- Se trata de Chevrolet Impala y Cadillac XTS a los que se les pueden recalentar las pastillas de freno y originarse un incendio
Cadillac XTS de 2013 |
MADRID ─ La cuenta de llamadas a revisión de vehículos fabricados por las diferentes marcas de General Motors (GM) sigue recibiendo sumandos. Ahora se trata de 221.558 unidades del Chevrolet Impala, modelos de los años 2014 a 2015, y del Cadillac XTS, modelos del año 2013 a 2015. Es decir, un total de 221.558 unidades de las que 205.309 se han vendido en Estados Unidos y las 16.249 restante en Canadá y otros países del mundo.
El problema es que, tras ser usado el freno de aparcamiento de estos vehículos, el sistema electrónico que lo controla puede no funcionar adecuadamente cuando se desbloquee dicho freno, y las pastillas del eje trasero pueden no retirarse lo suficiente y, cuando el vehículo se ponga de nuevo en movimiento, seguir en contacto con la superficie rodante que tienen que detener, recalentándose por la fricción hasta el punto de poder originarse un incendio, aunque hasta el momento GM asegura no tener noticias de que se haya llegado a dar es situación.
Desde la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), la agencia federal dependiente del Ministerio de Transporte que entiende de estos temas, se ha recomendado a los propietarios de estos vehículos que estén pendientes de si no aceleran como debn, de si huele a "ferodo" quemado y de otros síntomas que pudieran delatar el problema.
Según informa el New York Times, el Chevrolet Impala ha sido el objeto de diversas llamadas a revisión durante el presente año. Así, en febrero último, fue por un posible defecto en la transmisión que podía permitir que un vehículo aparcado echase a rodar repentinamente.
En junio, fueron problemas de encendido y una junta a la que no se había aplicado el par de apriete correcto. En julio, posible pérdida de la servoasistencia de la dirección.
Por su parte, la propia NHTSA había abierto investigaciones a los Impala (la mayoría del modelo 2008) en julio, por un posible fallo en los airbags, y ante, en marzo, por una repentina frenada debida al funcionamiento incorrecto del sistema de prevención de colisiones de los Impala de 2014.