🔸 Eran los tiempos de la primera crisis del petróleo y tuvo que ver primero con los modelos F100 y F260, actualización de las furgonetas que FADISA construía en Ávila, y luego con el F-275
MADRID ─ Unas horas después de publicar en este blog mi artículo sobre el intento de comercialización de los camiones españoles Alas (Avia) en el mercado belga allá por 1974, recibo un mensaje de mi amigo Andrés que me escribe desde California, mientras se encuentra desayunando, y me dice que acaba de aparecer en la sala el mayor de sus nietos varones, fiel seguidor de MOTORSCOPIO, con un laptop en cuya pantalla puede verse una foto de un barbudo y desaliñado personaje que en 1973 se encontraba en Bruselas, próximo al célebre Atomium. Andrés me dice que la lectura del artículo le ha traído a la memoria que en ese mismo año, 1973, él estuvo llevando a cabo algunos trabajos para Aeronáutica Industrial (AISA) el fabricante de los camiones Alas (Avia).Furgoneta Ebro F-108, que se fabricó en España en los años 1970.
(FOTO: Wikipedia)
Por aquel entonces, yo había abierto en Madrid una pequeña oficina de ingeniería y había contratado a tres delineantes proyectistas, pero no nos salía trabajo y el negocio no funcionaba, pese a que mandábamos cartas a todo el mundo ofreciendo nuestros servicios de realización de planos y trabajos de diseño mecánico, recuerda Andrés.
Afortunadamente, un buen día, mi amigo Andrés y sus delineantes proyectistas recibieron un encargo de Aeronáutica Industrial (AISA) que en aquellos momentos estaba preparando las furgonetas F100 y F260 ─un aggiornamento (actualización) de las Alfa Romeo que FADISA, ya propiedad de Motor Ibérica, fabricaba en Ávila─ en el que les pedían dibujar todos los planos de la suspensión anterior y la dirección de aquellos vehículos de tracción delantera, porque ellos no acertaban con lo de las juntas homocinéticas.
Les hicimos el trabajo a base de tiralíneas, rotring, papel vegetal y, por supuesto, tableros de dibujo. Yo, para tirarme el moco con ellos, compré tres tableros ZUCOR BIEFFE que entonces era lo máximo, dice Andrés.
Pero era el año 1973, el año en estalló la primera crisis del petróleo y la industria del motor se resintió mucho por ello, recortando gastos, cancelando proyectos, etc.
Furgoneta Alfa Romeo F100 fabricada en Ávila por FADISA |
AISA terminó pagando a Andrés al cabo de 6 meses, una demora que entonces era habitual no ya cuando se trabajaba con organismos de la Administración sino simplemente con empresas grandes.
Aquel pago vino acompañado de un nuevo encargo por parte de AISA.
En su nuevo pedido, nos mandaban hacer los planos de una versión de la misma furgoneta pero con tracción trasera, con diferencial, creo que era la F275, que salía más barata que la F100 pues hacer las juntas homocinéticas de la tracción delantera les daba muchos problemas a la hora de rectificar en forma esférica los alojamientos de las bolas o esferas, alojamientos que salían muy caros de hacer, recuerda Andrés.
También adaptamos aquel diseño para poder usar unas bolas de unos rodamientos que hacía SKF, en una fábrica que esta compañía sueca tenía junto a la autopista de Barajas, frente a la chuletera de San Fernando, nada más pasar la fábrica de Pegaso, concluye Andrés.