🔸 El 53 por ciento de la red viaria española presenta deterioros importantes en el pavimento, que, de no corregirse, convertirán en papel mojado los objetivos climáticos del Gobierno
La AEC estima que más de la mitad del firme de nuestra red viaria presenta deterioros estructurales y superficiales importantes |
Los ensayos, llevados a cabo en un tramo de 46 kilómetros de longitud, confirman que, en el caso del vehículo ligero, las emisiones de CO2 disminuyen una media del 3,5 por ciento al circular por un asfalto bien conservado, llegando al 4 por ciento de reducción para el vehículo pesado.
Si el pavimento presenta un deterioro estructural importante (grietas en las rodadas,
baches, deformaciones, agrietamiento grueso, desintegraciones graves…), los vehículos ligeros llegan a emitir hasta un 9 por ciento más de CO2 (un 6 por ciento los pesados). Si el deterioro es superficial (agrietamiento fino, desintegraciones ligeras, descarnaduras, exudaciones, etc.), entonces las emisiones se incrementan un 5 por ciento y un 4 por ciento para cada uno de ambos tipos de vehículo.
Si el pavimento presenta un deterioro estructural importante, los vehículos pesados que ruedan sobre él pueden aumentar hasta un 6 por ciento sus emisiones de CO2 |
A mayor deterioro, más consumo de combustible
Una carretera mal conservada es, además, una carretera en la que se dispara el
consumo de combustible.
El estudio de la AEC Análisis de la relación entre el estado de conservación del
pavimento, el consumo de combustible y las emisiones de los vehículos ─cuyos
resultados se han presentado coincidiendo con la celebración de la Cumbre del Clima de Madrid COP25─ cifra en cerca de 600 millones los litros de combustible que cada año se consumen de más como consecuencia del deterioro del asfalto.
Y eso no es todo: circular por una carretera en mal estado también compromete la
seguridad, desgasta los neumáticos (del entorno del 3 por ciento más en el caso de los vehículos ligeros, y el 2 por ciento en el de los pesados) y puede provocar otros daños en el vehículo.
Por todo ello, desde la AEC se hace un llamamiento a la necesidad de actuar con urgencia en la mejora de la red viaria. De lo contrario, los objetivos climáticos a los que se ha comprometido el Gobierno, que pasan por reducir las emisiones del transporte un 32 por ciento hasta 2030, serán papel mojado, aseguran desde la AEC.