- Cuando el material móvil ferroviario tiene que darse una vueltecita por la carretera hay que afrontar complejos problemas de ingeniería
MADRID ─ Llevar locomotoras, tranvías, vagones de un sitio a otro cuando éstos no se encuentran conectados a través de la red principal de ferrocarril suele plantear importantes problemas de ingeniería, ya que no queda más remedio que recurrir al transporte por carretera, un entorno completamente hostil para los de la vía férrea y en este caso no nos referimos a la tradicional rivalidad entre los dos medios de transporte, sino a las diferencias técnicas que de base existen en la forma que ferrocarriles y camiones ruedan sobre la superficie terrestre. Como ejemplo, hoy comentamos el transporte de uno de esos metros ligeros, tranvías o, simplemente, trenes urbanos que utilizamos en las grandes ciudades sin plantearnos casi nunca cómo han llegado desde el lugar donde los construyeron a la vía por la que ya se están desplazando en ese momento.
Para resolver uno de esos transportes, excepcionales sin duda, la compañía APB Pilzen, con sede en la ciudad de Pilsen, en la República Checa, acudió a Faymonville, el especialista belga de los vehículos para transporte excepcional, que diseñó una solución para llevar a cabo ese transporte a partir de dos grandes plataformas de carga de la serie MultiMAX, con altura reducida sobre el suelo y siete ejes acodados cada una de ellas, ejes que permitían rebajar la altura de la plataforma de carga a sólo 74 centímetros del suelo ya en condiciones de iniciar el movimiento e incluyendo los raíles empotrados en dicha plataforma pues el vehículo ferroviario es trasladado por carretera sobre un segmento de vía férrea instalado en la propia plataforma y que puede adaptarse a los distintos anchos de vía que se usan en el mundo ferroviario: 1.000, 1.450 y 1.670 milímetros, dependiendo de los países de que se trate. Con esa altura de sólo 74 centímetros en orden de marcha, se zanjaron todos los posibles problemas de gálibo que podrían haberse presentado en el trayecto.
Dos plataformas de siete ejes acodados cada una acogen el vehículo ferroviario para transportarlo por carretera a su lugar de destino |
Además de la plataforma de carga extensible, la solución diseñada por el especialista belga de los vehículos para transporte de grandes masas indivisibles ofrece la posibilidad de ampliar el semirremolque con extensiones que se pueden enganchar unas a otras. Para ello se incorporó un punto de ruptura (denominado acoplamiento de perno-brida) entre el cuello de cisne y la plataforma de carga, un sistema que puede ser manejado por una sola persona sin necesidad de medio adicional alguno. Todas las funciones son de accionamiento hidráulico y los elementos de extensión pueden montarse y desmontarse sin problemas mediante rodillos de apoyo o ruedas. Además, la posibilidad de crear una tensión previa variable en las vigas de ampliación permite transportar los vehículos ferroviarios más pesados, que llevan varios bogies sin que la plataforma de carga llegue a combarse.