♦ Se han producido ya 51 incidentes de este tipo, de los que 30 en Estados Unidos ♦ El problema afecta a unidades de los modelos más modernos
Los Mercedes-Benz GLC de los años 2016 y 2017 son unos de los modelos que en condiciones muy particulares podrían prenderse fuego tras reiterados intentos de arrancarlos |
Según la National Highway Traffic Safety Administration, la agencia federal estadounidense que regula las cuestiones relativas a la seguridad de los automóviles, en el caso de que la puesta en marcha de estos vehículos quede bloqueada por determinados daños en el motor o la transmisión, puede circular una corriente de voltaje muy alto por el limitador de excesos de voltaje (fusible) en posteriores intentos de poner en marcha el motor del vehículo. Si el conductor repite el intento varias veces seguidas el mencionado fusible puede llegar a sobrecalentarse de tal manera que provoque que otros componentes próximos se derritan y entren en combustión
Daimler viene investigando el asunto desde junio del año, pasado y ya ha encontrado una solución para las unidades afectadas y para las que se van a seguir produciendo. Los coches que pueden ser víctimas del problema empezarán a ser reparados en Estados Unidos a partir del mes de julio de este año, que es cuando se espera contar ya con las piezas a cambiar.
Los vehículos llamados a revisión son muy modernos y corresponden a las clases C y CLA de los años 2015 a 2017 y a las clases E, GLA y GLC de los años 2016 a 2017.
Daimler procederá a revisar también los vehículos aún no vendidos de los modelos mencionados que se encuentren en las campas de sus concesionarios.