🔸 El grupo holandés VDL ha hecho una oferta por las actividades del afamado carrocero belga en el campo de los autobuses y la sudafricana GRW, una empresa próxima a la alemana Schmiz Cargobull, por las de remolques y semirremolques
Actualizado el 15.04.2024 a las 22:00 horas
MADRID ─ Tras varios meses de rumores negativos y una vieja y prolongada disputa entre los miembros de la familia Van Hool sobre el reparto del 13 por ciento de las acciones de la compañía que lleva su nombre y que estaban en manos de los Van Hool, la que con una plantilla de 5.500 personas repartidas por todo el mundo llegara a convertirse en una de las joyas de la corona de la industria belga del automóvil, parece haber alcanzado el final de trayecto. En efecto, el 8 de abril de 2024, el Tribunal de Comercio de Malinas (provincia de Amberes) declaraba en quiebra a Van Hool, una compañía muy conocida en España por haber tenido en los años 60-70 una fábrica de autobuses en Zaragoza y sus acuerdos con Barreiros para la construcción de una gama de autobuses para el industrial español.
Aún sin haberse anunciado oficialmente la mencionada declaración de quiebra, el grupo holandés VDL ya había hecho pública su disposición a hacerse con las actividades de Van Hool en el área de los autocares y autobuses (fábrica de Koningshooikt, en Bélgica), mientras que la compañía sudafricana GRW, próxima a la alemana Schmitz Cargobull, uno los mayores fabricantes europeos de remolques y semirremolques, se haría cargo de las actividades de producción de estos vehículos por Van Hool (fábrica de Skopje, en Macedonia del Norte).
Desgraciadamente, las ofertas de VDL y GRW (Schmitz Cargobull) sólo contemplan el rescate de entre 650 y 950 trabajadores (entre 300 y 600 para VDL y entre 300 y 350 para GRW), una cantidad que apenas supera la mitad de la plantilla que tenía sólo la planta de Koningshooikt antes de la quiebra y que resulta mínima frente a los 4.200 puestos de trabajo a que aproximadamente ascendía en estos momentos la plantilla mundial de Van Hool. Antes de las presentes dificultades económicas, las dos fábricas europeas de Van Hool daban trabajo a unos 2.500 empleados. El desenlace de la quiebra de Van Hool está aún en el aire, desconociéndose muchos aspectos. Por ejemplo, no está clara la continuidad de la marca Van Hool; también se especula con la posibilidad de que toda la construcción de autocares y autobuses sea trasladada a la planta de Macedonia del Norte, donde de hecho ya se construía la serie E de autobuses Van Hool, junto con los remolques y semirremolques.
MADRID ─ Tras varios meses de rumores negativos y una vieja y prolongada disputa entre los miembros de la familia Van Hool sobre el reparto del 13 por ciento de las acciones de la compañía que lleva su nombre y que estaban en manos de los Van Hool, la que con una plantilla de 5.500 personas repartidas por todo el mundo llegara a convertirse en una de las joyas de la corona de la industria belga del automóvil, parece haber alcanzado el final de trayecto. En efecto, el 8 de abril de 2024, el Tribunal de Comercio de Malinas (provincia de Amberes) declaraba en quiebra a Van Hool, una compañía muy conocida en España por haber tenido en los años 60-70 una fábrica de autobuses en Zaragoza y sus acuerdos con Barreiros para la construcción de una gama de autobuses para el industrial español.Aún sin haberse anunciado oficialmente la mencionada declaración de quiebra, el grupo holandés VDL ya había hecho pública su disposición a hacerse con las actividades de Van Hool en el área de los autocares y autobuses (fábrica de Koningshooikt, en Bélgica), mientras que la compañía sudafricana GRW, próxima a la alemana Schmitz Cargobull, uno los mayores fabricantes europeos de remolques y semirremolques, se haría cargo de las actividades de producción de estos vehículos por Van Hool (fábrica de Skopje, en Macedonia del Norte).
Desgraciadamente, las ofertas de VDL y GRW (Schmitz Cargobull) sólo contemplan el rescate de entre 650 y 950 trabajadores (entre 300 y 600 para VDL y entre 300 y 350 para GRW), una cantidad que apenas supera la mitad de la plantilla que tenía sólo la planta de Koningshooikt antes de la quiebra y que resulta mínima frente a los 4.200 puestos de trabajo a que aproximadamente ascendía en estos momentos la plantilla mundial de Van Hool. Antes de las presentes dificultades económicas, las dos fábricas europeas de Van Hool daban trabajo a unos 2.500 empleados.
