😈 No sólo se trata de hacer cosas nuevas sino que éstas deben ser mejores que las cosas de siempre
Actualizado el 23.05.2016, a las 14:25¿En representación de qué marca hablaba el caballero de la fotografía?... ¿De Renault? |
MADRID ─ Los salones son una excelente oportunidad para comprobar cuál es el estado de la comunicación en el sector de actividad respectivo. El reciente Salón del Automóvil de Madrid o Madrid Auto 2016, como decidió llamarlo la organización de IFEMA, nos ha permitido comprobar que prosigue el deterioro de la comunicación de siempre en esta etapa que nosotros decidimos llamar, hace tiempo, la Nueva Comunicación. Sin acritud pero con la cariñosa maldad que caracteriza a esta web-blog, vamos a repasar algunos detalles que nos llamaron especialmente la atención en el certamen referido, cuyo análisis nos ha permitido aprender nuevas lecciones de comunicación y márketing
Y en ese repaso comenzaremos por el principio, que suele ser el mejor punto para empezar. Y el primer contratiempo nos lo encontramos a la hora de acudir al desayuno recepción que la organización del certamen había preparado para los periodistas supuestamente en el Business Club situado junto a las oficinas y cafetería de IFEMA en la primera planta del recinto ferial, accediendo a éste por la entrada sur del mismo.
Pues bien, allí no era, pese a que, al no ver a nadie, preguntamos a varias personas que dónde estaba el dichos Business Club y todas ellas nos respondían que justo allí, donde nos encontrábamos. Pero allí no había ningún rastro de recepción a periodistas y un camarero de la cafetería nos confesó que habían sido muchos los colegas que, como yo, se habían presentado en ese lugar buscando el dichoso Business Club. Pues bien, a fuerza de preguntar a unos y a otros durante más de un cuarto de hora, alguien nos sugirió que fuéramos al Business Center, no al Business Club, que se encuentra entre los pabellones 7 y 9, casi en la entrada norte del recinto ferial y en el extremo opuesto de la entrada por la que accede a éste todo el mundo. Y efectivamente, allí era.
Misterios en la programación de actos
Aunque la edición de este año del Salón del Automóvil de Madrid había sido concebida como un megaconcesionario multimarca, es decir, sólo con fines comerciales, algunos fabricantes de automóviles no se resistieron a organizar su correspondiente rueda de prensa en el primer día de apertura al público.
Entrada sur del recinto ferial de Madrid |
En fin que quien esto escribe, al concluir la rueda de prensa de Toyota, se marchó a su oficina y al día siguiente llamó a varios colegas para saber qué había ocurrido en la rueda de prensa de Seat, encontrándose con que todos ellos habían optado también por no acudir a la sesión de tarde del programa de actos para prensa.
Pero algún tiempo después, en nuestra cabeza se encendió una lucecita avisándonos de que seguramente Seat había pospuesto su rueda de prensa para en ella poder presumir del premio Estrella Luike del Motor que un par de horas antes le había sido concedido al Seat León como vehículo más vendido en la Comunidad de Madrid.
Ojo a la ubicación de los atriles
Alberto de Aza quien, pese a lo que pueda sugerir la foto, es el director de las marcas Fiat y Abarth en FCA España |
Una situación delicada es la que recogen la fotografía con que se abre este comentario y la que se muestra muy cerca de estas líneas. En ellas vemos a Alberto de Aza, director de las marcas Fiat y Abarth en la filial española de Fiat Chrysler Automotive (FCA) pero que, para alguien que no conozca quién es ni para quién trabaja, lo lógico es que parezca que De Aza presta sus servicios a Renault, a dacia o a ambas marcas. Un detalle que alguien de FCA España debería haber tenido en cuenta antes de colocar allí el atril. Ya decíamos antes que los stands no se diseñaron pensando en dónde colocar los malditos atriles y en el de FCA España había unos cuantos de ellos ya que al estar agrupados los coches expuestos por marcas se había intentado colocar un atril junto a cada una de ellas, convirtiendo el stand en una especie de cañada por la que los periodistas íbamos desfilando de una marca a otra. Desgraciadamente, a Alberto de Aza le tocó en suerte, según nuestro punto de vista, el atril peor ubicado ya que una gran mayoría de las fotos que se publiquen sobre su intervención ante la prensa sugerirán que él trabaja para Renault o Dacia.
Los artistas, deportistas y DJ invitados
Como avanzábamos en el subtítulo de este comentario, en los últimos tiempos se está tratando de hacer cosas nuevas en el ámbito de la comunicación que no necesariamente son mejores que las cosas de toda la vida. Renovar no lleva implícito acertar, por más que se empeñen en los departamentos de márketing y comunicación.
Así, uno puede asistir a una asamblea de transportistaa y encontrase con que el programa incluye una charla de algún famosillo del mundo del espectáculo o con alguna figura destacada del mundo del deporte que tienen todo nuestro respeto pero que no por ello son necesariamente buenos comunicadores y que los temas sobre los que habitualmente disertan nada tienen que ver con la actividad que reúne e interesa al auditorio que le está escuchando.
A la vista de lo que yo llevo presenciado y escuchado sobre el particular, aprovecho este punto para ofrecerme a quienes busquen un disertador, con el objeto de dar también alguna charla sobre temas como, por ejemplo, la prevención de riesgos laborales, o los lenguajes naturales de programación y su aplicación al Online Analytical Process (OLAP) en las bases de datos relacionales, temas ambos que creo que pueden encajar en una asamblea de transportistas, por ejemplo, al menos igual que todas las intervenciones sorpresa que llevo vistas hasta ahora.
Entre esas sorpresas podríamos mencionar la presencia de Mar Saura ─a través de vídeo─ en el stand de Lexus apoyando la presentación del LC500 de la marca de lujo de Toyota, y de los baloncestistas José Manuel Calderón, apoyando a su vez la presentación del Kia Niro, y Fernando Romay, dando lecciones de enceste en el stand de Fiat Chrysler España. Todas estas presencias nos parecen más adecuadas para atraer a los clientes durante el resto de las jornadas del certamen que para amenizar a los periodistas. Claro que estos últimos tienen el poder de rellenar kilómetros de columna y hacer fotografías que irán a sumarse más tarde a los éxitos del correspondiente departamento de márketing y comunicación, superpoder del que carece el público al que realmente iba dirigido el Salón del Automóvil de Madrid.
Y para terminar este capítulo, no podemos dejar de lado la introducción por un disc jokey o DJ de Agustín Martín, presidente y CEO de Toyota, no sin antes provocar con su música en los instantes previos algunos movimientos de solomillo entre los colegas más jóvenes, en un acto reflejo similar a la salivación de los perros de Paulov. Claro que, terminada la intervención de Martín, el DJ, ─que, con todo nuestro respeto hacia su persona, poco o nada sabía del mundo del automóvil como se desprendió de las pocas palabras por él pronunciadas sobre éste─ hizo lo que realmente sabía hacer, por ser su profesión: poner la música a todo trapo y hacer que todos los colegas allí presentes, incluso los que momentos antes se habían balanceado instintivamente al son de su música, abandonáramos despavoridos el lugar.
Y una vez concluidas las ruedas de prensa, nuestra sana maldad dejó que el Salón Madrid Auto 2016 prosiguiera tranquilamente la actividad para la que inicialmente fue concebido |