🔸 Crónica de un fin de semana en que un libro dedicado a los camiones clásicos consiguió llevar al éxtasis a un centenar de personas
Alberto F. Puerta, autor del libro VIEJAS MÁQUINAS II: La época romántica del transporte durante la presentación oficial del mismo |
Luis Alberto Garrido (de pie) actuó como maestro de ceremonias en la presentación del segundo libro de Alberto F. Puerta |
Inmediatamente después Luis Alberto Garrido pasó a agradecer la colaboración y el apoyo incondicional de su propia esposa, Mercedes, directora del colegio Lope de Vega (fundado en 1953) de Medina del Campo.
Isidro Sánchez Presidente del Club Memoria Agrícola La Mancha, recoge su ejemplar del libro de Alberto F. Puerta |
Acto seguido, Luis Alberto Garrido habló muy brevemente del capítulo que con el título VIEJOS GUERREROS se incluye en el libro y en el que se homenajea a todos los profesionales del transporte por carretera ya fallecidos en la persona de 40 de ellos. Garrido se emocionó especialmente cuando también dedicó el libro a su tío Eladio, un octogenario transportista de tercera generación que afortunadamente aún sigue con vida.
A continuación se estableció una conversación telefónica con el autor de estas líneas que recordó cómo había conocido a Alberto F. Puerta allá por 1989, cuando un editor catalán convocó a ambos a una reunión en una sala de un hotel madrileño de la zona de Orense-Capitán Haya para organizar como se podían coordinar los artículos que uno y otro debían escribir para una revista que iba a salir y que se llamaría Mundo Camión. Desde el primer momento, hubo un entendimiento claro entre los dos periodistas. El autor de estas líneas también recordó como Alberto F. Puerta fue admitido rápidamente en el siempre exclusivo grupo de periodistas europeos del sector del vehículo industrial y resaltó el enorme esfuerzo que ha supuesto la elaboración de fichas técnica normalizadas de los 24 vehículos que se incluyen en el libro, dada la dificultad de recuperar ahora las características de cada uno de ellos, especialmente los más antiguos.
José Manuel Fernández (Bambino), primer prologuista del segundo libro de Alberto F. Puerta, a quien le unen nada menos que 50 años de amistad |
Javier Pedroche, director de la revista TRUCK en la que colabora habitualmente Alberto F. Puerta |
Pequeña exposición de camiones clásicos
Llegaba así el turno de los representantes de las asociaciones, comenzando por Ángel Macías, presidente de Clásicos Pesados de Castilla y León, organización que había concentrado en la Plaza Mayor de la Hispanidad de Medina del Campo (llamada así por ser la Plaza Mayor de Municipio de todos los pueblos hispanos), una docena de fantásticos camiones clásicos restaurados.
A continuación se establecieron conexiones telefónicas con Juan Antonio Estepa Rosado, presidente del Club Hispano-Suiza/Pegaso y del Club Camiones Clásicos de Sevilla; Isidro Sánchez Alcarria, presidente del Club Memoria Agrícola La Mancha; y Jesús Gallego Ramos, presidente del Club Pegaso Troner.
Alberto F. Puerta entregando un ejemplar de su segundo libro a Eloy Galván, ingeniero industrial que está considerado como la máxima autoridad española acerca del mundo agrícola |
Llegado un momento, el rostro de Alberto F. Puerta ya no podía ocultar la profunda emoción que le embargaba |
Alberto F. Puerta rindió homenaje a la familia Garrido, a día de hoy los transportistas más antiguos de la provincia de Valladolid |
Ángel y Roberto Garrido Garrido, quienes mantienen el nombre original del Siglo XIX Hermanos Garrido, recibieron otra miniatura dedicada a la memoria del padre de ambos, Hermelo Garrido.
Foto de grupo de algunos de los asistentes al evento junto a los camiones clásicos que participaron en el evento |
Joan Garriga, director de la revista digital ENCAMION también acudió a la presentación oficial del segundo libro de Alberto T. Puerta |
Al día siguiente, algunos de los participantes en el evento pudieron disfrutar de una visita guiada por la cercana e histórica población de Alaejos. Posteriormente y de nuevo en el Hotel San Roque se degustó un asado de lechazo castellano tras lo cual se dio por finalizado un fin de semana inolvidable como ya había avanzado horas antes el propio autor del libro al concluir la presentación del mismo, diciendo: Este será uno de los días que recordaré mientras viva.
A destacar que, en todo momento, los organizadores de esta convocatoria cumplieron estrictamente el protocolo COVID (gel, mascarillas, sillas separadas en la sala y mesas de 8 personas en el restaurante).
