viernes, 4 de noviembre de 2016

LOS COCHES ELÉCTRICOS NO ACABARÁN CON LA DEMANDA DE PETRÓLEO

La Agencia Internacional de la Energía cree que son los camiones, aviones y la industria petroquímica los mayores consumidores de combustibles extraídos del petróleo y que por el momento no hay otras alternativas para ellos


Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía,
duda que los coches eléctricos vayan a dar lugar a un
descenso 
en la demanda mundial de petróleo
MADRID ─ La agencia Bloomberg se ha hecho eco de unas declaraciones de Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en las que se muestra escéptico con relación a la posibilidad de que los coches eléctricos consigan acabar con la era del petróleo, no al menos a corto ni a medio plazo. El aumento de la demanda de petróleo no viene de los coches, sino de los camiones, los aviones y la propia industria petroquímica y por el momento no hay alternativas para estos consumidores, indicó Birol.

Las declaraciones del director de la AIE constutuyen una imprevista ducha de agua fría para quienes se dejaron arrastrar por la euforia sobre el futuro de la movilidad eléctrica que se extendió por Europa raíz de la última edición del Salón del Automóvil de París, ciudad en la que precisamente se produjeron las declaraciones del director de la AIE.

Bloomberg New Energy Finance (BNEF) cree que los vehículos eléctricos puros y los híbridos enchufables podrían reducir la demanda mundial de petróleo en 13 millones de barriles diarios para el año 2040.

Simon Henry, director financiero de la petrolera Royal Dutch Shell también avisó durante una conferencia de prensa convocada este último martes de que la demanda de petróleo podría comenzar a reducirse en el plazo de 5 a 15 años por efecto de la difusión de las energías renovables y el aumento de la eficiencia, más que por una reducción de la demanda de transporte.

También Fitch Ratings dijo a mediados del mes pasado que las tecnologías usadas por los vehículos eléctricos podrían poner en marcha una espiral mortal para las inversiones en combustibles fósiles.


Y pocos días antes de que Fitch formulase esa previsión, la propia BNEF presentaba en Londres un estudio titulado An Integrated Perspective of the Future of Mobility que había llevado a cabo con la consultora McKinsey & Co. en el que se afirmaba que la expansión de los coches eléctricos era imparable y que ya en el presente año podían venderse 647.000 vehículos electricos, lo que supondría un aumento del 44,4 por ciento sobre 2015.



Aunque la AIE maneja unas cifras aún más optimistas que las de BNEF sobre las ventas de vehículos eléctricos ─habla de 550.000 híbridos enchufables vendidos en 2015─ Birol no pudo por menos que subrayar que eso era menos del 1 por ciento de todos los vehículos vendidos el año pasado.

En el mismo evento en que Birol mostró su escepticismo sobre un descenso de la demanda mundial de petróleo por la difusión de la movilidad eléctrica, Ben van Beurden, presidente ejecutivo de Royal Shell Dutch, señaló que aunque el desarrollo de las energías renovables había sido muy notable en años recientes, era evidente que la industria había sido incapaz de ganar dinero con ellas y pronosticó que la energía solar será uno de los ejes del sistema energético mundial en la segunda mitad de este siglo.

¡Caramba, qué lástima que Abengoa no haya aguantado otros 50 años más!.