jueves, 1 de abril de 2021

MEDIR LAS EMISIONES DE CO2 SOLO EN EL TUBO DE ESCAPE NO DA UNA IMAGEN REAL DE LA APORTACIÓN DE LOS CAMIONES Y AUTOBUSES

🔸 Solo en Europa, Estados Unidos y China, un cálculo realista de las emisiones de los combustibles alternativos agregaría por término medio un 45 por ciento más de CO2 a la electricidad y un 72 por ciento más al hidrógeno en comparación con el Diesel convencional

MADRID ─ La Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU, por sus iniciales en inglés) reclama a las autoridades de los distintos países del mundo que se midan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los automóviles con el criterio del pozo a la rueda y no con el criterio del depósito a la rueda. pues el segundo de estos criterios falsea las emisiones reales de los distintas formas de movilidad. Si bien el hidrógeno y la electricidad a menudo se consideran erróneamente como combustibles de emisión cero, si se tienen en cuenta todas las emisiones de CO2, incluyendo las emisiones generadas en la fabricación y distribución de esos combustibles alternativos, surge una imagen más realista de las emisiones de una movilidad basada en esos combustibles alternativos. Solo en Europa, Estados Unidos y China, esto agregaría por término medio un 45 por ciento más de CO2 para la electricidad y un 72 por ciento más para el hidrógeno en comparación con el Diesel convencional, aseguran desde la IRU.

Por lo tanto, una transición en los vehículos pesados a combustibles como la electricidad y el hidrógeno sin utilizar fuentes de energía de bajas o nulas emisiones de carbono, no reduciría de 400 a 700 millones de toneladas de emisiones anuales de CO2, como habitualmente se proclama.

De hecho, los vehículos comerciales pesados, incluidos los autocares y camiones, emiten solo 950 millones de toneladas de CO2 al año medidas en el tubo de escape (criterio del depósito a la rueda), que son aproximadamente el 2,5 por ciento de las emisiones globales.

La descarbonización del transporte por carretera es una tarea enorme y cara. La combinación correcta de incentivos e inversión para acelerar alternativas bajas en carbono y eventualmente con cero emisiones netas de carbono para cumplir los objetivos de 2030 y 2050 solo se puede lograr si el CO2 se contabiliza correctamente, dice Umberto de Pretto,  secretario general de la IRU.

El criterio del depósito a la rueda, que mide las emisiones en el tubo de escape en lugar de hacer una evaluación exhaustiva desde el origen de la energía a la rueda del vehículo, es un criterio sesgado que continuará distorsionando la acción política para reducir el CO2 en el transporte por carretera. Los transportistas necesitan bases ciertas y no fantasías inviables para poder seguir trabajando en el enorme desafío de descarbonizar de manera efectiva sus flotas y actividades, agregó de Pretto.

Emisiones en kilos de CO2 por gigajulio del Diesel, el gas natural, la electricidad y el hidrógeno en la Unión Europea (EU),
Estados Unidos y China