viernes, 6 de marzo de 2015

REPUNTAN LOS RUMORES DE UNA POSIBLE COMPRA DE NAVISTAR POR OTRO FABRICANTE DE CAMIONES

• Volkswagen, Daimler Trucks, Volvo e incluso Paccar, son considerados por la prensa estadounidense como candidatos


El International LoneStar (Estrella Solitaria) es el buque insignia de los camiones Navistar
MADRID ─ La publicación de los resultados financieros del primer trimestre de su actual ejercicio fiscal, concluido el 31 de enero último, en los que Navistar anunciaba unas pérdidas de 42 millones de dólares (unos 38 millones de euros al cambio actual) que aunque suponían un nuevo trimestre ─el décimo─ en números rojos, eran muy inferiores a las que se esperaban en medios financieros estadounidenses, han relanzado las especulaciones sobre una posible compra del constructor estadounidense de vehículos industriales por parte de alguno de sus competidores, barajándose incluso la posibilidad de que el comprador no quiera esperar a que la dirección de Navistar lleve a la compañía a los beneficios, pues ello supondría un encarecimiento de la compra.

Como el lector recordará, Navistar, fabricante de camiones, autobuses y motores Diesel, viene padeciendo un largo calvario a consecuencia de un desastroso proyecto, ya abandonado, para desarrollar un motor que cumpliera las normas EPA 2010 ─nuestras Euro 6─ sobre limitación de emisiones contaminantes sin aditivos como el AdBlue y sólo con sistemas como la recirculación de los gases del escape (EGR).

Aparte de perder una importante cantidad de millones de dólares que se llevaban invertidos en el desafortunado proyecto, al equipo financiero de Navistar se le abrió una importante vía de agua en forma de pagos de reparaciones en garantía. Pero el tiempo ha pasado y ello ha permitido que se fueran diluyendo las cargas financieras que generó el abandono del proyecto, al tiempo que se registraba un sensible y cada vez mayor recorte de los citados gastos por garantías, amén de empezar a percibirse en la cuenta de resultados los beneficios del proceso de reducción de estructura que no hubo más remedio que acometer para afrontar las fuertes pérdidas en que llegó a verse sumida Navistar.

En fin que ahora cabe la posibilidad de que, como decíamos al principio, para evitar que el valor de mercado de Navistar suba muy por encima de los 2.300 millones de dólares en que ahora se estima, los posibles compradores de este constructor de vehículos industriales no quieran esperar a que su equipo directivo devuelva a Navistar a los beneficios.

Posibles compradores de Navistar

¿Y quienes serían esos posibles compradores?. Pues la prensa norteamericana baraja los nombres de Volkswagen, Daimler, Volvo e incluso la local Paccar. Personalmente, creemos que, si la compra de Navistar se produjera en lo que resta de año, el candidato sueco tiene que ser descartado por encontrarse inmerso en un profundo proceso de reorganización y recortes financieros para elevar el margen de explotación en tres puntos de porcentaje. Precisamente, Olof Persson, presidente del grupo Volvo se ha visto obligado a acometer ese plan por las presiones de algunos de sus accionistas más activos que, capitaneados por Christer Gardell, reclamaban más dividendos y menos inversiones.

Daimler estaría sin duda interesada, sobre todo para evitar que alguno de sus competidores más directos en el mercado estadounidense pudiera arrebatarle el liderazgo del mercado. Esto sucedería concretamente y aunque por muy poco en el caso de que fuera Paccar, el grupo que fabrica en Estados Unidos camiones con las marcas Peterbilt y Kenworth y que está presente en Europa a través de DAF Trucks.

Tomando como base las cifras que ofrece el excelente banco de datos de WardsAuto, una de las publicaciones sobre la industria del automóvil estadounidense más valoradas, hemos echado algunas cuentas respecto a las matriculaciones de camiones de las clases 4, 5, 6, 7 y 8 ─segmentación americana que se corresponde con los vehículos de 6.351 kilos de peso total con carga en adelante─ en el año 2014. Y las cifras obtenidas nos dan que en este último segmento de tonelaje Daimler (Freightliner y Fuso), matriculó 131.041 vehículos, Paccar (Peterbilt y Fuso) 71.986, Volvo (Volvo, Mack) 46.207, y Navistar (International) 61.185.

¿Situación de monopolio para Daimler?

Pues bien, de ser Paccar el comprador de Navistar, la suma de ambos daría 133.171 vehículos, un poco por delante de los 131.041 que decíamos matriculó en total Daimler el año pasado y Paccar se convertiría en el nuevo líder del mercado estadounidense. Ahora bien, de ser Daimler el comprador de Navistar, entonces el grupo alemán acumularía 192.226 camiones, muy por delante de los vehículos matriculados por Volvo y Paccar por separado e incluso de los 118.193 que acumulan entre estas dos marcas. Parece lógico pensar que Daimler podría afrontar serios problemas con las autoridades anti monopolio de Estados Unidos.

Así pues, parece que en la carrera hacia la posesión de Navistar nos quedamos con sólo dos candidatos: Paccar y Volkswagen. De estas dos, los alemanes parecen el candidato más natural: no tienen presencia en el mercado norteamericano, con lo cual no habría problema alguno desde el punto de vista de las autoridades anti monopolio y, además, Navistar se perfila para Volkswagen como la única puerta de entrada en ese mercado, si descartamos la costosísima de introducirse en el mismo sin una estructura comercial, industrial y de posventa preexistente, cuyo establecimiento requeriría además de un tiempo del que Volkswagen no dispone. La entrada de Volkswagen en el mercado norteamericano aparece como vital para que Ferdinand Piëch, presidente del consejo de supervisión del grupo alemán pueda alcanzar la dimensión que le convierta en uno de los primeros fabricantes mundiales de vehículos industriales, controlando las marcas Scania, MAN e... International.

Paccar también podría estar interesada, desde luego, aunque su motivación para comprar Navistar parece limitarse a evitar que se haga con ésta uno de sus competidores, amén de las muy importantes economías de escala que podría conseguir a largo plazo. Esto hace pensar que, en buena lógica, la oferta de Paccar sería menos interesante para los accionistas de Navistar que la que pudiera venir de parte de Volkswagen, que sin duda incluiría un plus por el ahorro de tiempo y de inversiones que representa hacerse con una estructura comercial, industrial y de posventa ya en funcionamiento.

Así pues, parece que el desenlace final será decidido, como casi siempre, por el vil metal. Paccar siempre ha gozado de una envidiable salud financiera y Volkswagen, pese a su reciente aviso de que los beneficios del presente trimestre pueden ser inferiores a los previstos por efecto del hundimiento de la economía Rusia y del enfrentamiento armado que este país mantiene con Ucrania, está anunciando cuantiosos planes de inversiones en todo el mundo.