martes, 9 de junio de 2015

SUBE A 111 LA CUENTA DE MUERTES ATRIBUIDAS A LOS SISTEMAS DE CONTACTO DEFECTUOSOS EN VEHÍCULOS DE GENERAL MOTORS

Las autoridades estadounidenses estudian formular una querella criminal contra el constructor de automóviles que podría terminar en una multa de hasta 1.700 millones de euros


El sistema de contacto (ver la llave a la derecha) que ha
dado lugar a un centenar largo de muertes reconocidas
hasta ahora en vehículos de General Motors
MADRID ─ El Fondo creado por General Motors (GM) para analizar las reclamaciones relacionadas con el sistema de contacto de muchos de sus modelos, particularmente de los Chevrolet Cobalt y Saturn Ion, que podía parar el vehículo de manera inopinada en plena marcha, dejando a sus ocupantes sin airbags, servofreno, servodirección, etc., para establecer las indemnizaciones a los heridos en accidentes originados por ese fallo y a las familias de los muertos, ha reconocido que sus fatídicas cuentas han llegado a 111 fallecimientos y 220 heridos de los que una docena fueron heridos muy graves y 179 menos graves.


Camile Biros, administradora adjunta del Fondo, declaró a los medios estadounidenses que el Fondo había hecho ya 229 ofertas de indemnización, de las que 161 habían sido ya aceptadas, 6 habían sido rechazadas y el resto estaba aún pendiente de respuesta por parte de los demandantes. El Fondo recibió más de 4.300 demandas de indemnización.

El problema, que en GM se conocía desde hacía una década, dio lugar a la llamada, hace ahora un año, de 2,6 millones de vehículos para revisar el mecanismo de contacto que, como se ha dicho, podía cambiar durante la marcha la posición de la llave de contacto, llevándola a parado.

Los fiscales de Estados Unidos están analizando la posibilidad de plantear una querella criminal contra GM por haber ocultado durante tanto tiempo el problema y no haber tomado medidas para solucionarlo; además, estudia la posibilidad de llevar a juicio a empleados concretos de la compañía. En el peor de los casos, para GM, ésta se podía ver sancionada con una multa de 1.000 millones de dólares (unos 886 millones de euros), aunque algunos analistas financieros han hablado de la posibilidad de que se llegue al doble. Mary Barra, a raíz de la posible querella criminal, sólo ha comentado que GM ha colaborado totalmente con las autoridades en todo momento y va a seguir haciéndolo.

Por su parte, Mark Rosekind, administrador de la National Highway Traffic Safety Adminitration (NHTSA), la agencia dependiente del Ministerio de Transportes que entiende en materia de seguridad de los automóviles, ha admitido que esta agencia no tuvo en cuenta detalles que podían haber conducido a tomar mucho antes medidas contra los sistemas defectuosos de contacto de algunos vehículos de GM. Rosekind se escudó en parte en que el fabricante de automóviles había ocultado información vital sobre el asunto.

Lo que ha sido bastante criticado en la prensa estadounidense es que, pese a reconocer una parte de la culpa como de la agencia, admitiendo que sus expertos habían tardado mucho tiempo en relacionar que los airbags de los vehículos accidentados no se desplegaran con un problema en el sistema de contacto, Rosekind haya dicho que no se ha tomado medida alguna ni se tomará contra el personal de la NHTSA.