miércoles, 8 de abril de 2015

SE ELEVA A 80 LA FATÍDICA CUENTA DE MUERTES ACHACABLES A LOS CONTACTOS DEFECTUOSOS DE GM

El gigante automovilístico, que conocía el problema desde más de 10 años antes, sólo reconocía 13 muertes a mediados del año pasado


Mary Barra se encontró con el problema de las llaves de
contacto defectuosas al hacerse cargo de la presidencia
de GM en enero de 2015
MADRID ─ No nos gusta estar hablando de un tema como éste cada vez que se produce un cambio en las cifras que miden la magnitud de la tragedia, pero sí queremos mantener vivo el asunto actualizándolo periódicamente. La última vez que hablamos de la cuenta de muertos y heridos atribuidos a un defecto de las llaves de contacto de 2,6 millones de vehículos, fundamentalmente Chevrolet Cobalt y Saturn Ion, fabricados por General Motors (GM) entre los años 2003 y 2007, citábamos que la cuenta de víctimas mortales había ascendido de las 13 que inicialmente reconocía el fabricante estadounidense a 64. Eso fue el día 10 de marzo último; hoy estamos ya en 80. Y lo peor de todo es que aunque GM cerró el plazo de admisión de reclamaciones el 31 de enero de este mismo año, la cantidad de demandas pendientes de examinar por el personal del Fondo que GM creó para atender dichas reclamaciones, dotándolo de 400 millones de dólares (unos 368 millones de euros al cambio actual), es tan grande que las 80 víctimas que ahora se reconocen aumentarán de manera muy significativa para cuando se cierre el proceso.

En efecto, el administrador del fondo, el abogado Kenneth Feinberg, y su adjunta, Camille Biros, han comentado en varias ocasiones que el proceso de determinar cuántas de las reclamaciones recibidas tienen derecho a indemnización puede llevar hasta finales de la primavera de 2015. Y eso que de las 4.342 reclamaciones recibidas (de ellas, 475 por muertes) se desestimaron de entrada 1.203; otras 1.083 no aportaban suficiente documentación ni pruebas; y 582 no aportaban prueba o documento alguno. Aún así, todavía están en revisión 1.246 reclamaciones (91 de ellas por muerte), por lo que decimos que la actual cifra de 80 puede crecer de manera importante.

Según declaraciones de Camille Biros a los medios de comunicación estadounidenses, van aprobadas también 148 reclamaciones por daños físicos, 11 de ellas por daños muy graves: lesiones cerebrales, tetraplegias, paraplegias, quemaduras penetrantes, etc. Entre estas 148 reclamaciones, 130 son por daños físicos menos graves. En total, el Fondo ha ofrecido hasta la fecha compensaciones a 126 reclamantes, de las que fueron aceptadas 93 y rechazadas 5. De las 93 aceptadas ya se han abonado 73. Al aceptar la indemnización ofrecida por el fondo, los reclamantes renuncian a cualquier acción posterior contra GM.

Para quienes aún no conocen el problema técnico que dió origen a este escandaloso asunto, diremos que un fallo en algunos interruptores del sistema de llave de contacto permitía que ésta girase por sí sola hasta la posición de parado en plena marcha, deteniendo el motor y anulando sistemas de seguridad como los airbags o la servoayuda a los frenos y la dirección, dejando sin defensa pasiva y activa a los conductores de esos vehículos, que terminaban por estrellarse en muchos de los casos.

El problema se conocía ya en 2003

El asunto salió a la luz poco después de que en enero del año pasado, Mary Barra, la primera mujer que accedía a la presidencia de GM, tomara posesión de su cargo. Barra ha defendido en todo momento no tener conocimiento del asunto, pero se ha encontrado documentación que indica que el problema era conocido por algunos ingenieros de GM desde 2003.

A consecuencia de todo ello, GM optó por llamar a revisión a los casi 2,6 millones de vehículos ya mencionados antes, para reemplazar su sistema de contacto. Pero la gravedad del problema dió lugar a una cascada de llamadas a revisión de otros muchos modelos de GM por problemas diversos, que iba a creer una psicosis colectiva, agudizada por otro problema independiente, el de los airbags bomba del proveedor japonés Takata. con lo que en 2014 fueron llamados a revisión del orden de 35 millones de vehículos en Estados Unidos.

La National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), una agencia del Ministerio de Transporte de Estados Unidos que entiende en materia de seguridad de los automóviles, impuso a GM el año pasado una sanción de 35 millones de dólares, la máxima cuantía que puede imponer la NHTSA por todo este asunto.

Ahora, la dirección de GM con Mary Barra al frente, lucha por conseguir que los jueces eximan de responsabilidad a la compañía de todo lo acontecido antes de su quiebra en 2009, alegando que la compañía que salió de ese proceso nada tiene que ver con la GM de antes de 2009, para así eludir una demanda colectiva que podría dar lugar a indemnizaciones multimillonarias ─del orden de 10.000 millones de dólares─ a un colectivo de 20 millones de propietarios de modelos de GM que reclaman la pérdida de valor residual que éstos han experimentado a consecuencia de su masiva llamada a revisión.