♦ Fue concretamente el 22 de junio de 1987 cuando se puso oficialmente en marcha la filial española del fabricante alemán de vehículos industriales
MADRID ─ Las primeras importaciones españolas de camiones MAN se remontan a los primeros años 30. Después, los vehículos de este fabricante alemán llegaban a nuestro país a través de Comercial Rotini S.L. y, más adelante, concretamente desde 1973, desde Codima S.L. una importadora privada que tenía su sede en la calle Goya de Madrid y que es la encargada de crear los cimientos de la actual red comercial y de asistencia técnica. Pero no fue hasta el 22 de junio de 1987, cuando se establecía MAN en España con una filial propia que, al año siguiente, inaugura su sede central en la localidad madrileña de Coslada. Por entonces, la plantilla estaba formada por unas 35 personas que hoy se han convertido en 468 trabajadores.
Hoy en día, las cosas han cambiado mucho y MAN Truck & Bus Iberia, que es la actual denominación social de la filial, cuenta con una red de 61 puntos de asistencia repartidos por todo el territorio nacional. La situación comercial también ha cambiado mucho en las tres últimas décadas, pues en 1987 la cuota de mercado de MAN en el segmento de camiones de más de seis toneladas era del 6,5 ciento, para un volumen total de matriculaciones cercano a las 35.000, y que hoy se ha duplicado prácticamente, comentaba ayer Jean Paul Ocquidant, director de márketing de la filial, en un acto con los medios en que anunciaba la efeméride.
Jean Paul Ocquidant, director de marketing de MAN Truck & Bus Iberia, anunciando la conmemoración del trigésimo aniversario del establecimiento en España del fabricante alemán de vehículos industriales |
Ocquidant también subrayaba que, en el caso de los vehículos para el transporte colectivo de viajeros, la evolución de la participación de MAN en el mercado también ha sido muy notable pues, partiendo de un 3,9 por ciento en el año 1990, la marca llegó a alcanzar una cuota récord del 25,2 por ciento en el año 2002, para consolidarse a partir de entonces en el entorno del 20 por ciento hasta la actualidad.
En todos estos aniversarios, suele haber elementos humanos entrañables, como por ejemplo, el caso de Paloma Gil, la empleada que más tiempo lleva en la filial española de MAN, que ya figuraba en plantilla cuando se formó ésta, por lo que ha vivido toda la historia en primera persona. Es evidente que las cosas han cambiado muchísimo; hace 30 años, la informática era algo impensable y todo el trabajo se realizaba de forma artesanal, recuerda.
Otra veterana de MAN en España es Encarnación Ramiro, la primera persona que firmó un contrato laboral para la filial, cuando ésta se creó formalmente. Encarnación rememora aquellos tiempos con cierta nostalgia, porque todo era mucho más familiar, pero nos hemos convertido en una gran compañía, consolidada y reconocida por parte de todos, y me alegra haber aportado mi pequeño granito de arena en todo este proceso. Eso sí, creo que el ambiente en general se parece bastante al que teníamos hace 30 años, porque somos compañeros y, en muchos casos, amigos.