- El acuerdo contempla la compra por la primera de los intereses de la segunda en el frente de las válvulas para motores

TRW Engine Componentes, que es como se llama la unidad encargada de la producción de válvulas y otros componentes para el motor, tiene su sede en la ciudad alemana de Barsinghausen y consiguió un volumen de negocios de 610 millones de dólares en 2013.
Para TRW, la desinversión de esta actividad ─decidida hace ya tiempo, según manifestó John C. Plant, presidente ejecutivo de TRW Automotive─ parece estar orientada a desprenderse de negocios no relacionados con el frente de la actividad de tecnologías activas y pasivas de seguridad, en el que quiere concentrarse este proveedor estadounidense.
Federal-Mogul integrará los intereses ahora adquiridos a TRW en su futura compañía Federal-Mogul Powertrain, cuya creación anunció recientemente, y que agrupará las actividades relacionadas con la fabricación de componentes y sistemas para cadenas cinemáticas.
Lo curioso es que esa futura Federal-Mogul Powertrain podría crearse para ser vendida.
A nadie se le oculta ya que el sector de los componentes está en plena ebullición y que acuerdos similares a los aquí mencionados van a seguirse produciendo en lo que resta del año. Recordemos que, hace sólo unos pocos días, se supo que la también estadounidense Visteon podría asimismo estar estudiando una segregación de sus actividades en dos grandes bloques: la electrónica y la climatización, con intención de desprenderse de esta última.
La propia TRW se encuentra en negociaciones con la alemana ZF, que quiere comprar a la estadounidense. Desde que TRW reconoció oficialmente la oferta de compra de ZF, apenas se ha sabido nada de la marcha de las negociaciones, salvo que muy probablemente los alemanes se verían obligados a desprenderse de sus intereses en el campo de las direcciones para automóviles, ya que como TRW tiene también una actividad considerable en ese mismo frente, la unión de los negocios de ZF y TRW podría colocarse en una situación de monopolio que las autoridades de ambos países, Alemania y Estados Unidos, no estarían dispuestas a permitir.