🔸 Historia de un mítico fabricante francés que no pudo superar las crisis del petróleo de 1973 y 1978
A finales de 1918, terminada ya la Primera Guerra Mundial, Louis Willeme regresó a casa de sus padres para cumplir el deseo de estos, que no era otra cosa que el joven se hiciera cargo del restaurante familiar. Pero a Louis, más que los fogones y la cocina, lo que le entusiasmaba era la mecánica. A pesar de haber trabajado en Grégoire (un taller especializado en coches deportivos y de lujo), el joven solo soñaba con los camiones..., preferiblemente camiones pesados. Sin apenas dinero, comienza como muchos, con antiguos vehículos militares subastados, eligiendo un modelo icónico, el moderno y robusto Liberty americano.
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| Contraportada del libro Camions Willème: Le Roi des Poids Lourds |
Así, en 1931, salió el primer DG 30 súper pesado, al que seguirían muchos otros modelos de renombre. En 1936, Willème produjo un asombroso tractor pesado con una gran cabina con litera y un motor de 8 cilindros en línea del que se podían sacar desde 150 a 225 caballos. En 1939, llegó el primer Gigante, de 110 toneladas (con 18 ruedas) con su hermosa doble cabina avanzada, al que seguirá, ya después de la Segunda Guerra Mundial, el W 200, un monstruo con 28 ruedas y un largo morro para albergar un motor de 8 cilindros en línea.
Llegan la enfermedad y las crisis
En 1952, se presentó en el Salón de París el modelo Shark Nose (nariz de tiburón), uno de los mayores éxitos de la marca francesa. A partir de 1954 llegarán otros excelentes y muy grandes logros: los camiones conocidos como los saharauis. Pero Louis cae enfermo y tiene que ceder el timón a su hijo Pierre y, para colmo de males, se desencadena una grave crisis en el sector del automóvil, que fuerza una consolidación del mismo.
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| En la parte superior de esta página del libro puede verse una fotografía del PRP, el prototipo superpesado que Willème desarrolló para que Michelin hiciera pruebas de resistencia de sus neumáticos y que era capaz de alcanzar una velocidad de 160 kilómetros por hora |
Respecto al autor, hay que decir que Gilbert Lecat era un periodista de información general en la prensa diaria, lo que no le impedía ser un apasionado de todo lo relativo a la locomoción terrestre. Eso le llevó a colaborar en la revista Moto Revue - Automotive News y con varios organismos especializados en automóviles, camiones pesados y autobuses, realizando numerosos informes en Francia o en el extranjero, llegando a escribir y también firmando una docena de libros sobre estos temas.
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