🔸 Los años 2000, 2006 y 2014 marcaron los principales hitos en el proceso innovador del modelo... hasta ahora
MADRID ─ En enero de 1994, Citroën presentaba su modelo Jumper, un furgón sucesor de los icónicos TUB, Type H y C25 de la marca. A principios de los años 2000, el Jumper evolucionó con un diseño renovado y, lo más importante, la adopción de dos motores de última generación: el motor turbodiésel de inyección directa 2.2 HDi y el dual fuel, un motor 2.0i que podía funcionar con gasolina o con gas licuado del petróleo (GLP). Aquel Jumper también innovó en cuanto a equipamientos, siendo el primero de su segmento en ofrecer un asiento de conductor con amortiguación variable, cámara o radares traseros.
En 2006 y aprovechando el éxito de la primera generación, Citroën lanzó un modelo completamente nuevo cuyo diseño combinaba modernidad y practicidad, incluyendo escalones integrados en el parachoques para facilitar la limpieza del parabrisas. La gama de volúmenes útiles se amplió hasta alcanzar los 17 metros cúbicos, frente a los 14 anteriores. El nuevo Jumper era uno de los pocos modelos de tracción delantera de su segmento que permitía un peso total cargado superior a 3,5 toneladas. La gama de motores diésel HDi se amplió con tres niveles de potencia: 100, 120 y 157 caballos.
En 2014, llegaba un Jumper con ayudas avanzadas a la conducción, luces diurnas LED, pantalla táctil con sistema de navegación integrado, Connecting Box con manos libres Bluetooth y USB, aviso de cambio de carril y Stop & Start. sistema en sus motores e-HDi para un recorte en el consumo de 0,5 litros/100 km en ciudad.
Llegamos así a la presentación hace pocas horas de una nueva gama del Jumper sobre cuyas características daremos información a nuestros lectores en breve espacio de tiempo.