🔴 Los altos ejecutivos de los dos mayores fabricantes estadounidenses de automóviles perfilan panoramas financieros contrapuestos para cada una de ellos
Bob Shanks, director financiero de Ford desde abril de 2012, afronta una temporada difícil en la que tratará por todos los medios de reducir los costes de la compañía |
Por el contrario, Ford no vive sus mejores momentos, hasta el punto de que Bob Shanks, director financiero de Ford, admitió ante los analistas en una conferencia de inversores en Detroit, que iba a llevar años enderezar las cuentas de su compañía. Uno de los problemas que afrontan las finanzas de Ford es el fuerte impacto del aumento de costes de materias primas como el acero, el aluminio y otros metales, así como la volatilidad de las paridades monetarias, que en conjunto podrían costar a la compañía 1.600 millones de dólares en 2018. Ya se han tomado medidas para reducir costes y esperamos que su efecto empiece a apreciarse a partir de 2020, dijo Shanks.
Por su parte, Jim Farley, responsables de mercados, anunció que, para rebajar costes se iban a eliminar algunas variantes en los modelos de mayor producción y a recortar los costes anuales de marketing en 200 millones de dólares. Además de reducir sus modelos de turismos, Ford fabricará más camionetas (pickup), CUV y SUV.
El pronóstico de Ford para 2017 es de unos beneficios de 1,78 dólares por acción, muy ligeramente por debajo de los 1,83 dólares vaticinados por diversos analistas. Para 2018, Ford espera ganancias de entre 1,45 y 1,70 dólares por acción, por debajo del promedio de 1.62 dólares que esperaban los analistas.
Por su parte, Jim Hackett, que remplazó a Mike Fields en mayo último, ha prometido recortar en 14.000 millones de dólares los costes de desarrollo de productos de Ford. Hackett tiene una gran reputación como experto en reestructuraciones.