El Setra S8, primer autobús con carrocería autoportante |
♦ En la primavera de 1950, los hermanos Kässborer tomaron la decisión de desarrollar y construir un autobús con carrocería autoportante, palabra esta última que en alemán se escribe selbsttragend, término del que nace la denominación Setra
MADRID ─ Habíamos dejado nuestro relato sobre la historia de Setra en el final de la II Guerra Mundial y vamos a retomarlo diciendo que ya por entonces el principio de construcción autoportante era conocido desde hacía bastante tiempo. De hecho, en la década de 1930, Garfield Wood, un empresario estadounidense constructor de multitud de vehículos, incluyendo lanchas rápidas, que tenía su sede en Detroit, ya había fabricado autobuses con carrocerías autoportantes y motores en la parte trasera, que la empresa francesa Isobloc produciría después bajo licencia en Europa. En Alemania, hubo también algunos intentos de construir y comercializar estos vehículos pero sin demasiado éxito.
Así las cosas, en la primavera de 1950, los hermanos Kässborer tomaron la decisión de desarrollar y construir un autobús con carrocería autoportante, palabra esta última que en alemán se dice selbsttragend, y de la que derivaría la denominación Setra que, a partir de ese momento, recibirían los autobuses Kässbohrer. Apenas un año después y en paralelo con el primer Salón del Automóvil que se celebraba en Alemania después de la guerra, tenía lugar en las instalaciones de Kahl, el distribuidor de Kässsbohrer en Francfort, la presentación oficial del Setra S 8, el primer autobús con carrocería autoportante construido por los hermanos Kässbohrer.
El armazón del vehículo estaba hecho con tubos de sección cuadrada soldados, que se reforzaban con puntales diagonales. El motor, situado en la parte posterior del vehículo, era un DG Henschel 512 de seis cilindros con una cilindrada de 5,43 litros y una potencia máxima de 93,9 caballos a 2.400 revoluciones por minuto. Ese motor iba conectado directamente al eje trasero por medio de un árbol de transmisión relativamente corto. La distancia entre ejes era de 5 metros y el diámetro de giro de 17,5 metros, lo que con la ubicación trasera del motor contribuyendo a optimizar el reparto de cargas, convertía al S 8 en un vehículo muy manejable.
La ligereza del armazón del S 8 era tal que sólo con 6 operarios se la podía levantar del suelo y trasladar de lugar |
Hay que subrayar también que aquel autobús llevaba frenos de aire comprimido en las cuatro ruedas (frenos de expansión internos con un compresor de aire propulsado por un motor) y un freno motor de serie, así como el freno de mano habitual. La gran resistencia de los autobuses Setra se hizo patente desde esta misma unidad, que estuvo en funcionamiento durante 14 años.
Pero en 1951, los legisladores de la recién creada República Federal de Alemania asestan un duro golpe a los fabricantes de autobuses de su país prohibiendo los trailers autobuses. Con ello, ese sector industrial y Kässbohrer en particular perdían una importante fuente de ingresos. Pero a grandes males, grandes remedios y todos pusieron manos a la obra para desarrollar lo que hoy conocemos como autobuses articulados o, coloquialmente, gusanos.
Una vez más, Kässbohrer se adelantó a todos sus competidores, poniendo a punto el primer autobús articulado europeo, un vehículo de 17,5 metros de largo con cuatro ejes. El módulo tractor iba propulsado por un motor MAN MKN 26 de dos ejes y el remolque, con otros dos ejes, también fue desarrollado por la propia Kässbohrer. El autobús articulado tenía una puerta de dos hojas en la sección delantera, otra en la parte trasera del fuelle de unión de las secciones delantera y trasera del vehículo y una tercera detrás del eje trasero.
Las autoridades alemanas permitieron la circulación del vehículo provisionalmente después de someterlo a una serie de pruebas. Sin embargo, la autorización definitiva tuvo que esperar a conocer los resultados del comportamiento del vehículo en servicios prestados en las ciudades de Ulm y Dortmund. Finalmente, en 1959, se lanzaba al mercado el primer autobús articulado autoportante fabricado en Europa, el Setra SG 165.
El S 6, el compacto de Setra
En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1955, Kässbohrer dio un nuevo aldabonazo al presentar un modelo compacto, el S 6, con sólo 6,7 metros de longitud y 2,25 de anchura. Aunque entonces lo normal era que estos autobuses tan pequeños llevasen un motor de gasolina, Otto Kässbohrer logró que Henschel le construyera uno Diesel de cuatro cilindros, el D 571-4 K, que inicialmente rendía 84,5 caballos, aunque posteriormente se iría mejorando a 88,5 y, más adelante, a 99,2, aunque en este caso ya con el auxilio de un turbocompresor.
El Setra S 6 fue lanzado al mercado en 1955 y estuvo en construcción hasta 1964, fabricándose en total 1.169 unidades del mismo |
Los frenos eran hidráulicos de doble circuito y el freno motor lo suministraba ZF. La palanca de cambios iba en la columna de la dirección. La carcasa exterior del S 6 estaba hecha en aluminio y los tragaluces eran de plexiglás. El diámetro de giro: 13,4 metros. Para cuando la producción del S 6 llegó a su fin en 1964, se habían construido un total de 1.169 unidades, de las cuales parece que aún hal algunas en circulación en Europa.
