martes, 10 de marzo de 2015

PLAN 360: ¿UN PLAN REDONDO O UNA BOLA DE PLAN?

😈 El plan que GANVAM ha propuesto para dar impulso a la posventa parece más una acción propagandística de la asociación que una realidad concreta y plausible 


MADRID - La Asociación Nacional de vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) propuso la semana pasada su Plan 360 de impulso a la posventa que, mediante un IVA reducido para reparaciones que afecten a la seguridad vial así como deducciones en el Impuesto de Sociedades y el IRPF, permita aumentar en un 10 por ciento los ingresos de los talleres, al tiempo que redimensione adecuadamente un sector del que participan de 40.000 a 45.000 talleres. No cabe duda de que si el plan llegara a conseguir sus objetivos, su sobrenombre de plan 360 por cubrir todo el círculo de la posventa, quedaría aún más justificado al convertirse en un plan redondo, pero nos da la sensación de que se trata más de una desiderata por aquello de salir en los papeles días antes de que se inaugure la feria Motortec Automechanika, dedicada al sector y que abrirá sus puertas en sólo unas pocas horas en el Recinto Ferial de Madrid (IFEMA).

Básicamente, lo anunciado por GANVAM compendia una serie de viejas reivindicaciones del sector talleres y acciones emprendidas ya hace tiempo ante la Administración que, en unas ocasiones, han terminado consiguiéndose y que, en otras, no han cuajando en nada concreto.

GANVAM propone por ejemplo la creación de un registro oficial de talleres que permita conocer con exactitud el número de centros actuales de reparación, al objeto de inventariar aquéllos que realmente cumplen con sus obligaciones legales y fiscales y actuar directamente sobre los que operan en el borde de la legalidad, cerrándolos si procede. GANVAM estima que en estos momentos operan en España de manera ilegal unos 10.000 talleres de automóviles y que del orden de un 20 por ciento de las operaciones de reparación y mantenimiento se efectúan en ellos, lo que genera a los talleres que trabajan de manera legal unas pérdidas de más de 1.000 millones al año.

GANVAM se lamenta una vez más de la presión de las aseguradoras, que tratan de imponer el precio de mano de obra, baremos y peritaciones que rebajan en hasta un 40 por ciento el tiempo de reparación que emplean los centros, así como descuentos no negociados en piezas de recambio, pero no entra a explicar cómo resolver un problema que se da también en otros muchos frentes de actividad económica e industrial: pequeño comercio frente a grandes superficies; transportistas autónomos frente a cargadores, etc. Y es que ese problema sólo puede resolverse si los talleres se niegan a aceptar las condiciones que pretenden las aseguradoras. Cualquier otra solución seguramente sería muy mal vista por la comisaria de la Competencia, en Bruselas.

También en relación con las aseguradoras, GANVAM afirma estar pendiente de una respuesta de la Dirección General de Seguros a mediados del presente mes, concerniente a la revisión y actualización de normativas que contengan incongruencias que perjudiquen a la actividad de los talleres como, según la asociación, es el caso de la Ley del Seguro.

Concretamente, al amparo de esta ley, algunas aseguradoras tienen la costumbre de peritar in situ un vehículo y abonar la indemnización del daño a su titular al momento pero sin IVA, lo que perjudica al sector reparador, dicen desde GANVAM, al tiempo que explican que cuando el automovilista acude al taller para reparar su vehículo, se le exige el pago del 21 por ciento de IVA, una cantidad que aquél no ha percibido con la indemnización, un sobrecoste que acaba disuadiendo al propietario del vehículo de seguir adelante con la reparación, optando entonces por un taller pirata que no le va a cobrar IVA.

Los coches abandonados en el taller

GANVAM se felicita por haber conseguido que se aprobara el artículo 86 de la Ley de Seguridad Vial relativo al "Tratamiento Residual del Vehículo", que permite a los talleres desprenderse de los coches abandonados en sus instalaciones sin represalias o responsabilidades. "Sólo el año pasado, los centros de reparación llevaron al desguace 3.790 vehículos abandonados por sus propietarios, es decir, que se ha multiplicado por tres el volumen desde que se puso en marcha la medida hace cuatro años", subrayan desde la asociación.

GANVAM reclama la continuidad de los planes de ayudas a la compra por estimar que también suponen un balón de oxígeno para los talleres pues están basados en el achatarramiento, lo que favorece la renovación del parque y la llegada de nuevos vehículos a éste. 

Por último, GANVAM recuerda que junto a ANFAC y FACONAUTO, viene defendiendo también la eliminación de las incompatibilidades que impiden a los operadores del sector del comercio y la reparación de vehículos participar en la actividad de la inspección técnica de éstos, apostando por un modelo mixto donde, a través de inspecciones aleatorias realizadas por los peritos independientes que las comunidades autónomas designen, se garantice la imparcialidad absoluta y un mejor servicio en beneficio del usuario final.

