🔸 Así lo muestra una encuesta a la que han contestado 256 talleres de los que un 20 por ciento de ellos son concesionarios, agentes y servicios oficiales, mientras que el resto pertenecen al canal independiente multimarca
MADRID ─ Los talleres de automóviles de la Comunidad de Madrid solo dan el aprobado a tres aseguradoras y por este orden: Mutua Madrileña (3,99 sobre 5), Allianz (3,18) y Mapfre (3,10), quedando en último lugar y muy por debajo del resto, Línea Directa (1,34). Este es uno de los principales resultados de una encuesta elaborada por la Asociación de Talleres de Automoción de la Comunidad de Madrid (ASETRA) y la Asociación de Talleres y Afines de la Comunidad de Madrid (NATRAM) entre los talleres de dicha Comunidad, a la que han contestado 256 talleres de los que un 20 por ciento de ellos son concesionarios, agentes y servicios oficiales, mientras que el 80 por ciento restante pertenecen al canal independiente multimarca. La encuesta, que recoge las opiniones de los talleres encuestados sobre las prácticas comerciales de las aseguradoras que condicionan la rentabilidad de aquellos, se ha llevado a cabo en el marco del Plan de Defensa y Mejora de la Carrocería que no es otra cosa que una estrategia global de trabajo para la defensa sistemática de los talleres en su relación con las aseguradoras en el marco de la realidad económica y legal.
En cuanto a volumen de trabajo, al 92 por ciento de los talleres, Mutua Madrileña les aporta entre el 20 por ciento y más del 40 por ciento de su trabajo, duplicando a Mapfre y multiplicando por 10 los datos de Pelayo y Allianz. Por el contrario, entre el 80 por ciento y el 95 por ciento de los talleres responden que Axa, Línea Directa, Liberty, Generali, Reale, G. Catalana y Zurich les generan menos del 10 por ciento del volumen de trabajo.
Períodos de pago. Entre el 51 por ciento y el 68 por ciento de los pagos de Generali, Axa, Liberty, Reale, G. Catalana, Zurich, Línea Directa y Pelayo se realizan en más de 7 días. Por su parte, según la opinión de los talleres, el 67 por ciento de los pagos de Mutua Madrileña se realiza en 48 horas, casi 50 puntos porcentuales más que Allianz y Mapfre.
Libertad de elección de taller por el usuario. También en este capítulo las diferencias son sustanciales. El 95 por ciento de talleres afirma que Mutua Madrileña permite la libre elección, le sigue Generali (60 por ciento). En el otro extremo, Mapfre y Línea Directa se sitúan por debajo del 14 por ciento. Esta práctica afecta a la competencia y a la imagen del taller.
Libre elección del tipo de recambios. El 82 por ciento de los talleres afirma que Mutua Madrileña permite la libre elección del tipo de recambios, le sigue G. Catalana (77 por ciento). Mapfre y Pelayo rondan el 45 por ciento y, muy descolgada, Línea Directa con un 20 por ciento. Esta práctica cercena la libertad de empresa, a pesar de que el taller es quien tiene obligación de garantizar el trabajo.
La libre elección del proveedor de recambios: casi todas las compañías superan el 90 por ciento de respuestas afirmativas, hasta el 99 por ciento de MUTUA MADRILEÑA MADRILEÑA. Por debajo, Mapfre (86 por ciento), Pelayo 80 por ciento y LÍNEA DIRECTA (74 por ciento).
La libre elección de materiales de pintura, supera el 90 por ciento de respuestas afirmativas de los talleres. Se mueve en una horquilla que va del 91 por ciento de Línea Directa hasta el 98 por ciento de Mutua Madrileña.
Los servicios que el taller presta de forma gratuita son otro importante capítulo que condiciona su rentabilidad. En una tabla junto a estas líneas se recoge el porcentaje de respuestas afirmativas de los talleres de las dos aseguradoras que exigen más servicios (rojo) y menos servicios (verde).
Todos los datos expuestos en párrafos precedentes ponen de manifiesto que no todas las aseguradoras son iguales. La cuestión es ahora qué pueden hacer los talleres ante el comportamiento de cada aseguradora. Desde ASETRA, recomiendan que los talleres traten a las entidades aseguradoras de forma diferente, según el trato que reciban de ellas.
No es coherente ni comercial, ni y económicamente, que compañías que aportan poco volumen de trabajo que, además, solicitan un alto descuento sobre el precio y la prestación de servicios gratuitos (con un coste que tiene que asumir el taller) paguen un precio inferior a otras que proporcionan un mayor volumen de reparaciones, subrayan desde ASETRA, recordando algunas algunas de las posibles respuestas del taller:
* No aceptar condiciones desequilibradas. En última instancia no reparar los vehículos de una entidad con escaso porcentaje de trabajo, no representará un quebranto económico y, sin embargo, puede lanzar señales al resto de compañías de que su taller trabaja a precios inferiores.
* Informar al cliente de la nociva política comercial que práctica esa aseguradora, respecto al taller y, por extensión, respecto al cliente.
* Informar al cliente de sus derechos respecto a la compañía, el principal reparar en el taller que deseé, salvo pacto expreso en contrario en su póliza.
* Reclamar la valoración a la compañía, aportando a su vez una valoración paralela que le hace el propio taller.
* Asesorar-gestionar con el cliente la cesión de derechos de éste al taller para reclamar ante la compañía, la reparación hecha con un importe superior al de la tasación de la aseguradora.
* Prescribir a su cliente respecto al seguro de su vehículo compañías aseguradoras respetuosas con los derechos e intereses del mismo y del taller; no en vano el taller es un gran conocedor de las características de las pólizas y de las prácticas comerciales de las aseguradoras, así como de sus efectos sobre la atención al cliente (asegurado).