🔸 Historia de un vehículo que, pese a su corta existencia, las excelentes impresiones de quienes lo condujeron han convertido en un camión de culto
El Transcontinental, familiarmente Transconti, fue un audaz intento de Ford de desafiar a los mejores fabricantes europeos de camiones pesados. Desarrollado en Essex (Inglaterra) por un equipo de diseñadores contratados al efecto, el Transconti fue una obra maestra de ingeniería integrando componentes y equipos fabricados por proveedores independientes: motores de Cummins, cajas de cambios Fuller, ejes Rockwell y una cabina Berliet fueron integrados en un producto que rompió todos los récords de rendimiento en las pruebas publicadas por las revistas especializadas en 1975.
Siempre pensado como un camión para flotas, el Transconti se granjeó una imagen de buque insignia premium, en competencia con líderes largamente establecidos como el Scania 111 o el Volvo F88. Muy revisado en 1978, el Transconti Mk 2 continuó fabricándose hasta 1983. Aunque el modelo nunca fue rentable para Ford, este gran camión se ha convertido con el paso del tiempo en un modelo de culto, amado tanto por los camioneros como por los entusiastas de los camiones.
El libro de Patrick Dyer reúne más de 200 fotografías que en una gran variedad de libreas y ubicaciones muestran la evolución del Transconti a lo largo de los años. Cada fotografía lleva una amplia leyenda que complementa el texto principal. La documentación gráfica también incluye instantáneas del proceso de fabricación del vehículo.Para mejor situar en contexto al Transconti, el autor del libro también explica cuáles fueron los modelos de camión Ford que lo precedieron y cuáles los que vinieron después.
Los motivos de que el Transconti no fuera un éxito de ventas y no reportara beneficios a Ford hay que buscarlos sin duda en el hecho de que su desembarco en la Europa continental puso en evidencia que los transportistas de esta parte del Viejo Continente estaban acostumbrados a trabajar en un entorno de integración vertical en que las labores de reparación y mantenimiento eran llevadas a cabo preferentemente en la red oficial del fabricante del camión y rechazaron la concepción meccano típica de Norteamérica en que esas labores había que realizarlas en las redes de asistencia técnica de cada uno de los proveedores de motor, caja de cambios, ejes, etc., por otra parte mucho menos tupidas en Europa que al otro lado del Atlántico.
El autor
En cuanto al autor, hay que mencionar que Patrick Dyer, nacido en 1968, aunque trabaja en temas relacionados con el automovilismo deportivo, es un gran experto en camiones y de hecho es propietario de un Volvo F12 de 1983, que luce la librea de Edwin Shirley Trucking y que restauró con la ayuda de su amiga Ashley Pearce; un histórico que Patrick conduce siempre que puede.
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