🔸 La actual crisis energética está forzando a parar a los principales fabricantes europeos de esta sustancia imprescindible para el funcionamiento de muchos motores Diesel
MADRID ─ La compañía eslovaca Duslo, principal fabricante europeo de AdBlue, perteneciente al grupo Agrofert, y otras firmas como la española Fertiberia o la italiana Yara, que también producen AdBlue, han suspendido la obtención de este producto durante un tiempo de al menos algunas semanas, aunque parece más probable que sea durante algunos meses, debido al encarecimiento del gas natural. La medida ha desatado la preocupación entre los transportistas ya que el AdBlue es imprescindible para el funcionamiento de los motores Diesel que reducen sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) mediante el sistema de reducción catalítica selectiva (SCR). El AdBlue es una solución de urea en agua con un 32,5 por ciento de concentración. La urea, un producto que se encuentra presente en la orina humana, se obtiene industrialmente como subproducto de la fabricación de fertilizantes nitrogenados.
En los camiones, y también en muchos turismos, Diesel que utilizan la tecnología SCR, el AdBlue va en un pequeño depósito independiente del que lleva el gasóleo, porque el AdBlue no se mezcla con el combustible antes de la combustión de éste, sino que se pulveriza sobre los gases procedentes del escape del motor. Esos gases se hacen pasar después por un catalizador intercalado entre el motor y el final del tubo de escape donde se produce una reacción química que hace desaparecer una gran proporción de los óxidos de nitrógeno que arrastraban dichos gases transformándolos en productos mucho bastante menos nocivos como agua, nitrógeno molecular y pequeñas cantidades de CO2., productos estos dos últimos presentes en el aire que respiramos.
El nombre AdBlue es una denominación registrada por la Asociación Alemana de Fabricantes de Automóviles (VDA) por lo que es de uso común en Europa, pero el mismo producto es más conocido en Norteamérica y otros mercados por la denominación más genérica de Diesel Exhaust Fluid (DEF) o Fluido para el Escape del Diesel.
Es natural que la suspensión del suministro de AdBlue por parte de sus fabricantes haya desatado gran inquietud entre los transportistas porque cuando el sistema SCR de sus vehículos detecta que no recibe dicho producto, reduce notablemente el régimen de giro y, en consecuencia, la velocidad de los camiones, dando margen para llegar a una gasolinera y volver a rellenar el depósito de AdBlue. Incluso, cuando se rebasa un cierto número de kilómetros recorridos sin que se pueda pulverizar el AdBlue sobre los gases del escape, el motor puede llegar a pararse, deteniendo el camión.
Hay que tener en cuenta que el sistema SCR viene utilizándose desde que se implantó la normativa Euro 5 y llevamos ya unos cuantos años en la Euro 6, lo que significa que son muchos los camiones que pueden resultar afectados por una repentina escasez de AdBlue.
Las primeras reacciones de los transportistas ante el problema han sido las de acaparar AdBlue, lo que sin duda terminará provocando un encarecimiento del producto. En el momento de escribir estas líneas, en Amazon aún se puede conseguir un depósito de 20 litros de AdBlue por 35 a 37 euros.
Los vehículos que llevan tecnología SCR gastan una cantidad de AdBlue que viene a ser de entre un 3 y un 7 por ciento de lo que el vehículo gasta en combustible (en cuanto a cantidad, no en cuanto a precio).