🔸 Iveco Pegaso pudo obtener unas plusvalías de 95 millones de euros de la venta con fines inmobiliarios de parte de los terrenos de la fábrica de Barajas que se decidió en el año 2000
MADRID ─ Comentando con mi amigo Andrés el artículo que publiqué hace unos días sobre cómo el paso del tiempo había hecho que Iveco Pegaso evolucionara de intentar exportar sus Eurotrakker a Corea del Sur a encontrarse en la tesitura de ser vendida a los chinos, me decía Andrés que él no descartaba que en tres o cuatro años la actual fábrica de Barajas desapareciese y sus terrenos fueran vendidos con fines inmobiliarios. Andrés recordaba que, intentando comprar Astilleros de Santander (Astander) a finales de los 90, visitó en varias ocasiones las dependencias del Instituto Nacional de Industria (INI) ─hoy Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)─ y durante las largas esperas que tuvo que hacer para ser recibido por distintos funcionarios con los que pretendía aclarar detalles de la situación financiera de ASTANDER, descubrió que, en una especie de biblioteca que había en el edificio de la plaza del Marqués de Salamanca en Madrid, atendida por dos personas y siempre vacía de visitantes, se hallaba un centro de documentación al que se podía acceder libremente.
El comunicado advertía que aunque las dos nuevas sociedades no iban a poder constituirse hasta que no se hubiera otorgado la escritura de escisión, su vida contable comenzaría desde el 1 de enero de 2000, asumiendo cada una de ellas todas las operaciones y obligaciones relativas a la parte que les fuere transferida por la escisión. El capital social de la nueva Iveco Pegaso S.L. iba a ser de 105.213.628 euros, que sumados con otros 182.507.675 de euros ─en concepto de prima de asunción─ constituían el valor real del patrimonio traspasado desde la antigua Iveco Pegaso a la nueva. El capital social de Inmobiliaria Urbánitas quedaba fijado en 13.987.727 de euros que, junto con una prima de asunción de 24.263.814 de euros, constituían el valor real del patrimonio traspasado desde la antigua Iveco Pegaso S.A. a la nueva sociedad inmobiliaria.
Visión parcial de los terrenos ocupados por la fábrica de Pegaso en Barajas, junto a la carretera de Barcelona, hacia el año 1950 |
Dado que el único accionista de Iveco Pegaso S.A. era Iveco NV ─que seguiría siendo también el único accionista de las nuevas Iveco Pegaso S.L. e Inmobiliaria Urbánitas S.L.─ la escisión no supondría en sí misma plusvalía ni beneficio alguno para el grupo italiano. Sin embargo, algunas fuentes consultadas entonces por el autor de estas líneas fijaban en unas 50.000 pesetas por metro cuadrado el precio por repercusión de los terrenos para usos terciarios en la zona próxima. El precio por repercusión es el sistema que se aplica para la venta de terrenos y que atañe al precio por metro cuadrado que se vaya a edificar, para compensar la construcción en varias alturas.
¿Plusvalías de 95 millones de euros?
Usando aquel baremo, los 402.700 metros cuadrados transferidos a Inmobiliaria Urbánitas supondrían unos 22.150 millones de pesetas (más de 132 millones de euros), supuesta una edificación en poco más de una altura; ahora bien, como en zonas aledañas parecía que estaban permitidas en aquellos momentos hasta siete alturas, esa cifra podía dispararse. Siendo el patrimonio de la nueva Inmobiliaria Urbánitas de 38,25 millones de euros (casi 6.365 millones de pesetas) estaríamos hablando de unas plusvalías de 95 millones de euros (15.800 millones de pesetas), tirando muy por lo bajo.
Foto de archivo de las obras de Construcción del edificio de control en la entrada de la fábrica de Pegaso en Barajas |
Como era de prever, al conocer la noticia, los sindicatos manifestaron su decepción por lo que consideraban, si no una esquilmación del patrimonio de la antigua ENASA PEGASO, al menos una clara descapitalización de la actual Iveco Pegaso y han anunciado su propósito de oponerse frontalmente al proyecto de escisión.
Por su parte, la Administración española siempre procuró eludir el peliagudo tema de la propiedad de los terrenos de Barajas, que inicialmente no eran del INI, sino de un patronato que había concedido a este Instituto únicamente el derecho para utilizarlos industrialmente, un patronato que probablemente sólo se extinguió por la muerte de todos sus miembros, dejando ahí una laguna legal importante.
Pero el hecho de que el INI se aviniera a comprar a Iveco en 1991 una franja de terreno de 120.000 metros cuadrados aneja a las instalaciones de Iveco Pegaso S.A. por la parte más próxima a Barcelona, supuso para Iveco un reconocimiento de facto de la propiedad de los terrenos de Barajas por parte de la Administración española.
Precisamente esa superficie de 120.000 metros cuadrados que el INI había comprado a Iveco Pegaso en 1991 es la que el INI puso en venta en julio de 2000 como superficie para usos terciarios, aprovechando que el Ayuntamiento de Madrid, al frente del cual se encontraba en aquel momento José María Álvarez del Manzano, del Partido Popular, acababa de poner en marcha un Plan Especial para la liberalización de la construcción de hoteles en la capital de España.
Evidentemente, la proximidad al aeropuerto de Madrid (apenas cuatro kilómetros) de los terrenos que Inmobiliaria Urbánitas deseaba explotar, los hacía especialmente deseables para la construcción de hoteles. En la zona, al menos en el área de 120.000 metros cuadrados que vendía el INI, estaba permitida la edificación en siete alturas, lo que daba bastante margen para la industria hostelera.
Edificio principal de la fábrica de Pegaso en Barajas (Foto de 1953) |
Sabemos que ya en febrero de 2000, el entonces secretario de estado de Economía, Cristóbal Montoro, que se había convertido en ministro de Hacienda en julio de 2000, mantuvo un diálogo epistolar con Elena Pisonero, secretaria de estado de Comercio sobre la materia, en que el primero indicaba a la segunda que la medida era muy positiva para el conjunto de la economía y que el Plan Especial para la liberalización de la construcción de hoteles en la capital de España suponía una mayor apertura que generaría aumento de la competencia en los sectores afectados. ¿Hubo alguna filtración sobre aquel proyecto del Plan Especial que llegó hasta Iveco Pegaso?.