va
a dejar de invertir en el desarrollo de sus motores de

combustión interna
MADRID ─ Después de la campaña que han montado en días recientes en pro de los vehículos eléctricos, los fabricantes se percatan ahora de que los políticos se lo han creído y empiezan a echar atrás los caballos poco menos que diciendo ¡Qué era una broma, hombre!, ¡Qué era una broma!. Y unos de los que se lo han creído es el Ministerio español de Industria que, según informa nuestra colega La Tribuna de Automoción, prepara una nueva edición del Plan Movea para promocionar las ventas de vehículos propulsados por combustibles alternativos, edición que irá dotada, como la precedente, de un fondo de 16,6 millones de euros. No está mal para un gobierno que, según parece, dejará de estar en funciones a comienzos del mes que viene, y que se encontrará, entre otros muchos retos, el de rebajar el gasto en 5.500 millones de euros.

En efecto, quizá asustada al conocer que el gobierno alemán se muestra partidario de prohibir la fabricación de vehículos propulsados por motores de combustión interna a partir del año 2030 y que así piensa proponérselo a la Comisión Europea (CE), Daimler ha anunciado que va a recortar sus inversiones en fábricas, equipo y nuevas tecnologías, después del pico que dichas inversiones han alcanzado en el presente año, en parte debido al lanzamiento en este último Salón de París de EQ, su posible futura marca de coches eléctricos.

Desde el gigante alemán se advierte que, aunque en el año 2025 hayan conseguido que una cuarta parte de sus ventas corresponda a vehículos eléctricos, no por ello van a dejar de invertir en el desarrollo de los motores de explosión. ¡Pues difícil lo tiene el director financiero que tenga entonces Daimler si sólo le dan cinco años para amortizar las inversiones realizadas hasta 2025!.

Dieter Zetsche, presidente ejecutivo de Daimler, ha subrayado que con vehículos convencionales aún más eficientes también se contribuirá a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por un largo período de tiempo.

¡Son las cosas que ocurren cuando uno se pasa con la campaña de marketing!.

Y nuestras autoridades, inasequibles al desaliento... del gasto público

Aparte de los legisladores alemanes, donde también parece que se han creído eso del futuro inmediato de los coches eléctricos es, como decíamos, en nuestro Ministerio de Industria, que podría estar preparando una nueva edición del Plan Movea de ayudas a la difusión de vehículos propulsados por combustibles alternativos.

Según nuestra colega La Tribuna de Automoción, la ayuda sería de sólo 4.000 euros por vehículo para las empresas, en lugar de los 5.000 de la edición previa, mientras que los particulares seguirán disponiendo de los 5.500 euros de la edición precedente.

En realidad, pensamos nosotros, planes como el Movea, no dejan de ser otra campaña de márketing, ya que los particulares consumen una mínima parte de esas ayudas, yendo a parar la mayoría a empresas privadas y también a empresas públicas que usan esos vehículos para promocionar una imagen de limpieza y respeto al medio ambiente.

No está mal para un Ministerio en tránsito de un gobierno que, si como parece va a recuperar sus plenos poderes a finales de mes, lo primero que tendrá que hacer es recortar 5.500 millones de euros de sus presupuestos para 2017.

¿Que la dotación del futuro Plan Movea es una nimiedad en comparación con esa cifra?. Sí, pero en matemáticas se dice que la suma de muchos infinitésimos no es otro infinitésimo. ¿Cómo se piensan los políticos que ahorran las familias?. ¡Pues recortando un poco de aquí y otro poco de allí!. Claro que las familias de los políticos suelen desconocer esas estrecheces.