lunes, 23 de febrero de 2015

¿Y SI EL PIVE 7 NUNCA LLEGARA A EXISTIR?

😈 Su dotación de 175 millones de euros podría haberse agotado sin que el Consejo de Ministros haya aprobado oficialmente el plan de ayudas a la renovación del parque


MADRID ─ La situación en que se encuentran los concesionarios españoles de automóviles tiene ya características de ópera chusca. A jueves de la semana pasada, cuando el sector daba por seguro que el Consejo de Ministros que se celebraría al día siguiente iba a aprobar finalmente el PIVE 7, la séptima edición del plan de ayudas a la renovación del parque con vehículos más eficientes y ecológicos, se llevaban gastados 142 millones de euros de los 175 que, hasta ahora en teoría, se habían asignado como dotación al PIVE 7. Pues bien, llegó el día siguiente y el plan no se aprobó. Y aún hubo cosas peores...

Sí, porque, de repente, el secretario de estado de Comercio, Jaime García-Legaz se descolgó en público, sin que nadie le hubiera preguntado al respecto, con que el mercado español del automóvil había comenzado a tener una vida intensa per se como demuestran que las importaciones crecieron un 19 por ciento en 2014 y que, en consecuencia, habría que empezar a revisar las políticas de estímulo al sector.

No sabemos a qué obedece el repentino cambio de opinión de García-Legaz, que hace sólo tres meses mantenía que las ayudas seguirían hasta que el mercado español del automóvil recuperase el nivel de 1,2 millones de vehículos matriculados al año. ¿Será por la desaparición de la maléfica influencia del pequeño Nicolás sobre una parte del gobierno y de nuestro tejido empresarial?.

Una cota absurda en sí misma

Desde luego, el establecimiento de una cota de 1,2; 1,5 ó 2 millones de unidades vendidas para que desparezcan las ayudas es un absurdo en sí mismo, pese a que rápidamente asociaciones como ANFAC, FACONAUTO y GANVAM hayan puesto de inmediato el grito en el cielo diciendo que abortar un futuro PIVE 8 sería un error cuando aún existen debilidades estructurales en la economía que justifican ese estímulo del consumo.

Claro que existen debilidades estructurales, pero no sólo en el sector del automóvil. Al autor de estas líneas, como a otros muchos millones de españoles, les encantaría que el gobierno les diera ayudas hasta que consiguieran devolver sus negocios no ya al nivel que tenían en 2007, al comienzo de la crisis, sino bastante menos incluso.

¿Es de esto de lo que se ha percatado el gobierno al comienzo de un año tan electoral como 2015?. ¿Se ha dado cuenta ya de que los trabajadores e incluso los empresarios de la industria del automóvil, por cuyo trabajo y bienestar tanto se viene esforzando en estas pasadas ediciones del PIVE, no van a entregar por ello su voto al PP?.

Poca seriedad legal

Al margen de esas consideraciones electorales, la mayoría de nuestros lectores reconocerán que la forma en que se ha llevado el PIVE 7 es impresentable tanto desde un punto de vista legal como práctico. Agotado el PIVE 6, los fondos del PIVE 7 se han ido consumiendo como una prolongación del PIVE 6 falta totalmente de soporte legal. Es más, al no haberse publicado aún en el BOE el articulado de la séptima edición de ayudas, nadie sabe cuáles serán sus condicionamientos y todos han dado por supuesto que serán básicamente los mismos que los de la edición precedente.

Pero, de momento, ya podemos afirmar que se espera que en el PIVE 7 se exija la titularidad del vehículo que se entrega para achatarrar por al menos los últimos seis meses. ¿Se habrán hecho con esa exigencia todas las operaciones a cuenta del PIVE 7?. ¿Y si el texto regulatorio final del nuevo plan de ayudas incluyera exigencias hasta ahora no planteadas?.

Se asegura que no se va a exigir el recibo del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) correspondiente al año anterior. ¿Y eso?. ¿Se nos está ablandando el ministro de Hacienda, Sr. Montoro, hasta el punto de perder esa oportunidad de pillar por ahí algunos miles de euros más?.

Por otro lado, los concesionarios han ido adelantando la parte de las ayudas que le corresponde en cada operación al gobierno., poniendo ellos los 2.000 euros, en lugar de los sólo 1.000 que les corresponden. Algunas marcas han tenido que ayudar a sus redes para que pudieran afrontar el esfuerzo cada vez más prolongado que ello les supone. ¿Se imaginan lo que podría ocurrir si, finalmente, el PIVE 7 no llegara a aprobarse?. No sería la primera vez que el ministro Montoro dice al de Industria que no hay fondos para algo a lo que el Sr. Soria se había comprometido con cierto sector de actividad.

Ya el 05.12.2014, con el título ¿Inocentada del gobierno a los concesionarios?, publicábamos en esta web-blog un comentario advirtiendo de que el entendimiento, rayano en el compadreo, entre gobierno, sindicatos e industria del automóvil estaba dando lugar a que se vulnerasen las formas legales y que las cosas estaban degenerando por momentos.