- El gobierno considera la posibilidad de prolongar el PIVE 6 hasta finales de 2014 y el sector de las dos ruedas también reclama ayudas
MADRID ─ Estaba cantado, el gobierno español se ha convertido en un esclavo de la industria del automóvil, que se ha hecho ya adicta a las ayudas y subvenciones. Se lo dijimos hace pocos días al secretario de estado de Comercio, del Ministerio de Economía y Hacienda, Jaime García Legaz, después de que éste comentase, en el marco de un Foro organizado por GANVAM que los planes PIVE de ayudas a la renovación del parque con vehículos más eficientes y seguros, se iban a mantener por ahora pero que habría de llegar un momento, cuando la demanda española de automóviles se recuperase, en que los PIVE tendrían que desaparecer. Entonces le advertimos a García Legaz que le iba a costar mucho dejar de ayudar a la industria española del automóvil, puesto que la misma se había acostumbrado ya a vivir en el entorno de la subvención y de hecho estaba reclamando ya un PIVE transitorio para que la demanda de coches no cayera en los dos últimos meses de 2014. El secretario de estado dijo que él pensaba que cuando la demanda de coches recuperase el nivel de 1,2 millones de unidades al año, sería un momento adecuado para interrumpir los PIVE. Desde ese momento, nosotros no hemos dejado de preguntarnos cómo pudo llegar la demanda de automóviles a esos 1,2 millones de unidades por primera vez sin recibir ayudas ni subvenciones.
También le preguntamos a García Legaz si no pensaba que los PIVE suponen un agravio comparativo respecto a otros sectores de la actividad comercial e industrial de nuestro país y no nos contestó. Pues bien, las últimas informaciones, difundidas por Europa Press, afirman que el Ministerio de Hacienda está preparando el procedimiento presupuestario para sustentar un PIVECITO con que llegar al PIVE 7 ya anunciado para 2015. Así lo anunció el ministro Montoro en la inauguración del XX Encuentro del Sector de la Tecnología Sanitaria.
Puestos a pedir, el lobby del automóvil pensaba en una dotación de 75 millones de euros para estos dos últimos meses de 2014. ¡No está mal, cuando para todo el PIVE 7 se han previsto 175 millones!. Seguramente, Hacienda no concederá tanto pero, por pedir, que no quede.
Volviendo al tema de cuándo se suspenderán los planes PIVE, conviene subrayar que esta subvención extra que se reclama para noviembre y diciembre de este año es para conseguir que la demanda alcance los 850.000 coches en 2014, así que no nos quedan planes PIVE hasta que se llegue a los 1,2 millones de unidades sugeridos por el secretario de estado de Comercio. Por cierto, que hay que señalar que parece que no ha sido García Legaz el que ha patrocinado el PIVECITO de final de año, sino el ministro de Hacienda.
Y las motos, ¿por qué no?
Y claro, como era lógico, pues hay otros sectores que también desean disponer de ayudas y subvenciones. Entre ellos, el de la motocicleta, representado por la Asociación Nacional del Sector Dos Ruedas (ANESDOR), cuyo secretario general, José María Riaño, se queja de que hasta ahora este sector sólo ha recibido 500.000 euros de ayudas a través del plan PIMA Aire 3, dinero que iba destinado sólo a fomentar la compra de motocicletas y ciclomotores eléctricos. Según Riaño, el gobierno tiene intención de no incluir una ayuda similar en el próximo PIMA Aire.
El secretario general de ANESDOR declaraba recientemente a El Mundo que la demanda de vehículos de dos ruedas ha caído un 80 por ciento en España durante los cinco años últimos y en el acumulado de los diez primeros meses de 2014, que asciende a 12.629 unidades, aún sigue cayendo un 3,7 por ciento sobre el mismo período del año 2013. Y claro, Riaño dice que también ellos tienen derecho a renovar el parque de los vehículos de dos ruedas, aumentar su seguridad y rebajar su antigüedad.
Y tiene razón Riaño, aunque por lo que a nosotros respecta, dada la situación de las estadísticas de la dirección general de Tráfico, a la que aún le quedan en el limbo 2,7 millones de vehículos que no sabe dónde están, ni si existen o no, y después del fraude legal detectado en el PIVE 5, cuando se descubrió que muchos de los vehículos entregados para achatarrar llevaban ya muchos años sin circular, pudriéndose en las campas de los desguaces, todos esos efectos positivos de la renovación, el aumento de la seguridad, la menor contaminación y el rejuvenecimiento del parque siguen aún pendientes de demostración.