El Hospital de la Purísima Concepción y San Diego de Alcalá (o de Simón Ruiz)
No podemos cerrar este extenso artículo sin dedicar unos párrafos al edificio en que Alberto F. Puerta presentó su segundo libro de la colección VIEJAS MÁQUINAS.
Hospital de Simón Ruiz, en Medina del Campo (Valladolid) |
Espléndidamente dotado por su fundador, su fábrica responde al tipo simplificado de hospital generalizado ya en tiempos de los Reyes Católicos. Traza el imponente edificio el jesuita Juan de Tolosa en torno a un amplísimo claustro cuadrado porticado de dos alturas, compuesto por gruesos pilares de sección cuadrada y galerías de arcos de medio punto que se cubren con bóvedas de arista; en las crujías se disponen las numerosas dependencias y estancias hospitalarias: celdas para enfermos, corredores, galerías de paseo hacia la huerta y jardín,… y, hacia el este, una hermosa iglesia-capilla; asimismo se destina la parte posterior a cementerio con pequeño oratorio. Las obras se llevaron a cabo entre 1593 y 1619 modificándose las trazas originales en 1597 para ahorrar unos gastos que llegaron a ser desorbitados. Participan en la ejecución, entre otros, los segovianos Andrés, Francisco y Antonio López y los maestros canteros Juan del Barrio y Juan de Nates.
Frente a una espaciosa lonja se alza la fachada principal, trazada desde los principios de la simetría, predominio de la horizontalidad y total ausencia de decoración; acusa la influencia herreriana sobre todo en los cuerpos laterales; las portadas de acceso al conjunto hospitalario y a la capilla son de piedra y adinteladas, muestran las armas de Simón Ruiz y están rematadas con un tímpano triangular con bolas sobre pedestales en los vértices; en la de la capilla, hay una hornacina con la escultura de la Inmaculada Concepción.
La capilla del hospital sigue el modelo que hemos visto en Santiago (recordemos que es proyectada por un jesuita), con planta de cruz latina y capillas laterales intercomunicadas entre los contrafuertes, sobre las cuales se alzan tribunas; la nave y la sacristía se cubren con bóveda de cañón, las capillas con bóvedas de arista y el crucero con cúpula vaída, apareciendo en todo momento decoración de placas y puntas de diamante; sus pequeñas proporciones y la rapidez con que se construyó el recinto propiciaron la formación de un espacio muy homogéneo sin el concurso de intervenciones posteriores extrañas al plan original.
Sección de la Iglesia del Hospital de Simón Ruiz, en Medina del Campo (Valladolid) |
En los testeros del crucero y en sus marcos originales se hallaban dos grandes retratos (actualmente en el Museo de las Ferias) que representan de cuerpo entero al fundador y a su segunda esposa Mariana Paz de Miranda, lienzos atribuidos a Juan Pantoja de la Cruz. También en este espacio hay dos retablos colaterales del siglo XVIII de poco interés, en cuyos cuerpos principales se rinde culto, respectivamente, a la Virgen de la medalla milagrosa y al grupo de San José y el Niño (h.1600) de buena factura; en los áticos hay lienzos con copias de los personajes de la Anunciación de Allori. En la primera capilla del lado del Evangelio puede admirarse un Crucificado gótico, muy tosco, del siglo XIV, flanqueado provisionalmente por la Virgen y San Juan, esculturas de fines del siglo XVI; en la primera del lado de la Epístola una excelente escultura de la Piedad (h.1500), cercana a la producción del Maestro de San Pablo de la Moraleja y titular del retablo del hospital del mismo nombre, fundado por el obispo Barrientos en el siglo XV (actualmente depositada en la Fundación Museo de las Ferias); en la siguiente capilla, estaba una Virgen con el Niño del último gótico, titulada de la Esperanza o de las Nieves, procedente de su capilla instalada en el arco de Salamanca, derribado en 1874 y hoy expuesta en el Museo de las Ferias. Separa el crucero de la nave una excelente reja de estilo herreriano, realizada por García y Matías Ruiz a partir de 1599 y policromada quince años después; contiene el escudo del fundador y un hermoso Calvario.
De la antigua farmacia del hospital se conservan 103 botes en cerámica de Talavera, esponjillados en azul cobalto que actualmente están depositados en la Fundación Museo de las Ferias.
Datos tomados del libro de Sánchez del Barrio, A., Medina del Campo, la Villa de las Ferias. Salamanca, Ámbito Ed., 1996