🔸 El vehículo, que cronológicamente hay que situar en 1896, iba propulsado por un motor de combustión interna que daba 5 caballos de potencia
MADRID ─ La primera mención de un vehículo de reparto Benz aparece en un catálogo de la compañía Benz & Cie de 1896, donde era descrito como un vehículo de motor patentado de diseño específico para el reparto de mercancías, con un motor de 5 caballos de potencia. En contra de lo esperable, parece que no fueron los clientes alemanes los más interesados en el nuevo producto pues, según la documentación que se conserva, la primera entrega del nuevo modelo fue a los grandes almacenes parisinos Du Bon Marché. Incluso la página del catálogo de la furgoneta de reparto está ilustrada con una representación de este vehículo junto con la publicidad de dichos grandes almacenes.Este vehículo construido por Benz & Cie en 1896 está considerado
como la primera furgoneta de reparto de la historia
Se piensa que el hecho de que el primer cliente de esta furgoneta procediera de Francia y no de Alemania, que sería lo lógico, podría deberse a la forma en que se estaba desarrollando el mercado automovilístico en aquel momento. En efecto, aunque los nuevos vehículos estaban siendo construidos en Alemania tanto por Carl Benz como por Gottlieb Daimler, era en Francia y Gran Bretaña donde inicialmente eran mejor recibidos estos nuevos productos. Así que, teniendo esto en cuenta, no sorprende tanto que, el 5 de diciembre de 1896, llegara a París esta primera furgoneta de reparto propulsada con un motor de combustión interna.
Una zona de carga plana y concepto sándwich para un mejor uso del espacio
La primera furgoneta de reparto de la historia tenía una carga útil de 300 kilos y estaba basada en un chasis que Benz también utilizó para sus modelos Victoria y Vis-à-Vis. Para conseguir el máximo espacio para carga, el motor del vehículo iba por debajo de la plataforma destinada a las mercancías a transportar, lo que permite considerar al vehículo de Benz como el primer comercial de estructura sándwich. El conductor se sentaba directamente sobre el eje delantero, el cual iba equipado con ruedas de radios de madera, más pequeñas que las del eje delantero, en torno a las que se abrazaban unas bandas de goma maciza ─obviamente, aún no se podía hablar de neumáticos.
Grands Magasins Du Bon Marché. Livraison des Marchandises, que en francés quiere decir algo así como Grandes almacenes de lo barato. Entrega de mercancías
Un motor de 5 caballos
La furgoneta que nos ocupa iba propulsada por un motor monocilíndrico montado horizontalmente y que, con una cilindrada de 2,9 litros, daba una potencia de 5 caballos. La transmisión permitía tres relaciones de desmultiplicación. La potencia que entregaba el motor iba primero a unas poleas escalonadas; de allí a un engranaje planetario y finalmente al contraeje. Desde aquí, dos cadenas conducían a los piñones de las ruedas traseras. El embrague se accionaba al enganchar y desenganchar las correas. Con esta combinación de motor y sistema de transmisión, vehículo alcanzaba 15 kilómetros por hora a plena carga y era capaz de superar pendientes de hasta el 10 por ciento.
El precio de venta del vehículo era de 4.500 marcos. Un tercio de esta cantidad tenía que pagarse en efectivo al realizar el pedido ─la entrada, que diríamos ahora─ y el resto cuando el vehículo era entregado al cliente en la fábrica de Mannheim. Se desconoce cuántos clientes de aquella época llegaron a comprar estas furgonetas de reparto, además de los grandes almacenes parisinos antes mencionados.
También a finales de 1896, Émile Roger, el representante de Benz en Francia, desarrolló un plan para construir una furgoneta propia de reparto basada en el Benz Velo. Su socio en la empresa fue Léon L'Hollier, de Birmingham, Inglaterra. Entre ambos socios construyeron varios de estos nuevos vehículos de reparto en la zona de Digbeth, próxima a Birmingham pero, tras la muerte de Émile Roger en 1897, el proyecto fue abandonado.