🔸 A mediados de los años 90, el constructor sueco apostó muy fuerte por el mercado norteamericano de autocares y autobuses, con el objetivo de convertirse en líder mundial de dicho sector industrial y plantar cara a la alemana Daimler-Benz
Actualizado el 23.05.2022 a las 15:12
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Un Prévost H34 de 2004 (FUENTE: Wikipedia) |
MADRID ─ En la segunda mitad de los años 90 y a raíz de la quiebra de la alemana Setra-Kässböhrer en 1994, se produjo en todo el mundo un importantísimo movimiento de consolidación de los fabricantes de autocares y autobuses. En este blog ya hemos comentado en diversas ocasiones las consecuencias que dicho movimiento tuvo, con la accidentada creación en 1995 de la alemana EvoBus, que reunía los intereses de Setra-Kässböhrer en el ámbito de ese tipo de vehículos con los de Mercedes-Benz y que afectaba de manera muy importante a España por la existencia de Setra S.A. en Castro-Urdiales (Cantabria) que se encontraba en una complicada situación financiera.En respuesta a la creación de EvoBus por Daimler-Benz, Volvo Bus, que también había manifestado su interés por la compra de la quebrada Setra-Kässböhrer, adquirió a su vez el carrocero alemán Drögmöller, el danés Aabenraa y el finlandés Carrus (previamente, hasta había intentado hacerse con la húngara Ikarus) y, en colaboración con la portuguesa Caetano, estudió la compra de la española Unicar, que por entonces (1995) se encontraba en suspensión de pagos.Pero la operación a la que queremos dedicar hoy nuestra atención se produjo fuera de Europa, concretamente en Canadá y fue la adquisición en apenas tres años de las cabadienses Prévost Car y Nova Bus, dos de los mayores fabricantes norteamericanos de autocares y autobuses.
En 1995, Volvo Bus había desembarcado en la industria canadiense de autocares y autobuses comprando por 12.500 millones de pesetas la canadiense Prévost Car, un fabricante de vehículos para transporte colectivo de viajeros que controlaba en aquel momento el 20 por ciento del mercado norteamericano de tales vehículos y que tenía susede central en Québec..
Inmediatamente después, Volvo Bus transfirió el 49 por ciento del capital de Prévost al grupo británico
Henlys, cuya división de autocares y autobuses, Plaxtons, venía colaborando con Volvo Bus desde hacía 25 años, siendo el mayor proveedor europeo de carrocerías de la corporación sueca y el carrocero más importante de las Islas Británicas.
Fundada en 1924, en el momento de su compra por Volvo Bus, Prévost tenía un 37 por ciento de su capital en manos del estado de Quebec y el resto en manos de inversores privados. Sus productos eran principalmente autocares de gran lujo para los mercados de Canadá (20 por ciento) y Estados Unidos (80 por ciento), tanto para servicios interurbanos como discrecionales turísticos. Prévost, que en aquel momento tenía una penetración del 13 por ciento en el segmento de autocares y del 85 por ciento en el de autobuses, esperaba fabricar 500 vehículos en 1995 .
Prévost había construido su primer autobús en 1924 sobre un chasis de camión REO, con una carrocería de madera, y no sería hasta 1947, cuando Prévost construyera su primer autobús totalmente de acero. En 1944, Prévost contaba ya con una plantilla de 900 personas y un volumen de negocios de 13.125 millones de pesetas, con unos beneficios antes de impuestos de 1.640 millones. Sus expectativas para 1994 apuntaban a un aumento del 40 por ciento en el volumen de negocios como consecuencia del lanzamiento de una nueva gama de autobuses y la ampliación de la capacidad fabril para afrontar el espectacular incremento que en aquellos momentos experimentaba la demanda de estos vehículos en el mercado norteamericano.
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Un Novabus LFS, segunda generación de 2005 (FUENTE: Wikipedia) |
Con un récord de ventas de 2.000 autocares en 1989, la demanda de estos vehículos se contrajo en Canadá y Estados Unidos hasta sólo 1.000 en 1991, comenzando a crecer luego hasta llegar a 1.500 unidades en 1994. Además, el mercado norteamericano absorbía unos pocos centenares de autocares especiales (fundamentalmente autocaravanas de lujo), sólo demandados por este mercado.
A comienzos de 1998, es decir, apenas tres años después de desembarcar en Prévost Car, Volvo Bus anunciaba que había decidido comprar Nova Bus, el mayor fabricante norteamericano de autobuses urbanos, que en 1996 había vendido 1.360 autobuses y facturado 460 millones de dólares canadienses (unos 48.300 millones de pesetas, entonces). La compra de Nova Bus le supuso a Volvo Bus un desembolso de algo más de 50 millones de dólares canadienses (5.250 millones de pesetas, entonces) y se realizó a través de Prévost Car.
Los orígenes de Nova Bus hay que buscarlos en una planta que GM construyó en Canadá en 1979 para la fabricación de autobuses. Esta planta sería vendida en 1987 a Greyhound Dial Corporation, la compañía propietaria de Motor Coach Industries (MCI). Estos datos los incluimos aquí para que el lector perciba la complejidad del entramado de la industria mundial de producción de autocares y autobuses.
Además de Volvo Bus, también Scania y Daimler-Benz se habían interesado por la entrada en Nova Bus, a raíz de que el grupo Bombardier (también canadiense), que controlaba el 25 por ciento del capital de esta última, tomara la decisión de abandonar el sector de autobuses y autocares y no porque Nova Bus atravesase dificultades económicas. Además de Bombardier, en el accionariado de Nova Bus figuraban sus propios directivos (26 por ciento) y el Fondo Quebequés de Solidaridad (39 por ciento).
Al igual que Prévost Car, Nova Bus tenía su sede central en Québec, contando asimismo con centros en Estados Unidos (concretamente en los estados de Nuevo México y Nueva York). Nova Bus controlaba entonces un 33 por ciento del segmento de autobuses urbanos del mercado norteamericano. Su plantilla era de unos 1.700 empleados, de los que 800 trabajaban en Canadá y 900 en Estados Unidos.
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Volvo Bus también comercializa en Norteamérica el Volvo 9700 |
Leif Johansson, a la sazón presidente del grupo Volvo, señaló que la compra de Nova Bus pretendía reforzar la presencia de la firma sueca en Norteamerica y sus proyectos a largo plazo para este mercado, entre los cuales figuraba el de mantener la posición de líderes de la industria mundial de autobuses y autocares. Nova Bus continuó fabricando autobuses con su marca.
Para mejor valorar las dimensiones de la operación, conviene que el lector sepa que, en 1996, Volvo Bus había entregado a su clientes 7.410 autobuses, autocares y chasis para ellos, un 8 por ciento más que en 1995, y que durante los nueve primeros meses de 1997, el volumen de negocios de Volvo Bus ascendía a 7.469 millones de coronas suecas, unos 144.200 millones de pesetas entonces, un 26 por ciento más que en el período equivalente de 1996. Volvo Bus era entonces el segundo fabricante de autobuses y autocares de más de 12 toneladas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En 2004, tanto Prévost Car como Nova Bus pasaron a ser totalmente propiedad de Volvo Bus y continúan siéndolo.