sábado, 15 de octubre de 2016

AUDI DEJA DE FABRICAR SU MODELO R-8 e-TRON

► La producción de este supercoche eléctrico, cuyo precio era de un millón de euros, ni siquiera ha alcanzado el centenar de unidades

Actualizado el 16.10.2016, a las 14:30


El Audi R8 e-tron, un supercoche eléctrico de un millón
de euros, deja de fabricarse por su fracaso de ventas
MADRID ─ Según asegura la revista Car and Driver, Audi ha decidido cancelar la producción de su modelo R8 e-tron, un supercoche eléctrico puro, dado su escaso volumen de ventas, pues ni siquiera se han llegado a fabricar 100 unidades del mismo. Corta ha sido la vida de este vehículo, que fue exhibido en el Salón del Automóvil de Ginebra del año pasado. Con un precio de un millón de euros, no puede decirse que este supercoche fuera una bagatela precisamente. ¿Estamos ante un caso similar al del Phaeton de Volkswagen (VW)?. ¿Cómo es posible que una marca como Audi cometa semejante error de cálculo en el lanzamiento de un vehículo?. En las líneas que siguen trataremos de encontrar una respuesta a estas preguntas.

No está nada claro el por qué del fracaso del supercoche de Audi, pero comencemos por el principio. La idea de lo que terminaría siendo el R8 e-tron presentado el año pasado en Ginebra debió nacer en realidad cuando la crisis financiera aún no había estallado aunque estuviera a punto de hacerlo, ya que su primera aparición en público, aún en forma de vehículo concepto, tuvo lugar si no nos falla la memoria en 2009, en el Salón del Automóvil de Francfort de ese año.

Nadie sabía entonces cuán profundas y largas iban a ser las consecuencias del fin de la burbuja económica. Quizá por ello el entonces responsable de I+D en Audi, Michael Dick, siguió adelante con el proyecto, confiando quizá en que los potenciales clientes de un vehículo como ese suelen superar sin problemas irresolubles esas debacles financieras.

Primer abandono

Sea como fuere, lo cierto es que en 2012, apenas dos años después de aquel Salón de Francfort, Wolfgang Dürheimer, que había tomado el relevo de Michael Dick al frente del departamento de I+D de Audi, decidió abandonar el proyecto, debido quizá a que Dick no había tenido en cuenta un aspecto importante. Y es que tan potentados clientes gustan de hacerse notar lo más posible cuando salen a pasear con sus supercoches, algo a lo que les ayuda en gran manera el rugido de los potentísimos motores de sus Lamborghini o Ferrari, por citar dos marcas bien conocidas, que es lo que hace al resto de los pobres mortales buscar rápidamente con la vista el origen del ruido para seguirlos luego con la mirada hasta que se pierden de vista.
Esquema de la refrigeración de uno de los motores
eléctricos que propulsan al Audi R8 e-tron

Pero el R8 e-tron era un vehículo eléctrico que pese a sus dos motores eléctricos ─finalmente uno en cada rueda posterior, aunque inicialmente se había pensado en cuatro (Quattro), uno por rueda─ tenía una emisión sonora bajísima en comparación con aquéllos, por lo que los conductores del supercoche de Audi apenas iban a ser envidiados, pasando con frecuencia hasta inadvertidos, algo que suele resultar insoportable para ese estrato de la sociedad.

Desapareciendo y apareciendo, como el Guadiana

Cuando ya la mayor parte de los países más desarrollados habían superado la crisis financiera, Ulrich Hackenberg, que había sucedido a su vez a Wolfgang Dürheimer al frente del departamento de I+D de Audi, decidió relanzar el proyecto haciendo que el R8 e-tron resucitara en el referido Salón de Ginebra de 2015.

Después de su reaparición en Ginebra, el supercoche fue exhibido dos meses después también en el CES de Shanghai, un certamen tecnológico que suele contar con mucha presencia de los fabricantes de automóviles que buscan reforzar allí su imagen de marca, pero en un momento en que la economía china no se encontraba en su mejor estado de salud, pese a que es evidente que el número de millonarios chinos crece por momentos.

Tras esas dos reapariciones y el anuncio de que entraría en producción a finales de 2015, nada se volvió a saber del R8 e-tron hasta ahora, en que surge la noticia de un nuevo abandono del proyecto.
Existe un cierto paralelismo entre la historia del Audi R8
e-tron y la del Volkswagen Phaeton (en la foto)

¿Un precedente?

¿Estamos ante un caso paralelo al del Phaeton de VW?. Salvando,claro está, las sustanciales diferencias en el enfoque de ambos vehículos, es indiscutible que hay elementos comunes en sus respectivas historias, aunque la del Phaeton es el doble de larga: apariciones y desapariciones ─en el mercado estadounidense sólo se vendió entre 2004 y 2006─, nivel de ventas muy bajo y, finalmente, cierre de una fábrica en Dresde (Alemania) construida específicamente para su producción..

De hecho, puede que la historia del Phaeton hubiera sido bastante más corta de no haber contado ese modelo con el apoyo a ultranza de Ferdinand Piëch, el que fuera presidente durante muchos años del grupo VW. Es muy significativo que el cese de producción del Phaeton se anunciase menos de un año después de que Piëch se viera forzado a dejar su cargo en abril de 2015.

Hay quien cree que Audi realmente nunca tuvo mucho interés en su supercoche, pues no lo promocionaba y ni siquiera aparecía, o lo hacía muy poco, por Internet, acompañado de personajes populares o famosillos. ¿Por qué?... ¿Porque la compañía alemana, pese al alto precio del R8 e-tron, perdía mucho dinero por unidad vendida?. ¿Tanto que ni siquiera se podía aceptar como una inversión en imagen de marca?. ¿Era más adecuado ahorrar ese dinero para prevenir las consecuencias financieras que el escándalo de las emisiones de los motores Diesel del grupo VW, en el que Audi se integra, pudiese tener?.

Chi lo sa?, que dicen los italianos.