sábado, 2 de mayo de 2020

RADIANCE: EL ÚLTIMO CAMIÓN DE ENSUEÑO DE RENAULT TRUCKS

🔸Jamás se pensó en producirlo pero supuso un gran éxito de márketing al lograr que la compañía francesa fuese la que más atención acaparó en la IAA de 2004 pese a no presentar novedad alguna


El Radiance fue un concepto de camión presentado por Renault Trucks
en 2004 que reunía las que se suponía entonces que serían las
tecnologías dominantes en 2030
MADRID ─ Hace pocos días, encontré en FACEBOOK unas fotos de una miniatura de un camión amarillo muy llamativo y futurista que había publicado mi buen amigo Gregorio Gómez. Enseguida reconocí que se trataba del modelo Radiance que Renault Trucks presentó en el Salón de Vehículos Industriales de Hanóver (IAA) de 2004, presentación en la que un servidor estuvo presente. Era todo un camión de ensueño, un Dream Truck que dirían los americanos, que lógicamente despertó el interés de unos cuantos seguidores de Gregorio, alguno de los cuales se preguntaba qué había sido del Radiance, que si había desaparecido a raíz de la integración de Renault Trucks en la sueca Volvo Trucks, que por qué no se había llegado a producir, etc.

El frontal del Radiance ofrecía amplias entradas de
aire, para facilitar la refrigeración del motor,
Pues bien, aclaremos que Renault Trucks jamás se planteó llevar el Radiance a la producción en serie. El modelo fue en realidad una maniobra de márketing que tuvo un gran éxito, desde luego muchísimo más del que la compañía francesa hubiera pensado jamás.

En aquella edición del Salón de Hanóver ni Volvo ni Renault Trucks tenían novedades que presentar. Algunos meses antes se había hablado de que la compañía francesa pensaba llevar al certamen alemán algunas modificaciones para su gama Magnum de camiones pesados pero finalmente quedó claro que dichas modificaciones no iban a llegar a tiempo a Hanóver.

A falta de novedades reales...

Entonces, para no presentarse con las manos vacías en la IAA de 2004, los franceses encargaron a su departamento de diseño la preparación de un prototipo de camión que mostrara las tecnologías esperables para 2030. Según la compañía francesa, el Radiance había sido concebido para responder a las necesidades de productividad de las empresas de transporte a larga distancia y, al mismo tiempo, a las de comodidad y seguridad de los conductores y simbolizaba a la perfección los valores de la compañía: Innovación, Eficacia y Afectividad, al mismo tiempo que respondía a las necesidades de productividad de las empresas de transporte a larga distancia así como a las necesidades de comodidad y seguridad de los conductores. Obviamente, la redacción de estas últimas frases evidenciaban claramente la intervención del departamento de marketing de Renault Trucks.

El departamento de diseño de Renault Trucks logró
una aerodinámica muy cuidada en el Radiance
Los ingenieros de la marca francesa aseguraban que el Radiance incorporaba una gran variedad de innovaciones que, en un futuro más o menos lejano, podrían integrar todos los vehículos de serie. Así, el diseño de la parte frontal ofrecía amplias entradas de aire, para facilitar la refrigeración del motor, volviéndolo más potente, más silencioso y más limpio. . Una serie de cámaras instaladas sobre soportes aerodinámicos permitían conocer cuanto ocurría en derredor del vehículo, sin ángulos muertos.

Los grupos ópticos delanteros ofrecían una iluminación direccional adaptable a las diferentes condiciones de conducción (ciudad, autopista o con niebla). Las luces de pare se iluminaban en función de la intensidad del frenado lo que avisaba a cuantos conductores venían por detrás de la fuerza que debían aplicar a su vez al freno de sus vehículos. El acceso a la cabina se conseguía mediante un sistema de peldaños plegables. La puesta en marcha era mediante tarjeta. El cierre y la apertura de los accesos eran automáticos.

Un interior de cabina desarrollado en España

Cuando el Radiance no estaba en movimiento, el puesto de conducción
podía replegarse gracias a no existir la columna de la dirección
El diseño del interior de la cabina se había encomendado al grupo español Antolín, el fabricante de equipos y componentes para el automóvil, que lo había llevado a cabo teniendo siempre en cuenta tres máximas: que el camión se pudiera conducir como un coche, que en su interior se pudiera trabajar como en una oficina y que, al concluir la jornada laboral se pudiera vivir en la cabina como en casa. 

Para la conducción, el chófer contaba con un volante de tamaño reducido, como el de un coche. Todos los mandos estaban al alcance de la mano gracias a un tablero de instrumentos ergonómico, en el que solo aparecían las funciones utilizadas con más frecuencia. La palanca de cambios era plegable y el freno de aparcamiento automático. 

El Radiance contaba con amplias superficies acristaladas cuya opacidad
a la luz podía regularse para obtener el ambiente luminoso adecuado
La información sobre el funcionamiento del camión y los mandos secundarios eran accesibles desde una pantalla multimedia ubicada en el tablero de instrumentos y que permite también gestionar las funciones telemáticas y de ocio. Cuando el chófer no conducía, el puesto de conducción se recogía, ofreciendo un espacio máximo para la vida a bordo.

Sin columna de dirección

Como la dirección era eléctrica, al desaparecer su columna, se conseguía despejar el espacio debajo del volante al mismo tiempo que se mejoraba la seguridad pasiva en caso de accidente, al desaparecer la posibilidad de intrusión de dicha columna en la cabina. 

La parte acristalada era ajustable en opacidad y permitía una visibilidad optima así como un ambiente luminoso muy agradable, en cualquier tipo de condiciones. La iluminación había sido diseñada para proporcionar un ambiente acogedor durante la conducción de noche y crear varios ambientes en las diferentes zonas de la cabina, en función de su uso.

La cuidada estética del Radiance lo convirtió en el centro de atención
de los visitantes del Salón de Vehículos Industriales de Hanóver 2004
Además y a diferencia de cuando los Virages I y II, los predecesores del Radiance, fueron presentados, este último llevaba todos sus órganos mecánicos: motor, caja de cambios, etc. por lo que podía desplazarse por sí mismo.

No debe pues extrañar que un vehículo de estas características hiciera correr ríos de tinta en periódicos y revistas, con lo que Renault Trucks, como decíamos al principio, consiguió ser la marca de la que más se habló en aquella IAA de 2004 pese a no haber presentado novedad alguna en el certamen.