sábado, 14 de febrero de 2015

AHORA SON LOS RECICLADORES DE AUTOMÓVILES LOS QUE DENUNCIAN A TAKATA

Consideran que pagaron de más por unos vehículos cuyos airbags no servían para nada y, además, descubren ahora que pueden resultar peligrosos



MADRID ─ A Takata se le abren nuevos frentes de litigio por el problema de sus airbag-bomba. Ahora es la Asociación de Recicladores del Automóvil (ARA, por su acrónimo inglés, que también vale para el español) de Estados Unidos, la que anuncia que ha presentado una demanda contra el proveedor japonés y una serie de fabricantes de automóviles a consecuencia de las masivas llamadas a revisión de los vehículos de dichos fabricantes para reemplazar los airbags de los mismos fabricados por Takata. ARA será asistida legalmente por el bufete Kessler Topaz Meltzer and Check ante el tribunal de Florida donde se ha presentado la denuncia.

La elección del estado de Florida para presentar la denuncia se debe sin duda al hecho de que Takata ha reconocido que, aunque no sabe muy bien cuál es el problema que da lugar a que sus airbags estallen repentinamente, sí parece existir una correlación con un ambiente de elevadas temperatura y humedad relativa que puede llegar a alterar las características de las sustancias que reaccionan para inflar los airbags, dando lugar a que éste se hinche con mayor rapidez y a mayor presión, terminando por estallar y lanzar metralla a la cara del conductor o pasajero que tiene el airbag ante sí. Hasta la fecha, las víctimas achacadas a estos airbags-bomba ascienden ya a seis en Estados Unidos, más una señora embarazada en Malasia.


Nadie avisó de que los airbags no tenían valor alguno

Según ARA, ni Takata ni los fabricantes de automóviles denunciados ─que, aunque esta asociación no ha desvelado sus nombres, hay que suponer que estarán entre los once hasta ahora afectados por el problema (BMW, Chrysler, Daihatsu, Ford, General Motors, Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subaru y Toyota)─ avisaron oportunamente a los miembros de ARA o a ésta de que los airbags no tenían valor alguno, por lo que dichos miembros estuvieron pagando de más por los vehículos que compraban para su desguace y reciclado. ARA, una organización nacida en 1943, cuenta en la actualidad con 2.500 afiliados de los que más de un millar son compañías que se dedican a esta labor.

Automotive News, una publicación estadounidense especializada en la industria del automóvil, ha tratado de averiguar el montante a que podría llegar la reclamación formulada por ARA, pero el presidente ejecutivo de ésta, Michael Wilson, no quiso precisar cuál es el precio de un airbag recuperado en el desguace de un vehículo, limitándose a comentar que existe un amplio rango de oscilación del precio de los componentes recuperados, pudiendo ir del 20 al 90 por ciento del precio que da el fabricante en sus tarifas.

Según Wilson, las pujas por Internet han hecho que el mercado del recambio recuperado se haya vuelto muy competitivo, pues en pocos años ha pasado de ser un negocio de carácter casi local a convertirse en un mercado global. En las subastas por Internet tenemos que competir muchas veces con recicladores de otros países, comentó Wilson a Automotive News.

Existe, además, un elemento que desconocemos si se menciona en la denuncia de ARA contra Takata, que es el peligro de que el airbag estalle durante la manipulación del mismo en el proceso de recuperación de los vehículos desguazados. En Japón, donde existe la obligación de activar los airbags de todos los vehículos que se vayan a achatarrar para evitar posibles explosiones durante el achatarramiento, ya se han registrado al menos media docena de casos de airbags que han estallado al activarlos. De acuerdo que no es la misma situación, pero, conocido el problema, hay que tener siempre presente la contingencia de que los airbags estallen también durante el proceso de recuperación, debido a que durante el mismo se produzca una activación accidental del dispositivo.