🔸 Es una consecuencia de la transición de los motores de combustión interna a los de propulsión eléctrica, que requieren mucha menos mano de obra para su fabricación
La transición del motor de combustión interna al motor eléctrico afectará muy negativamente al empleo en la industria proveedora de automoción |
Continental tiene en estos momentos una plantilla de 240.000 personas repartidas por diversos países y ya ha enumerado algunas de las fábricas que podrían verse afectadas de manera más inmediata.
Por ejemplo, el cierre de la fábrica que el grupo alemán tiene en Rodi (Alemania) supondrá la pérdida de 520 puestos de trabajo.
Las instalaciones de Limbach-Oberfrohna (Alemania) podrían perder 850 puestos de trabajo cuando, en 2028, se dejen de fabricar en ellas los componentes de inyección para motores Diesel. Y otros 2.200 puestos de trabajo están en peligro en la factoría de Babenhausen (Alemania).
Ya fuera de Alemania, hay 720 puestos de trabajo en el aire en Newport News (Estados Unidos) cuando en 2024 se dejen de fabricar allí componentes hidráulicos para motores de gasolina. A éstos podrían sumarse 750 empleos en Pisa (Italia), donde en 2028 también se dejarán de fabricar componentes para motores de gasolina.
Y los españoles no vamos a irnos de rositas: las instalaciones que Continental tiene en Rubí (Barcelona) donde se producen sistemas analógicos de control, podrían ser cerradas o vendidas, perdiéndose unas 760 personas.