Los S 8 y S 6 fueron el inicio de una serie de modelos que serían conocidos genéricamente como S 10, serie que acabaría estando formada por los modelos S 6, S 7, S 8, S 9, S 10, S 11, S 12, S 14 y S 15, en que el número que sigue a la letra S (Setra) indica las filas de asientos que tenía el vehículo y, en buena lógica, da una idea indirecta de la longitud de éste. Los modelos S 10 a S 14 se ofrecían en diferentes versiones: autocares, autobuses rurales de servicio regular o autobuses urbanos.
En 1957, Otto Kässbohrer se asoció con Theodor Pekol, otro pionero de la construcción de autobuses que tenía su sede en la ciudad de Oldenburgo, en el norte de Alemania. Pekol llevaba desde los años 30 experimentando con las carrocerías autoportantes y los motores traseros y en aquel momento trabajaba con motores traseros montados horizontalmente, carcasas de aluminio y suspensiones de ruedas independientes, lo que le permitía conseguir que la altura del piso del vehículo fuese de sólo 50 centímetros, una cifra extraordinariamente baja para aquellos tiempos. Por su parte, los Setra de Otto Kässbohrer tenían un mejor sistema de dirección y unas puertas neumáticas patentadas que abrían hacia fuera.
El Setra ST 110 derivaba de los acuerdos con Theodor Pekol |
La serie 100
En 1967 y de nuevo en paralelo con el Salón del Automóvil de Francfort, se introdujo la serie 100, que abarcaría los modelos S 100, S 110, S 120, S 130 y S 150, todos ellos construidos con el sistema modular y, en consecuencia, compartiendo numerosos elementos. Sus longitudes respectivas eran 8,7 metros (S100); 9,5 metros (S 110); 10,45 metros ((S 120) y 11,27 metros (S 130); y 12 metros (S 150). Los autobuses de la serie 100 se caracterizaban por una carrocería con aristas más vivas y por un mayor nivel de comodidad, con más espacio para los pasajeros y un aumento de la altura interior. Además, llevaban de serie la suspensión delantera independiente y la suspensión neumática. Los S 130 y S 150 disponían de la opción de suspensión neumática.
El S 150 culminaba la serie 100 y podía llevar suspensión neumática |
En 1968, Kässbohrer decide convertir el pequeño S 7 en un miembro más de la familia S 100. Aumentando su longitud sólo dos centímetros a 7,69 metros y dándole una nueva parrilla del radiador, se convirtió en el S 80, con espacio para una fila más de asientos. Este pequeño cambio de diseño también fue posible gracias a un motor Henschel de cinco cilindros, para el cual ahora ya había espacio en la parte trasera, debajo de la última fila de asientos. Una vez lanzado al mercado el S 80, Kässbohrer dejó de fabricar el S 100, del cual solo se habían vendido 142 unidades. En total, se vendieron 2.479 unidades del popular S 150, parte de un total de 12.339 unidades en los 22 modelos que finalmente integraron la serie 100.
Para completar la gama, Kässbohrer intentó incluir también en la construcción modular sus autobuses urbanos de servicio regular. Estos vehículos se habían visto siempre perjudicados por los pequeños volúmenes que se construían de ellos y también por que su proceso de fabricación era demasiado complejo y caro. Es así como nace en 1971 el S 130 S de 11,08 metros de largo. Tenía una altura de embarque de 64 centímetros y una altura interior de 2,24 metros. El motor trasero era un Henschel de seis cilindros y 177 caballos, en posición vertical. El diseño fue un éxito y desde el primer momento, el S 130 S se vendió mejor que cualquier otro autobús urbano fabricado anteriormente por Setra.
Al S 130 S le siguió en 1973 el autobús articulado SG 180 S, de 16,88 metros de largo, que también estaba disponible en una versión de servicio rural (SG 180 Ü), con puertas más angostas y un piso más alto. También en 1973, y siguiendo los consejos de varias asociaciones de construir un autobús de servicio rural estándar, Kässbohrer fabricó el S 140 ES de 11,78 metros de largo, basado en su autobús urbano pero con un piso más alto de un solo nivel y propulsado por un motor Henschel de 237,4 caballos, un motor que sería reemplazado en 1975 por el OM 407h de Mercedes-Benz, al ser absorbida Henschel por el grupo Daimler. En pocos años, más del 80 por ciento de todos los autobuses Setra iban ya propulsados por motores Mercedes-Benz.
Continuará...
NOTAS:
Los interesados en acceder a la primera parte de esta Aproximación a la Historia de Setra, publicada el 03.12.2017, pueden hacerlo sin más que pulsar acá
Los interesados en conocer la historia de Setra en España, pueden leer el artículo RECUERDOS DEL TRASTERO: SETRA SEIDA S 412 MH publicado en esta web-blog el 26.07.2017, sin más que pulsar aquí