Pues bien, con todo eso, GANVAM estima que se podrá aumentar en un 10 por ciento los ingresos de los talleres. Desconocemos cuáles son los cálculos que llevan a la asociación a concluir sobre unos planteamientos tan etéreos que se pueden alcanzar logros tan concretos. De hecho, ni siquiera se sabe cuáles serían las reparaciones relacionadas con la seguridad vial que tendrían un IVA reducido y, además, para acceder al IVA reducido ya se acaba de ver que hay que ser un artista.

La falta de precisión se pone de manifiesto en otros puntos del comunicado distribuido por GANVAM. Así, en el mismo dimensionamiento del sector talleres, cuando se habla de que participan en él de 40.000 a 45.000, creemos que la asociación se permite un margen de variación excesivamente amplio. GANVAM sigue manejando en todas sus estimaciones el axioma del envejecimiento del parque, lo que no nos deja más remedio que volver a insistir en que mientras la Dirección General de Tráfico (DGT) no aclare cuál es la situación real de esos 2,7 millones de vehículos que no sabe si existen o no existen, pese a tenerlos censados en el parque, cualquier cálculo o predicción basado en la antigüedad media de nuestro parque automovilístico carece de todo rigor.

Una afirmación bastante sorprendente

En el comunicado facilitado a los medios con motivo del anuncio de su Plan 360, GANVAM afirma algo que pensamos que puede inducir a confusión a quienes no conozcan a fondo el tema de los costes de un automóvil. Es cuando se dice: ... los vehículos de menos de cinco años, que son los que más pasan por el taller, están perdiendo peso como clientes en detrimento de los más antiguos, lo que explica en parte que el volumen de reparaciones cayera un 6 por ciento en 2014.

Hemos leído y releído ese párrafo para ver si lo habíamos interpretado mal o nos habíamos saltado alguna palabra que pudiera dar la vuelta completamente a lo que nosotros habíamos entendido, pero nada. La afirmación de que los vehículos de menos de cinco años son los que más pasan por el taller es muy pero que muy discutible, incluso diferenciando entre mantenimiento preventivo (cambios de aceite, filtro de aire, filtro de pólenes del habitáculo, etc.) y mantenimiento correctivo (las reparaciones de toda la vida).

Es cierto que, con el paso del tiempo, se tiende a alargar los intervalos de mantenimiento periódico. En los años que siguen a la compra de su vehículo, el automovilista suele cumplir los plazos establecidos por el fabricante, fundamentalmente por temor a perder la garantía de éste. La tendencia moderna a prolongar dichas garantías llevándolas a tres e incluso cuatro años tiene su origen en el deseo de las marcas de  capturar para los talleres de sus concesionarios una facturación que, de otro modo, iría a manos del taller libre o incluso no se realizaría más que bastante tiempo después del recomendado por el constructor del vehículo. Pero de ahí a concluir que cuando más pasa el coche por el taller es en sus primeros cinco años de vida parece un tanto aventurado.

También es cierto que, como indica GANVAM, cuanto más viejo es el coche, menos se repara, pero no está tan claro que por ello deje menos rentabilidad al taller, al ceñirse únicamente a las averías imprescindibles. No hay que olvidar que las averías de reparación más imprescindible suelen ser también más costosas que las de reparación postergable.

Nos da la sensación de que el problema viene de que GANVAM maneja sólo datos procedentes de flotas de renting, donde la vida de los vehículos raramente pasa de los cinco años. Estamos convencidos de que el comportamiento de los propietarios particulares de automóviles es bastante diferente. Lo que pasa es que conseguir una muestra representativa de este último comportamiento es bastante más difícil que los de las flotas de renting.

Por otro lado, sería recomendable que GANVAM olvidase los sueños que parece tener de recuperar algún día la bolsa de 2 a 3 millones de vehículos nuevos que, a los ritmos previos a la crisis, dejaron de matricularse a lo largo de ésta. Creemos que considerar que la tal bolsa son unas ventas retenidas no se sabe muy bien por quién es erróneo. Esas ventas se dejaron de hacer y nunca volverán.

En fin que, retornando al nombre del Plan 360, se nos viene a la memoria un chiste que se contaba entre los niños de la generación del autor de estas líneas: Pablito, ¿tú crees en el mundo?... Y Pablito contestaba: ¡No, porque es una bola muy grande!. Y con ese recuerdo en mente no podemos por menos que preguntarnos: ¿será el Plan 360 una bola de plan?.