🔸 El autobús Mercedes-Benz LO 1112 de 1969 decorado en el más puro fileteado porteño es sin duda el vehículo más colorido de cuantos se exponen en la Galería de Viajeros del Museo que Mercedes-Benz tiene en Stuttgart
MADRID ─ En los 16.500 metros cuadrados de superficie que suman las salas del Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart, se exponen más de 1.500 objetos, siendo los más visitados 160 vehículos de todas las épocas. Y entre estos hay uno que recibe una atención especial por parte de quienes visitan este Museo. Se trata de un enorme autobús Mercedes-Benz LO 1112 de 1969, sin duda el vehículo más colorido de cuantos allí pueden contemplarse. El vehículo fue construido en Argentina, donde este tipo de vehículos son conocidos como colectivos por haber sido dedicados al transporte colectivo de viajeros, una denominación también usada en otros países de Suramérica. Aunque también podría deberse a la curiosa forma en que se gestionaba su servicio, la cual comentamos más adelante.
Lo más llamativo de los colectivos es sin duda su colorida decoración, conocida como fileteado porteño, un estilo artístico creado a finales del siglo XIX que fue reconocido como patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO en diciembre de 2015, al igual que otra tradición argentina, el tango, reconocida a su vez allá por 2009. El fileteado porteño es un recargadísimo estilo que abunda en florituras, guirnaldas, flores y símbolos de vivos colores. Primero se utilizó para decorar carruajes tirados por caballos, en los que también cumplía una función de dispositivo antirrobo porque convertía cada carruaje en un vehículo único. Posteriormente, el estilo sería adoptado en los colectivos, que durante años se convirtieron en parte de la escena callejera de Buenos Aires desde hace décadas y son un atractivo para los turistas.
El LO 1112 es uno de los populares vehículos de morro corto fabricados por Mercedes-Benz a partir de la década de 1950 como camiones y para la exportación como autobuses. Son nos vehículos que ganaron a pulso el calificativo de indestructibles y que son muy buscados por los coleccionistas de vehículos clásicos en todo el mundo. En su frontis destacan los faros redondos, sus aletas curvas y la gran estrella Mercedes en la parrilla del radiador que le dan una apariencia muy agradable.
Por cierto, la L de la denominación del modelo (LO 1112) viene del alemán Lastwagen, que quiere decir camión, mientas que la O viene de ómnibus. en cuanto a la cifra 1112, que sigue a esas dos letras, conviene saber que 11 indica que el vehículo tiene un peso total de 11 toneladas mientras que el 12 indica la potencia del motor en decenas de caballos, es decir, 120 caballos.
El LO 1112 se construía en la planta que Mercedes-Benz tiene en Buenos Aires, fundada hace más de 70 años y sin duda la más antigua de cuantas la marca ha levantado fuera de Alemania. Se utilizaba un chasis de camión que se traía de Alemania y una carrocería de autobús típica de Argentina. La mayoría de los colectivos eran estos autobuses Mercedes-Benz, hasta el punto de que durante décadas la cuota de la marca en este segmento se mantuvo en torno al 90 por ciento.
Para los lectores más amantes de los datos técnicos añadiremos que entre 1965 y 1973 se fabricaron un total de 5.338 unidades del autobús LO 1112.
La unidad del LO 1112 que se exhibe en el Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart fue adquirida en 1969 por Héctor Prieto, quien prestaba servicio a la Línea 6 de colectivos de Buenos Aires junto con otros muchos colegas. Conviene advertir que como no existían empresas de transporte municipal de viajeros en Buenos Aires, los conductores compraban sus propios autobuses y se unían para prestar servicios regulares juntos en una sola línea, circulando por las calles de la capital porteña en horarios fiables y constituían la columna vertebral del transporte público local.
La colorida decoración de estos colectivos también cumplía funciones publicitarias porque en las lucrativas rutas de la capital argentina no hay una comunidad empresarial única sino varios grupos compitiendo entre sí. Todos y cada uno de los conductores usaban la notoriedad y la imagen para atraer todos los pasajeros posibles.
El autobús de Prieto está personalizado tanto por dentro como por fuera. Casi ninguna superficie visible queda sin tratar. Los colores y los cromados, así como los patrones grabados en algunas ventanas, convierten al LO 1112 en una obra de arte sobre ruedas. La decoración incluye un gran número de estrellas Mercedes, buena prueba del marquismo del propietario, cuya empresa se llama Transportes La Perlita S.A., como puede verse en el lateral del vehículo.
Son característicos del autobús de Prieto los numerosos símbolos de la suerte pintados en el exterior y en el interior, como naipes y dados. De esta forma, el autobús se convierte en una especie de amuleto de la suerte tanto para el conductor como para los pasajeros. El propio Prieto colocaba innumerables veces al día su mano derecha sobre un Cristo situado en el pomo de la palanca de cambios para implorar su protección. Y blasonada en la parte trasera, en medio del fileteado, una imagen de Carlos Gardel, el gran icono del tango. Aunque murió hace más de 60 años, a finales de la década de 1960, este cantor de tangos sigue gozando de una gran popularidad en Argentina.
El final de aquellos colectivos llegó en 1975, cuando el alcalde de Buenos Aires prohibió los buses estilo fileteado porteño con el fin de estandarizar el transporte público de la ciudad. Poco a poco, la cantidad de aquellos coloridos autobuses que circulaban por las rutas de Buenos Aires fue disminuyendo. Hasta Prieto terminó por dar de baja su joya en 1984, después de 15 años de servicio.
Durante muchos años, el magnífico LO 1112 estuvo casi olvidado en una nave. En 2006, el Ayuntamiento de Buenos Aires levantó la prohibición del fileteado porteño, pero para entonces el autobús de Prieto ya había encontrado un nuevo e inusual destino: Mercedes-Benz estaba planeando el nuevo edificio de su Museo y estaba buscando vehículos que tuvieran una historia especial y característica, Prieto, que mucho tiempo antes se había convertido ya en un exitoso empresario de autobuses con una gran flota de vehículos, decidió en 1999 que iba a restaurar completamente su antiguo colectivo devolviéndolo a su antigua gloria. Ese mismo año, el autobús emprendía un viaje en barco a Europa, llegando a Stuttgart impulsado por su propio motor, para incorporarse a la colección de vehículos Mercedes-Benz Classic en octubre de 2000.
El LO 1112 de Prieto ha estado en exhibición en el Museo Mercedes-Benz desde la inauguración de éste en mayo de 2006 un acto al que asistió como invitado de honor Héctor Prieto, quien había viajado desde Argentina con su familia para ver en vivo y en directo el debut de su colectivo en la exposición permanente del Museo. Como es natural, Prieto está encantado de que su autobús y su colorida librea atraigan tantos visitantes como viajeros subieron a él muchos años atrás en Buenos Aires. Saludo eterno incluido: en el parachoques trasero, el empresario se ha inmortalizado con letras delicadamente pintadas. Allí está escrito Gracias, Héctor, lo mismo que muchos de sus clientes decían al bajarse del colorido colectivo cuando llegaban a su destino.