🔸Según ASETRA, aunque de forma leve, los efectos se hicieron sentir en talleres situados hasta 1,5 kilómetros por fuera del perímetro de la zona de circulación restringida
MADRID ─ Madrid Central ha tenido un impacto muy negativo, tanto en la docena de talleres ubicados en la zona de restricción circulatoria, como en los aproximadamente 110 centros de reparación y mantenimiento de vehículos situados fuera de su perímetro en un contorno de 1,5 km. Así lo indican los resultados de un estudio real de impacto realizado por la Asociación de Talleres de Madrid (ASETRA) durante el mes de mayo del año en curso, en el que se pedía a las empresas asociadas, a través de una encuesta, datos comparativos de su actividad entre los períodos enero-abril 2018 y enero-abril 2019. A continuación se resumen las principales conclusiones de la encuesta:
Talleres ubicados en Madrid Central
La totalidad de los talleres encuestados califican de muy importante el efecto de Madrid Central en la actividad de su empresa. El número de operaciones realizadas entre enero y abril de 2019 con respecto a los mismos meses de 2018 ha caído una media cercana al 40 por ciento. El descenso en la facturación ha supuesto un 33 por ciento. La diferencia entre ambos se explica, sobre todo, por la pérdida de operaciones de mantenimiento preventivo y, en menor medida, las de reparación de averías, que son más caras.
Con esas cifras, y si no se produjeran cambios en Madrid Central, el futuro de dichas empresas resulta poco viable, más si se tiene en cuenta que, de acuerdo con el programa de funcionamiento que tenía previsto Madrid Central, a partir del 1 de enero de 2020 no podrían acceder a la zona los vehículos sin etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico. Y los talleres encuestados indican que más de la mitad de los vehículos que llegan a sus instalaciones no tienen tales pegatinas.
Talleres ubicados a una distancia de hasta 1,5 km del perímetro de Madrid Central
La totalidad de las empresas encuestadas de la zona que va desde el perímetro de Madrid Central hasta un perímetro más externo definido a 1,5 kilómetros de distancia de aquél señalan que la puesta en marcha de Madrid Central influyó de manera negativa en su actividad, aunque el 83 por ciento califica ese impacto de leve (descenso de facturación inferior al 4 por ciento), mientras que el 17 por ciento restante considera que la influencia negativa fue notable (una media de 12 por ciento de reducción en sus ventas).
Los talleres atribuyen al desconocimiento sobre el perímetro real de Madrid Central y al miedo a ser multados la causa de que una parte de los clientes no acudan a sus instalaciones. Existía, además, en el momento de hacer la encuesta, otro motivo de preocupación: el temor a que la extensión de Madrid Central pudiera aumentar.